Una propuesta desde Chile
Desde los tiempos de Marx y Engel se debate sobre la importancia de la convicción, de los valores éticos, de la subjetividad en los procesos revolucionarios. Sostenían que los procesos productivos, que los avances materiales no son el único factor determinante en los cambios de la sociedad. Que la economía e ideología actúan de forma dialéctica, de conjunto impulsan los proceso del desarrollo social. En 1894 Engels ya manifestaba la incomprensión de que era objeto ésta tesis cuando indicaba que los detractores de dicha afirmación señalaban que no se reconocía otro factor que no fuese la producción material como concluyente en el desarrollo de la sociedad.
Si bien la concepción materialista de la historia señala que el desarrollo de la producción material y las condiciones en que se da la reproducción de la vida real, vale decir, las relaciones de explotación del hombre por el hombre o de cooperación y solidaridad entre ellos, determinada por el carácter de la propiedad privada o social de los grandes medios de producción y de los recursos naturales determinan los avances de la sociedad. La práctica revolucionaria indica que esta tesis ha sido distorsionada e inadecuadamente analizada incluso por marxistas que continúan considerando a la economía como el único factor determinante del desarrollo de la sociedad, sin valorar lo suficiente el efecto que sobre las conciencias de las y los constructores de la base material producen determinados elementos superestructurales.
Gramsci, en 1916, al exponer que «el hombre es sobre todo espíritu, o sea, creación histórica y no naturaleza» concuerda con Marx, Engels y Lenin en que somos el resultado de la historia que otros antes que nosotros y nosotros mismos vamos construyendo, y no resultado de una naturaleza humana predeterminada. A partir de la referida tesis se puede sostener que Cultura no es sólo acumulación de conocimientos, fechas, citas, expresiones artísticas, glamour. Cultura es principalmente organización, disciplina del yo interior, apoderamiento de la personalidad propia, definir los derechos y deberes por los cuales se llega a comprender la importancia del rol que tiene la convicción, los valores y principios, la ética en el desarrollo de la sociedad humana.
Los factores extraeconómicos, la convicción, la conciencia social y política juegan un papel relevante en el desarrollo de la humanidad. Las esferas políticas, culturales, éticas, artísticas intervienen a tal punto en los procesos sociales que pueden cambiar el curso de los acontecimientos, en uno u otro sentido. Como sucedió en la Unión Soviética, donde aún cuando se alcanzaron altos grados de desarrollo material, económico, científico y técnico que permitieron, entre otros éxitos, plena gratuidad de la ecuación y salud, vivienda y trabajo asegurado, enviar el primer sputnick, hombre y mujer al espacio, y que contaban con grandes recursos naturales, con poderosas y prestigiosas fuerzas armadas, las que desempeñaron un papel decisivo en la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial, hecho que les otorgó un enorme prestigio internacional, pero que sin embargo se produjo el desplome de la URRSS.
Después de Lenin se comenzó a desechar la tesis respecto que el hombre es creación histórica, que la lucha de las ideas, que la convicción es fundamental para avanzar en los complejos procesos del desarrollo de la sociedad. Se desestimó el efecto sicológico, anímico que genera en el pueblo el ejercicio del poder como factor del desarrollo de la conciencia política y social en la construcción de la democracia. Ahora se ha comenzado a comprender que la principal causa del grave error cometido comienza cuando una elite política, aunque de izquierda, ejerce el poder marginando al pueblo con y sin uniforme del ejerció de él, impidiéndole tomar conciencia practica del rol insustituible que cumple en la construcción y defensa abierta del socialismo. Los éxitos obtenidos impidieron comprender que el partido político es sólo un instrumento en la lucha del pueblo.
En Cuba, los valores subjetivos de la política: la ética, la ideología, la batalla de las ideas, la noción y la práctica de un concepto de democracia de poder popular, se han erigido en columnas graníticas frente a las duras dificultades económicas por las que ha pasado y pasa el pueblo cubano, producto del bloqueo económico y agresiones del imperialismo estadounidense. Enseñando la importancia de la cultura de los valores éticos y morales, los altos paradigmas que representan sus dirigentes, experiencias dignas de tener en cuenta en los proceso de la construcción de la conciencia para los cambios sociales y políticos transformadores.
