Hagamos un repaso a la revolución francesa, y a la inglesa, de 1878[1]. Tras la Edad Media, fue naciendo un grueso de burguesía y pequeña burguesía que se postulaba para subir en el escalafón social al nivel de la aristocracia, la clase social de élite de la época. Por activa y por pasiva, lo intentaron durante años; tantos que, finalmente, la burguesía se dio cuenta de que la aristocracia se resistía a que la burguesía ascendiera en el escalafón social y dejó de intentar hacerlo al modo de la aristocracia; buscó su propio camino, aunque, sin duda, heredó e imitó maneras. Su construcción ideológica diferenciada, un incipiente capitalismo ideológico, (adecuación cristiana y calvinista de la usura), se mezcló con sentimientos de resentimiento y animadversión hacia la clase social privilegiada, que no dejaba hueco ni lugar para hacer sitio en su estatus a una clase burguesa cada vez más activa social y políticamente, y, más numerosa. De tal guisa, que el malestar y la resistencia fueron convirtiéndose en protesta, reivindicación y revuelta. La llamada revolución burguesa. Pero percatarse de que la aristocracia no dejaba sitio entre sus filas tardó años en cuajarse, tal vez, los doscientos; dado que, al principio, suponían que la pleitesía, el convencimiento, la compraventa nobiliaria o el casamiento de conveniencia iban a hacer que fueran aceptados como miembros de la aristocracia de pleno derecho. La aristocracia miraba por encima del hombro a la incipiente burguesía y no tenía la más mínima intención de compartir privilegios. Finalmente, abrieron los ojos: revolución; pero la clase burguesa no era homogénea, compuesta por diferentes estratos, el más alto de ellos utilizó mediante la alianza y la artimaña, a los pequeños productores independientes (la mayoría en los san cullotes[2]) y las clases marginadas para conseguir una revolución a su medida, marginando posteriormente a la mayoría obrera depauperada, buena parte de los san cullots, y, en bloque, a todas las mujeres, pues los derechos “universales” fueron siempre concebidos “del hombre y del ciudadano”. Hasta aquí la lección de la historia.
Puede que algo similar ocurra hoy en día. El sueño de una clase media acomodada en el estado del bienestar equivaldría a formar parte de la élite socioeconómica y de poder instalada en las altas instancias empresariales y estatales. Las aristocracias de los partidos, los sindicatos, las instituciones judiciales, burocráticas y empresariales son, sin embargo, las que por medio de una sofisticada maquinaria ideológica, burocrática y normativa que habla en nombre del pueblo, la participación o la gobernanza, de la igualdad de todos ante la ley o de una supuesta representación de todos en el gobierno; sigue, de hecho, tratando a la clase obrera, a los más precarios y a una clase media que sube y baja de escalafón según la gestión puntual del capitalismo, como útiles infantilizados y subalternos a los que una y otra vez se nos hace creer que formaremos parte del sistema, sin que, finalmente, se nos haga hueco ni lugar en él. La gestión de la crisis permanente sirve precisamente para la reproducción de las desigualdades. La llamada casta política, las élites socioeconómicas, militares, judiciales y burocráticas son realmente quienes detentan el gobierno de una clase media, en gran parte ideológicamente capitalista y consumista, preparada y dispuesta para la reproducción del individualismo, la jerarquización, la competitividad y todos los elementos narrativos que la hacen útil al dominio de las aristocracias del siglo XXI. Con la crisis del 2008, una bolsa importante de esa clase media se vio en el nivel de la precariedad y tal vez se dio medianamente cuenta de la condición de clase obrera precaria y del mito de la meritocracia. Con la crisis del 2019, detonada por un agente biológico que sirve de estresor social, parece que se vuelve a repetir el proceso. Cada vez más normas, más autoritarias, y, cada vez menos derechos, más vaciados. Más desigualdad y una nueva acumulación de poder y de capital en manos de las élites, ahora en nombre del interés general de la salud pública. Buena treta; como si la ciencia fuera puro altruismo y no un embrollo de intereses creados, esencialmente de clase.
