El proceso electoral del próximo domingo 24 de marzo, para elegir dignidades seccionales, evidencia elementos del nuevo escenario político del Ecuador, que entre 2017 y 2019, ha cambiado sustancialmente, y la imagen que asoma es de una enorme fragmentación política y fuerte dispersión ideológica, donde asoma como repetitivo el «sentido común» neoliberal. Los resultados del […]
El proceso electoral del próximo domingo 24 de marzo, para elegir dignidades seccionales, evidencia elementos del nuevo escenario político del Ecuador, que entre 2017 y 2019, ha cambiado sustancialmente, y la imagen que asoma es de una enorme fragmentación política y fuerte dispersión ideológica, donde asoma como repetitivo el «sentido común» neoliberal.
Los resultados del 24 nos mostraran el cuadro definitivo, pero es posible, a una semana de las elecciones , adelantar algunas visiones.
ENORME FRAGMENTACIÓN DE MOVIMIENTOS Y PARTIDOS
El primer dato que salta a la vista es la enorme fragmentación de movimientos y partidos en el escenario político del Ecuador, un total de 280 organizaciones reconocidas y alrededor de 8000 candidatos, que representa 200 % más de organizaciones y 300% mas de candidatos que las anteriores elecciones seccionales, cuatro años atrás.
¿Cómo explicar este fenómeno?: probablemente la constatación de la fractura de la otrora fuerza hegemónica, Alianza País, lleva a la percepción que hay un vacío político susceptible de ser llenado; pero también evidencia que no hay fuerza política, sea de izquierda, centro o derecha, que aparezca con una capacidad de incidencia nacional; todo lo cual conduce a que haya una explosión de localismo y regionalismo, que aspiran a llenar ese vacío.
IMPLOSIÓN DE ALIANZA PAÍS Y FILICIDIO POLÍTICO
El segundo dato que salta a la vista es la implosión de la fuerza política que durante diez años atrás fue hegemónica, pero que en apenas dos años está quebrada en cien pedazos, no solo por el impacto de la ruptura entre los seguidores del expresidente Correa y el actual presidente Moreno, sino también por las múltiples pugnas internas, y la constatación de que quién debería impulsar a la organización, el director nominal del movimiento, hace gala de despreocupación y desgano. Carece de proyecto estratégico, mas allá de los dictados del fondo monetario internacional. Pocas veces en la historia reciente del Ecuador se habrá visto un caso como el presente: de filicidio político, el progenitor que mata a su vástago.
AFIRMACIÓN DE CACICAZGOS LOCALES Y REGIONALES
Como respuesta a los datos señalados antes, tenemos la afirmación de los cacicazgos locales y regionales, estos son los que dan base a la proliferación de movimientos y partidos, y es la demostración de la pervivencia de una «cultura hacendataria» en la lógica que fundamenta a un buen número de las organizaciones políticas en el Ecuador actual.
El sistema hacendatario es la estructuración de la sociedad de un territorio alrededor del mando vertical de un caudillo o patrón, que dispone de un tejido de funcionarios políticos y sociales que organizan a la población que acepta una condición de subordinación a cambio de dones y beneficios.
La búsqueda del poder local o provincial responde a la necesidad de reproducir esta lógica hacendataria en la estructuración política.
DERECHA PARTIDARIA CONSTREÑIDA AL CONTROL REGIONAL
Pareciera que el cierre del ciclo progresista y su sustitución por el retorno neoliberal no vendrá de la mano, por lo menos de manera inmediata, de una consolidación orgánica a nivel nacional de la derecha partidaria.
Este ha sido su gran límite desde la crisis de fines de los noventa y no parece que será superado en estas elecciones seccionales.
El partido Socialcristiano mantendría sus límites en la región andina y amazónica, y las huestes de Creo tampoco alcanzarían un fuerte tejido más allá de determinados reductos.
A contraparte de esta fractura orgánica, es necesario registrar que, en el discurso de la mayoría de candidatos, se reproduce un «sentido común neoliberal», como la vía de salida a la crisis económica y social.
Una y otra vez se repite la muletilla de la reducción del estado y una salida casi milagrosa sobre la base de las «alianzas público – privadas», o directamente de la privatización de las áreas públicas de los gobiernos municipales y provinciales.
NUEVA CONFIGURACIÓN DEL MAPA POLÍTICO ELECTORAL
Existe plena certeza que las elecciones seccionales del 2019 evidenciaran la nueva configuración del mapa político del Ecuador, pues si bien es cierto que la votación por concejales, alcaldes y prefectos refleja principalmente las adhesiones a nivel local y provincial, también es verdad que permiten avizoran la presencia o no de tendencias nacionales, y cuanta fuerza o debilidad estas tienen.
Tendremos un mosaico muy variopinto, que nos puede decir mucho sobre las evoluciones políticas del país.
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