El último informe del INEC sobre empleo no solo revela la situación, sino también la complejidad del tema. Además de evidenciar un ligero mejoramiento en este campo, hay un terreno abierto para el análisis serio. Claro, la mano de obra crece en agricultura y en construcción, baja en el sector bancario y también en el […]
El último informe del INEC sobre empleo no solo revela la situación, sino también la complejidad del tema. Además de evidenciar un ligero mejoramiento en este campo, hay un terreno abierto para el análisis serio. Claro, la mano de obra crece en agricultura y en construcción, baja en el sector bancario y también en el petrolero.
Nadie puede soslayar el estado de la recesión económica, pero tampoco es muy responsable utilizar las cifras con fines absolutamente proselitistas y para crear incertidumbre y desánimo en la población.
Lo mismo pasa con la deuda externa: aquellos que hablan de una enorme carga se olvidan de que en la época de la partidocracia llegó a ser el 98% del PIB y ahora es el 38%. Cifra que no supera los límites establecidos en la normativa y permite un relativo manejo económico responsable. Al parecer, no les gusta tener deudas con China y sí con los países del llamado norte desarrollado.
Insistiremos una vez más: las cifras no pueden ser plataforma electoral de nadie, son una evidencia de la realidad que se debe manejar con responsabilidad pública y una inmensa ética política.