Pero, para que el engaño ocurra (seguimos pensando en el proceso previo a la revolución francesa) hace falta una ideología que se postule como cercana al pueblo, y, al mismo tiempo, sustente las bases del dominio de unas clases sobre otras. Una ideología ilustrada, es decir, puesta al día en la nomenclatura contemporánea, que controle la narrativa de las relaciones sociales y vitales, y que produzca la ficción de la participación popular, de cierto control por parte de la sociedad. Nace así, desgajada de las construcciones ideológicas transformadoras (marxista y anarquista, que curiosamente tienen de común un escenario utópico sin clases) la ideología socialdemócrata liberal que apuntala el sistema clasista para instalarse como acomodo a la propiedad privada de los medios de producción, re-nominada como espacio inviolable de libertad. Y sus engendros posmodernos: populismo socialista, capitalismo verde, neoconservadurismo, etc. Un acomodo de sus cuadros y sus élites de partido, claro está, con diversas formas de “aristocraciamiento”: puertas giratorias, negociaciones financieras (“rescate”), fijación o aumento de sus sueldazos, etc. Son el techo, el parapeto, el tope y el principal obstáculo en la defensa de una sociedad sin clases y de abolición de las desigualdades sociales. Abolición. Es como se ha llegado a una sofisticada integración de las identidades (de género, étnicas, etc.), dejando de lado o marginando la inclusión de la igualdad social. Tratándola como algo que nos queda bien, en cualquier caso, sin contenido (pink y greenwashing, lavados de cara). Un bluff: el feminismo corporativo o empresarial, por ejemplo. Esto es el PSOE desde hace años y la deriva del “equilibrismo” de Podemos, y, por supuesto, Geroa Bai con su TAV y sus proyectos macrocapitalistas de Ayerdi & Cía.
En el caso de la izquierda abertzale oficial (Bildu, Sortu?, Alternativa) y con todos los respetos que merece una fuerza de izquierda tradicionalmente contestataria por su constancia militante, su coherencia y por ser habitual punto de mira represivo; su decisión de apoyar los presupuestos del PSOE en 2020 podría calificarse, como mínimo, de precipitada desde el punto de vista que aquí se analiza; ya que la estructura política que sustenta la sociedad de clases no parece haber sufrido ningún rasguño significativo, se trata más bien de reformas posibles dentro del capitalismo “tradicional”. Ni topes a los sueldazos, ni restricciones fiscales a las fortunas ni nada que se le parezca.Un proceso de domesticación y de integración institucional dicen algunas voces críticas[3].
Piensa la “izquierda” que contemporizando, es decir, acercándose al PSOE, el puntal del capitalismo ideológico neoilustrado, tendrá posibilidades de hacer política (la profesionalización es el primer paso de la reproducción); en lugar de que sea la socialdemocracia (que incluso perdió el discurso diferenciador del socialismo democrático de clase[4]) la que vaya hacia la izquierda. Pero dado que esto último no es más que una ficción… Esperemos 200 años más para comprenderlo…, como aquella burguesía revolucionaria del 78. Así nos va: Monarquía & Parlamentaria. Militocracia & Intervenciones de Paz; Fascismo & “Campechano”-Ilustrado. Los Gonzalez, Borrel y Cía., su 155 y su “palito de aboyar ideologías” como dijo sabiamente Mafalda. Ocurrió algo similar en otros países y procesos, por ejemplo, en la Nicaragua de los Comités de Defensa Sandinista, inicialmente transformadores, posteriormente socialdemocratizados y, finalmente, reconvertidos en movimientos vecinales sin un horizonte revolucionario[5].
