Una verdad verdadera. «Porque parece mentira la verdad nunca se sabe». El escritor mexicano Daniel Sada escuchó esta sentencia en la estación de autobuses de Culiacán. Otra. En ocasiones, en momentos mágicos, la verdad aflora, desnuda, libre, auténtica. Es fácil reconocerla. Sientes miedo, frío, vergüenza… La verdad asusta. «Por mucho que te engañen, te engañes, […]
Una verdad verdadera. «Porque parece mentira la verdad nunca se sabe». El escritor mexicano Daniel Sada escuchó esta sentencia en la estación de autobuses de Culiacán. Otra. En ocasiones, en momentos mágicos, la verdad aflora, desnuda, libre, auténtica. Es fácil reconocerla. Sientes miedo, frío, vergüenza… La verdad asusta. «Por mucho que te engañen, te engañes, la realidad es otra».
Verdad de la buena. El sistema económico mundial no tiene corazón, pies ni cabeza. Es humo. Humo negro. Un soplido y vuela. Desaparece. El Northern Rock (La Roca del Norte), el quinto banco hipotecario del Reino Unido, parece hoy un merengue. En dos días, tras conocerse que el Banco de Inglaterra le había concedido un crédito de emergencia para paliar la falta de liquidez, sus acciones perdieron un 67% del valor. Los clientes del banco sacaron de sus cuentas 2.900 millones de euros, un 8% de los depósitos totales.
El dinero habla. Y miente. El Ministerio de Finanzas del Reino Unido garantiza el 100% de su capital a los clientes de todos los bancos que tengan problemas durante esta nueva crisis. La Reserva Federal de Estados Unidos baja los tipos de interés por primera vez en cuatro años… Las llamadas a la calma se multiplican. La libreta de ahorro es sagrada. La fe (monetaria) mueve montañas de dinero. Si la banca gana, ganamos todos.
La verdad espanta. La banca es un cáncer. Terminal. O nosotros o ella. «Las crisis adelantan la toma de conciencia», explica la escritora canadiense Naomi Klein. «Es como cuando a un sapo lo echas en agua hirviendo y comienza a saltar para no morir. Si lo pones en agua tibia y vas subiendo la temperatura, probablemente no se de cuenta hasta que esté muerto». La crisis está aquí. La burbuja financiera tiembla. Hierve. Toca saltar. Con una aguja en la mano, hasta que reviente. Hoy sin bancos. Mañana sin dinero. Verdad verdadera.