En nuestro continente no son las crisis económicas que están impulsando los procesos de cambios. Sino los movimientos sociales que han comenzado a exigir una practica democrática donde el pueblo organizado participe de la elaboración y ejecución de las políticas comunales, nacionales, y pueda ejercer control sobre la gestión de sus representantes, revocándoles el mandato, si es necesario en la lucha por la justicia social, el respeto del medio ambiente, por la soberanía política y económica, las etnias por su identidad, por la recuperación de los recursos naturales y los grandes medios de producción, por una producción sustentable, por el vivir bien, por la superación de la democracia liberal representativa existente, que relega en los suburbios de la democracia al pueblo. Venezuela 13 veces ha sometido a consulta popular la continuidad del presidente de la republica.
En Chile son las movilizaciones de estudiantes, profesores y apoderados contra el lucro y por una educación de calidad para todos que impulsan la lucha social. Generando que la maduración de la conciencia social y política de sectores crecientes del pueblo estén agudizando las contradicciones entre la burguesía que pretende mantener sus privilegios y el pueblo que lucha por una sociedad democrática.
La burguesía que pretende detener la rueda de la historia, bombardea con basura la conciencia del pueblo, intenta hundirle en la mediocridad de la farándula, la entretención banal, el consumismo exacerbado, difunden temores intentando el pueblo no reflexione, no se movilice por sus demandas. Que se resigne ante los abusos, que no se rebele ante las injusticias, y cuando esa situación comienza a cambiar tratan de dividirle, de provocar que diferencias políticas se conviertan en profundas odiosidades entre quienes luchan por sus derechos. En poblaciones caracterizadas por luchar contra la dictadura introdujeron el tráfico de drogas para destruir el tejido social. Ahora al interior de colegios de enseñanza básica se trafican drogas. Terminar con el daño que provoca la derecha, la burguesía, el imperialismo internacional es el desafío, la propuesta de la izquierda, de los sectores democráticos y patrióticos. Construyendo una escala de valores éticos, morales, de relaciones humanas que ubiquen en el centro del desarrollo a las personas.
Desde el marxismo se comprende como cultura las ideas, las acciones desarrolladas en la perspectiva del avance de los valores y principios más altos y sublimes de la humanidad. Desde ésta visión la cultura se concibe como la semilla y levadura generadoras de sujetos portadores de derechos y deberes. Arquitectos sociales que organizan, disciplinan, levantan propuestas, que educan liberando a mujeres y hombres del lastre cultural que induce a un secular temor reverencial ante la burguesía y su institucionalidad.
La sostenida desconfianza del pueblo en las instituciones del Estado no es por nada. Es una verdad a gritos que no se siente interpretado por quienes deben representar sus derechos y anhelos. Millones de jóvenes y no tanto, de los sectores medios y populares, no participan de los procesos electorales y de organizaciones sociales. Sin embargo no participar, no votar o anular no es la solución. Sino votar y exigir a los Alcaldes y Concejales que resulten electos una forma de participación donde el pueblo controle el actuar de sus representantes y someta a consulta, cada cierto tiempo, la evaluación de su gestión y, reunirse cuando menos, tres veces al año, el Concejo Municipal con dirigentes sociales que elija la comunidad para examinar los avances y dificultades en cada comuna, adoptando acuerdos vinculantes, obligatorios para ambas partes. Demanda que contiene el desafío dirigentes sociales y la comunidad trabajar por ubicarse a la altura de las exigencias que se demandan.
De no revertirse la desconfianza en el parlamento, el poder judicial, las iglesias y otras instituciones la situación puede crear una crisis que derive por atajos absolutamente indeseados. Máxime teniendo en cuenta los resultados de la última encuesta CEP donde las FF.AA aparecen con alta evaluación. Escenario que presenta graves interrogantes, considerando que hace tan sólo 39 años la derecha y el imperialismo norteamericano arrastraron a las FF.AA. por el camino del golpe de Estado, instalando una dictadura que permitió al gran empresariado retrotraer, a punta de bayonetas, los avances democráticos y de soberanía económica y política alcanzados durante un siglo. Para lo que no vacilaron entre otras barbaridades, los ultraderechistas con y sin uniforme asesinar a dos insignes Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, Schneider y Prats.