Viendo el documental “Serás un hombre”, un documental proselitista del PSOE; es fácil darse cuenta de la falsedad del debate abolicionismo/sindicalismo del asunto prostitución y del tope que suponen las ideologías neoliberal-socialdemócratas. Un abolicionismo sin un plan de ofertas concretas de trabajo para las trabajadoras concretas del sistema prostitucional, es un bluf. Un sindicalismo que dé como resultado una legalización de la explotación y la precariedad, una ETT prostitucional, otro. Ninguna de las dos opciones acaba con la explotación ni con la trata, que seguirán teniendo su dimensión en la economía sumergida (por ejemplo, pisos “de alterne”), pues el asunto es más global. Es decir, la consideración de unos trabajos como inferiores y destinados a determinadas clases sociales frente a otros de prestigio social, con buenas condiciones y bien pagados. Por ejemplo, con el Covid-19, ha quedado meridianamente claro la precaria situación de las residencias de la tercera edad. ¿Va a ver un plan para un sistema público de residencias[6] y una inspección que ponga límites al sistema privado de explotación? Parece que no. Ahí tienen Vds. un nicho de trabajo para mujeres prostitutas que podrían formarse a corto plazo como auxiliares de enfermería o personal de limpieza. Profesiones ambas que, en buenas condiciones y bien pagadas, como corresponde a limpiar todos los días, con cariño, el culo del personal, sus diarreas o sus vómitos, son tan o más dignas que las de médico o dentista. Eso sí, invisibilizadas, a pesar de constituir realmente la primera línea contra el Covid-19. Los cuidados en el centro, dicen; pues ahí están las TCAE, teniendo que salir con sus pancartas a la calle para que se le reconozca su labor[7]. A eso me refiero cuando digo que la consideración de unos trabajos como inferiores y otros como superiores es un elemento clave para la reproducción de las clases. El prestigio social es una construcción ideológica promovida por activa y por pasiva por las clases dominantes para su beneficio. Pero que nadie piense o sueñe que con el eterno tope de la socialdemocracia va a ver un verdadero sistema público de salud en el que se integran asuntos como el dentista, la vista, el oído o la salud laboral (uno en el que desaparecieran las mutuas o fueran integradas en dicho sistema), o, cuestiones sociosanitarias comunitarias y educacionales que quedan hoy en día en el limbo burocrático de la precariedad.
Imaginemos, como el título de esta reflexión, una ley de semejante guisa, a la manera en la que se han confeccionado las de igualdad entre hombres y mujeres. Inimaginable, ¿no?. Se trata de eso, de dejar de pensar, “que no te pagan para ello”, te repiten una y otra vez como mantra nihilista de la ideología burguesa que nos inoculan desde el primer trabajo. ¿Soluciones? No hay otra idea que no sea la rotación de tareas (en casa y en el trabajo), por tanto el reparto no solo de tareas, sino del empleo, de la economía o igualdad socioeconómica de oportunidades y del poder o empoderamiento social de la gobernanza, autogestión en términos libertarios. La nueva contabilidad de los Estados que infiera equivalencias en el mercado de la economía de los cuidados, las tareas domésticas o las domo-burocráticas no nos lleva a nada si no hay un cambio de la economía reproductora de desigualdades (o sea, de clases) a otra de equivalencias en tiempos: trabajo, formación, vida. Por ello, tiene poco sentido feminizar ciertos trabajos por el hecho sólo de que hayan sido históricamente asignados a “varón” y viceversa, sin igualizar los trabajos que han sido históricamente asignados por las elites de poder como “no-prestigio-manual-simples-rutina-etc.” frente a los de “prestigio-de gran responsabilidad social-expertos-complejos-intelectuales”, etc. ¿Cuánto habría de cobrar ahora un@ trabajador/trabajadora de una empresa de desamiantación? ¿Menos que un directivo de una multinacional? No hay otra solución que la de la educación universal gratuita para todo el mundo, (¿el sistema finlandés o el sistema “sudado” cubano?). Universal quiere decir gratuita, totalmente gratuita desde la infancia a la universidad; no las migajas en forma de becas y subvenciones con las que el neoliberalismo pretende colar caridad social por igualdad de oportunidades. Masculinizar sin más ciertos trabajos históricamente “femeninos”, nos lleva a la contradicción de masculinizar la pobreza. El engranaje patriarcado/capitalismo requiere otros cambios. Lo llaman discriminación múltiple, pero le dedican poco espacio a ello. ¿Podríamos visualizar si quiera Unidades de Igualdad Social en todos los departamentos y ministerios? ¿Contra las castas? ¿Os imagináis el principio de transversalidad para la abolición de las clases sociales? ¿Por qué es más mediático y conocido popularmente el término “techo de cristal” que el de “suelo pegajoso”? El fascismo ilustrado del capitalismo controla el discurso en los medios culturales y simbólicos, Gramsci lo llamó hegemonía. Clase, jerarquías, poder, van de la mano. Abolición.
