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Las empresas de tecnología se quitan los guantes

Fuentes: Sin permiso

Los resultados de Alphabet se han reducido en 13 puntos porcentuales en 10 años, los de Apple en 10 puntos porcentuales desde su pico en 2012. El riesgo es que el mercado se dé cuenta.

Tim Cook, el jefe de Apple, lanzó en un discurso en enero, un ataque violento contra Facebook, preguntando «¿Cuáles son las consecuencias de priorizar las teorías de la conspiración y la incitación a la violencia simplemente por las altas tasas de reenvío?». Añadió que “no se puede permitir que un dilema social se convierta en una catástrofe social”. Es la guerra. Al acusar a Facebook de permisividad con los partidarios de Trump y Qanon y reducir a su rival a un juego de fanatización de las audiencias, movilizadas por el discurso del odio, Cook se coloca del lado simpático de la opinión pública. Pero, a pesar de este alboroto, las razones circunstanciales de esta confrontación se ven superadas por las razones económicas de fondo.

Quita el espía de mi computadora

El pretexto inmediato para la guerra es la decisión de Apple de preguntar a los usuarios de iPhone si aceptan que las aplicaciones descargadas registren sus datos, lo que afecta a quienes utilizan esta técnica para vender publicidad personalizada. Es la guerra por la privacidad, precisamente cuando el cambio en las reglas de WhatsApp ha desatado una tormenta de críticas por su intercambio de información personal, lo que ha llevado a muchos usuarios a migrar a otras redes. La respuesta de Zuckerberg ha sido que la minería de datos es importante para que las empresas generen publicidad dirigida y que las pequeñas empresas se verían perjudicadas si los clientes rechazan su intrusión (el 98% de los ingresos de Facebook proviene de la publicidad). La pregunta revela tanto cómo se ha banalizado la captura de datos personales como la estrategia comercial basada en la manipulación del consumidor. Pero la posición de Facebook, propietaria de WhatsApp, contradice la cultura de muchos internautas. Sabiendo que un tercio del mundo está en esta red social, podemos ver la dimensión de la disputa.

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