La situación demanda el desafío que todos los sectores democráticos sociales y políticos, políticos y sociales creen las condiciones, en breve plazo, para avanzar hacia una Asamblea Constituyente que elabore una nueva Constitución, situación que puede dar un gran impulso a la posibilidad de cambios democráticos. Puesto que la profundidad de los cambios esta sujeto a la amplitud de las correlaciones de fuerzas sociales y políticas que se construyan. Que deben tener en cuenta la necesidad de atraer al sector fundamental de las fuerzas armadas hacia posiciones democráticas y neutralizar a los más retrógrados. La jerarquía de la iglesia católica ha comprendido la necesidad de la autocrítica abierta y considerar el apoyo a los cambios sociales en desarrollo. A las FF.AA les esta resultando duro romper los pactos de silencio que impiden conocer el paradero de las más de mil personas que hicieron desaparecer durante la dictadura. Mas el alto mando ha de comprender que los paradigmas éticos, morales y democráticos que busca construir la mayoría del país son absolutamente incompatibles con la mancha impuesta al uniforme que visten hombres y mujeres honestos, y que les mantiene atados a un pasado golpista.
Cuando algunos de izquierda llaman a sectores populares a anular o no votar, llamamiento que alegre comparte la derecha, y que otros le temen a una Asamblea Constituyente; el pueblo sus dirigentes sociales y políticos, de base, tiene el derecho de convocar, en cada comuna y región, a Asambleas Constituyentes que vayan generando las condiciones para la gran Asamblea Nacional Constituyente por la Constitución Política que Chile necesita.
Las movilizaciones de los estudiantes que instalaron el cuestionamiento del lucro en la educación y exigen una educación de calidad para todos han alcanzado tan altas simpatías, no sólo porque sus demandas son justas, sino también porque y cuando las acompañan de manifestaciones del arte y la cultura. Recabarren comprendió muy temprano que la unidad y luchas de los obreros debían estar acompañadas del factor anímico, y organizó presentaciones de teatro, en las que él mismo fue actor, aún cuando no lo era. Antes del triunfo y durante la Unidad Popular se desarrollo un gran movimiento cultural. Mapuches, pehuenches, hulliches no porque vivan en peores condiciones han adquirido más convicciones para luchar, sino porque han incorporado a sus luchas manifestaciones artísticas y culturales de su identidad. Este año en la marcha conmemorativa del golpe de Estado la presencia y sonar de bandas musicales y grupos de baile causaron gran impacto en el público y un mayor sentido de pertenencia e identidad, y que algunos que realizan «acciones revolucionarios» destrozando viviendas y bienes públicos imágenes que luego son exhibidas presentándonos como vándalos, se apartaran por propia iniciativa. Debemos defendernos, mas no arruinar una propuesta de sociedad, con prácticas equivocadas.
Los multitudinarios y recientes funerales de Pierre Dubios, cura obrero, firme defensor de los derechos humanos, ejemplo de consecuencia, dieron lugar a uno de los más altos y sentidos reconocimientos populares, toda vez que su forma de vida representa los paradigmas éticos y morales que la humanidad requiere.
La organización, el encuentro de las diversas orgánicas del arte y la cultura en torno a propuestas de trabajo en cada comuna y región, están llamadas a desempeñar un importante rol en el desarrollo de la conciencia social y política, en la coordinación territorial orientadas a construir los paradigmas éticos, políticos, culturales, artísticos, bases de un gobierno de nuevo tipo en la perspectiva del socialismo del siglo XXI. Donde el teatro, poesía, literatura, música, baile, danza, la estética potencie la convicción de las ideas que junto a los progresos materiales creen un luminoso porvenir para la humanidad.
Sin ideas, sin convicciones, sin propuestas, sin música, sin arte la vida sería un error.
Carlos Gajardo Álvarez es militante político y dirigente social de base (Chile).
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