Salvo la encuestadora Cedatos, que trata de vendernos el embuste de que en las elecciones presidenciales habrá un empate técnico entre Lenín Moreno y Guillermo Lasso, otras cuatro empresas de sondeo le adjudican al primero una cómoda victoria que, en números redondos, significa más de un millón de votos. Y es que resulta fácil constatar […]
Salvo la encuestadora Cedatos, que trata de vendernos el embuste de que en las elecciones presidenciales habrá un empate técnico entre Lenín Moreno y Guillermo Lasso, otras cuatro empresas de sondeo le adjudican al primero una cómoda victoria que, en números redondos, significa más de un millón de votos. Y es que resulta fácil constatar esta ventaja; basta ver el crecimiento del apoyo popular a Lenín Moreno en todas las provincias, y esto por la acción múltiple de sectores políticos democráticos y organizaciones sociales que no necesariamente forman parte de Alianza PAIS.
Nosotros mismos hemos tenido la oportunidad de participar en días recientes de reuniones en Portoviejo, Guayaquil, Cuenca y Riobamba, donde se constituyeron frentes unitarios de acción que enseguida comenzaron sus labores por la conquista del voto popular y la preparación de medidas de control y custodia del triunfo que desde ya se anuncia será desconocido por el banquero y su combo derechista y oportunista, al cual han ido a parar desechos de la decrépita partidocracia y minipartidos que se membretan como izquierdistas.
Mientras el calentamiento global cae sobre el planeta con efectos destructores en forma de verdaderos diluvios, deslaves colosales y nociva elevación de la temperatura, aquí, sobre nuestro lindo y sufrido Ecuador, el banquero y su combo han iniciado un calentamiento global de carácter político, que podría acabar con nuestra débil democracia y prender una nueva ‘hoguera bárbara’ que envolvería con implacables lenguas de fuego a todo nuestro pueblo.
La bandera de los incendiarios, en este caso, es la mañosa y anticipada versión de que el 2 de abril habrá un fraude gigantesco para desconocer la supuesta victoria del banquero. A sus huestes, pagadas o crédulas, que las tiene, les vienen calentando las orejas y las cabezas a fin de que ese día desencadenen su furia destructiva. Para ello se valen de cualquier medio, por infame que sea, como el de utilizar las redes sociales por mano de numerosos y bien pagados tuiteros y calumniadores de oficio, a fin de desorientar a los electores, sembrar la duda y acicatear un odio nunca visto antes en la política ecuatoriana.
En sus siniestros planes cuentan, por cierto, con la estridente vocería de medios privados, en la que se suman diarios, canales de televisión y radiodifusoras de todo el país. Y más allá todavía: cuentan con el apoyo de altos oficiales de las Fuerzas Armadas, activos o pasivos, que reúnen a la tropa y tratan de ideologizarla en contra de la candidatura de Lenín Moreno, porque supuestamente representa un peligro para la institución, por lo que ella debe apoyar decididamente al banquero Guillermo Lasso.
Y más todavía: este y su combo gozan del apenas oculto apoyo de la CIA y la participación de la derecha continental, con Mauricio Macri y los fascistas venezolanos a la cabeza. Hay, pues, un grave peligro a la vista, pero por fortuna, el calentamiento global de Lasso y su combo puede ser detenido por la calurosa decisión de todo un pueblo que en estos últimos años aprendió a vivir en democracia.