Las clases sociales desaparecieron de los discursos electorales, porque los partidos son gobernados por clases medias altas interesadas en mantener cierto status quo social a su medida, y, a la medida de la reproducción del elitismo de hecho. Cobran bien, viven bien, se enrocan. Apuntalando los sueldazos de la industria política y los puestos llamados de responsabilidad, algunos partidos blanquean su voto diciendo que en realidad sus parlamentarios y concejales cobran menos y una parte de sus nóminas se destina a la financiación del partido. Otros justifican su voto diciendo que también los suyos también cobran menos y el resto va a un fondo para causas sociales. De una u otra manera, lo cierto es que es bastante contradictorio pertenecer a tradiciones ideológicas de base socialista, es decir, si entendimos bien la lección, que postulaban la desaparición de las clases sociales, y, al mismo tiempo, votar para asentir con y asentar las enormes diferencias salariales de parlamentarios, concejales, cargos directivos de instituciones y entidades públicas, etc. en nombre de una causa superior y posterior (!?). Luego dicen que la contradicción de las contradicciones es no votar, supuestamente porque significa votar a la derecha. Paja del ojo ajeno. ¡26.285€ al mes es lo que cobra el “socialista” Borrell y no se les cae la cara de vergüenza![8]. Abolición ya.
Las clases sociales, las castas, las élites de poder…; aberchales (euskara + castellano: híbrido en un juego con la palabra “abertzale”: patriota + chale: casa de campo asociada a lujo y estatus económico), adinerados, acaudalados, alta alcurnia, alto copete, amos, el amo (rural), los amos del mundo, aristocracia, alta aristocracia, aristocracia sindical, arriba de la bola (Cuba), barandas (porque siempre hablan para público del que están separados por una baranda), batxokarea (“una carretada de gente del Batxoki), bereziak (euskara: especiales, especialitos…), bien nacidos, borjamaris, burguesía, cacique, capo de capi, la casta, cayetanos, celsitud, chetos (Argentina), chorizos, chusma, clase dirigente, corte, cortijeros, crack, cuna, cuna alta, cuneteros, cúpula, cúspide, dandis, directivos, dueños del mundo, ejecutivos, el Don o los Don, el no va más, el que parte y reparte, eminencias, su eminencia, enchaquetados, encomenderos, espuma, excelencias, su excelencia, exquisitos, fariseos, figuras, flor y nata, gente bien, gente guapa, gente importante, gentiles, gentilhombres, gerifalte, geriarcas, geris, gobierno en la sombra, handi-mandiak, haundikiak (“los haundiquis”), iluminatis, jailones (grupo de jóvenes de la élite boliviana), jauntxoak, jetas, jet, jet set, jet society, junkers (alemán), la crème de la crème, la jai (Cuba, high), los de arriba, los de la casa grande o casa rica o casa fuerte (rural), los del club de Bildelberg, los elegidos, los guays de la alta sociedad, los mandamases, los popes (finanza), los que cortan el bacalao, los que más mean (Cuba), los que saben, los putos amos, los que pilotan (lenguaje de adolescentes), los varones/ los barones, la mafia, banda, mala hierba, minoría social, millonetis, millonarios, morralla, natas (Andaluz…), nobleza, nube, number One, oligarquía, parásitos, pastosos, pata negra, patricios, patrones, pijo peperos, pijos, pijerío, pinchos (Cuba, clase gobernante), poderosos, potestados, privilegiados, pro, próceres, próceres de la patria, progenie, propietarios del IBEX, prosapia, PTVs (“de Pamplona de Toda la Vida”), pudientes, rancio abolengo, rentistas, ricachones, ricos, salido del sobaco de Buda (creerse salido…), gente selecta, señoritos, señoritingos, snobs, socialité, solistas, super, the best, the very best, the upper crust (inglés, lit.: corteza superior, capa superior o que está en los más alto, más arriba), fresas (Sudam.), tierrahabientes, todopoderosos, top ten, VIPs.
Todos y todas esas, según la gente, incluso existen. Abolición. Lo dijo la revolucionaria Assata Shakur: “Nadie en el mundo, nadie en la historia ha conseguido nunca su libertad apelando al sentido moral de sus opresores”. ¿Han de pasar otros 200 años para darnos cuenta?. Seguimos con las rebajas y las migajas que nos ofrece la neo-aristocracia. Abolición: ahora o nunca.
