La obra de carácter trágico-trágico que lleva por título «La Tragedia del Neoliberalismo 2.0» y por subtítulo «La derecha que viene. ¡Que viene la derecha!», continúa los ensayos a buen ritmo. Se prevé su estreno para el próximo día 20 de noviembre en toda España. En los ensayos que se están llevando a cabo en […]
La obra de carácter trágico-trágico que lleva por título «La Tragedia del Neoliberalismo 2.0» y por subtítulo «La derecha que viene. ¡Que viene la derecha!», continúa los ensayos a buen ritmo. Se prevé su estreno para el próximo día 20 de noviembre en toda España.
En los ensayos que se están llevando a cabo en provincias por el grupo de teatro ‘Partido Popular’, la obra está alcanzando las más altas cotas de terror que la escena española ha podido presenciar desde el final de la dictadura. Entre las escenas más más terroríficas cabe destacar algunas protagonizadas por la mediocre actriz de provincias, María Dolores Cospedal, cuyo texto destila pánico y desasosiego desde desde la primera línea. Veamos algunos ejemplos reportados en la prensa:
–Cospedal debe las ayudas de dos meses a los dependientes[1], en esta escena, las personas físicas dejan de percibir sus ayudas sociales mientras que las personas jurídicas seguirán beneficiándose de un trato «exquisito» en materia fiscal. Este tipo de actuaciones no es nuevo, ya en otros ensayos anteriores de esta obra teatral de terror, otro mediocre actor que la compañía ‘Partido Popular’ tiene destacado en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, protagonizó sendas escenas en las que recortaba los gastos en Educación y en Sanidad, mucho antes que los gastos en subvenciones a empresas privadas. Algo que ha sido alabado por el director de la compañía, Mariano Rajoy, y calificado por éste como «reforzar el gasto público[2]». Hay quien dice que el inconsciente del director de la compañía le engañó, y lo que quería decir realmente era «reforzar el gasto privado». Algo que han aplaudido hasta desollarse las manos con motivo del gasto público en eventos privados[3] como el protagonizado por el Pastor Alemán durante el mes de agosto en Madrid.
–Cospedal amenaza con eliminar el 90% de las empresas públicas[4], en esta escena, la actriz de provincias encarna el papel de una peligrosa demente armada con una motosierra que amenaza con cortar las patas de la mesa sobre la que se encuentra subida. Quien ha visto su escalofriante actuación afirma convencido que la actriz borda el papel de peligrosa demente.
–Cospedal anuncia que recortará 500 liberados sindicales[5], en esta escena, la diva encarna a una psicópata que siente la obsesión de quitar a los trabajadores el último recurso que aún no le ha sido arrebatado durante la representación de ‘La Tragedia del Neoliberalismo 1.0’, representada por la compañía de teatro ‘PSOE’.
-Si alguien del público espera de la nueva obra un final feliz en el que pierdan los malos, o en el que paguen los ricos, debo advertir que tendrán que seguir esperando, ya que en los ensayos solo se ha podido captar alguna escena en la que el texto anuncia precisamente lo contrario. Para ello, la compañía teatral ‘Partido Popular’ lanza un nuevo personaje, el cómico, representado por el finísimo y tronchante cómico, Cristóbal Montoro. En su papel, Montoro representa al personaje que ha de introducir la confusión como medio para entretener al público mientras los actores principales hacen los cambios de vestuario para presentarse ante el público como verdaderamente son, tras los disfraces iniciales del ensayo general conocido como ‘campaña electoral’. En su texto, Montoro tiene frases deliciosamente confusas[6] como: «llevar en el programa electoral la subida de impuestos a los ricos es no tener ni idea de cómo salir de la crisis»; «hay que repartir los costes de la salida de la crisis, pero sin que los ricos paguen más, lo cuál sería un error, y sin que lo paguen los de siempre, es decir, las clases medias. Además, bajaremos los impuestos a las empresas»; ó «subir los impuestos a los ricos no, pero que los españoles tendrán que hacer un esfuerzo para que los impuestos de los ricos no los pague como siempre, la clase media». Un brillo final en la sonrisa de Montoro debe dar a entender al público que, si ni los ricos, ni las clases medias pagarán la crisis, será, sin duda, la de siempre, la clase más desfavorecida, quien más pague la crisis. Otra de las perlas de esta obra trágica es la escena en la que el personaje que representa el humorista Montoro le dice a los ricos que no hace falta que paguen más impuestos, pero que tengan un gesto para quienes tienen que pagarlos[7]. Se rumorea que, en ensayos a puerta cerrada, el gesto que ensayan los ricos junto con Montoro es el de mostrar al público el dorso del dedo corazón de la mano derecha.
-En localidades más pequeñas se llevan a cabo los ensayos, casi a hurtadillas, de lo que serían las escenas más aberrantes desde el punto de vista histórico. Quienes representan los papeles de alcalde, corren como posesos por los pasillos del patio de butacas en busca de firmas para cambiar el nombre a las calles dedicadas a personajes ilustres que no piensan como ellos[8], por el de personajes siniestros y de infausto recuerdo para los españoles[9]. A pesar de lo visto en los ensayos, el programa de mano de esta obra trágica[10] dice exactamente lo contrario, lo cuál contribuye a aumentar la sensación de inquietud y miedo en el público.
Según algunos críticos, esta vieja estrategia de la confusión es algo bien estudiado por los responsables de la compañía teatral que prepara la representación. Tras el miedo y la angustia causados en el público por la representación de ‘La Tragedia del Neoliberalismo 1.0″ a cargo de la compañía ‘Partido Socialista Obrero Español’, la nueva versión que ensaya la compañía ‘Partido Popular’, en contra de lo que anunciaban, promete intensas emociones y nuevos y más profundos miedos entre los espectadores.
Me temo, señores actores, que los ciudadanos no queremos derechas, ni mucho menos extremas derechas, no queremos PSOE ni mucho menos PP, ni menos aún PP$OE. Los ciudadanos queremos realidades, no queremos representaciones; queremos representantes, no directores generales, queremos instituciones que trabajen para nosotros y no contra nosotros, queremos democracia y no dictadura económica.
Puede que solo sean impresiones mías , pero estoy convencido de que esta obra de «La Tragedia del Neoliberalismo» es, en cualquiera de sus versiones, lo más parecido a una representación de guiñoles en la que los porrazos se los lleva el público y las risas se escuchan detrás del escenario.
Si la sensatez de los ciudadanos no lo evita, el estreno de la versión 2.0 de ‘La Tragedia del Neoliberalismo’, estará lista para el próximo día 20 de noviembre. No compren ustedes la entrada, la obra no les va a gustar nada.
[1]http://politica.elpais.com/[2] http://www.tercerainformacion.
[3] http://www.eluniversal.com.mx/
[4]http://ecodiario.
[5] http://www.expansion.com/2011/
[6] http://www.publico.es/dinero/
[7] http://www.noticiasdenavarra.
[8] http://www.
[9] http://blogs.publico.es/
[10] http://www.pp.es/actualidad-
Fuente: http://