[1] Sigo fundamentalmente a Terence Turner: Clase, cultura y capitalismo: perspectivas históricas y antropológicas de la globalización. In: Antropología política: temas contemporáneos / Montserrat Cañedo Rodríguez y Aurora Marquina Espinosa (eds.). Barcelona: Bellaterra, 2011 . Págs.: 69-82.
[2] Facundo Lafit: La relación entre el movimiento sans culottes y el jacobinismo: acuerdos y contradicciones. Revista Derecho y Ciencias Sociales. Febrero 2010. Nº2.Pgs.202-214. ISNN 1852-2971. Instituto de Cultura Jurídica y Maestría en Sociología Jurídica. FCJyS.UNLP. Accesible on line.
[3] https://zuzeu.eus/euskal-herria/psoe-pozik-eh-bilduren-bilakaerarekin/ (Kontsulta: 19/10/2020) https://gedar.eus/koiuntura/manexGM/aurrekontuak (Kontsulta: 12/22/2020) https://vientosur.info/eh-bildu-y-los-presupuestos-generales-del-estado/ (Consulta: 1/23/2021) https://ezkeriraultzailea.net/index.php/gaur-egungo-albisteak/euskal-herria/1853-psoe-unidos-podemosen-gobernua-eh-bildu-eta-aurrekontuak (Consulta: 25/01/2021) https://www.noticiasdenavarra.com/actualidad/politica/2021/01/16/navarra-aht-gelditu-critica-partidas/1111852.html (Consulta: 25/01/2021) http://www.e-ribera.com/2021/02/el-giro-socialdemocrata-de-eh-bildu-y.html (Consulta: 02/03/2021)
[4] Léase por ejemplo la ponencia introductoria de Ignacio Sotelo, “Socialismo y cultura” [págs.: 17-36] en: Propuestas culturales PSOE / introducción, Felipe González; prólogo, Rafael Ballesteros. Edición a cargo de Rafael Castellanos, responsable del Frente Cultural del Partido Socialista Obrero Español. Madrid: Mañana, 1978. Felipe González apuntaba en aquella época que “por lo que respecta al Partido Socialista Obrero Español sigue siendo válido, hoy como ayer, este resumen de su Declaración de Principios: «el ideal del Partido Socialista Obrero español es la completa emancipación de la clase trabajadora; es decir la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una sola de trabajadores dueños de su trabajo, libres e iguales, honrados e inteligentes». Pág. 2. Como se sabe hoy en día no es más que un representante de las oligarquías capitalistas; además del presunto cabecilla de la organización fascista GAL, a la fecha de hoy sin pasar por un banquillo.
[5] Ted C. Lewellen: Introducción a la antropología política. Tercera edición. Edicions Bellaterra, 2003. Págs. 169-173.
[6] Me refiero no al sistema actual que, según parece ha quedado obsoleto porque deja sin derechos y autonomía a las personas mayores, sino en el tipo de residencias-vivienda con unidades convivenciales, con asistencia de profesionales en su caso, en el que se prioriza las capacidades de las personas mayores y la convivencia compartida.
[7]Las Técnico/as en Cuidados Auxiliares de Enfermería, coloquialmente conocidas como auxiliares de enfermería, son realmente quienes han enfrentado la pandemia por su contacto diario y estrecho con el paciente. Todos los días hay que limpiar vómitos, heces, líquidos postquirúrgicos, etc., etc.; su exposición a riesgos es altísima, y, sin embargo, son un nivel salarial bajo y su especialidad no es reconocida. Son unos de los trabajos “sin prestigio” del sistema: https://www.noticiasdenavarra.com/actualidad/sociedad/2021/05/27/tecnicas-enfermeria-hartas/1149724.html; https://www.pamplonaactual.com/articulo/salud/tecnicos-sanitarios-concentran-pamplona-pedir-reconocimiento-carrera-profesional/20220202201544291514.html (Consulta: 16/02/22)
[8] https://sueldospublicos.eleconomista.es/texto-diario/mostrar/1471300/borell-percibira-130-salario-base-funcionario-europeo-cobra-como-alto-representante-union / https://www.publico.es/internacional/salarios-europa-borrell-cuadriplica-salario-convertirse-jefe-diplomacia-europea.html / https://ec.europa.eu/commission/commissioners/2019-2024/borrell-fontelles_es (Consulta: 11/11/2020)
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