Recomiendo:
6

Liberalismos y neoliberalismo

Fuentes: Rebelión

Podríamos mencionar algunas definiciones de liberalismo que difieren en alguna medida.

Por ejemplo, el diccionario de la RAE lo define así: “Doctrina económica cuyo iniciador fue el economista y filósofo escocés del siglo XVIII Adam Smith (con su libro La riqueza de las naciones, 9 de marzo de 1776), que defiende el libre flujo de las fuerzas del mercado sin intervención estatal o reduciendo ésta a un mínimo…”

Otra definición puede ser la del “Oxford Languages”: “Doctrina política, económica y social, nacida a finales del siglo XVIII, que defiende la libertad del individuo y una intervención mínima del estado en la vida social y económica. En definitiva, que defiende el individualismo”.

A mí me resultan demasiado ambiguas y esquemáticas, porque tenemos que partir del hecho de que la realidad no es monolítica y simple, sino que es muy compleja, cambiante y contradictoria. En consecuencia, nos vemos obligados a considerarla con múltiples ángulos de vista, múltiples interpretaciones y que evoluciona en diferentes etapas. Por consiguiente, resulta un simplismo muy pobre hablar del liberalismo como si solo existiera uno y completamente estático. Hay que observar que a lo largo de la historia se han dado diferentes interpretaciones de él.  En realidad, a parte del de Adam Smith, al menos, podemos considerar al menos cuatro tipos de liberalismo: 

a. El liberalismo constitucionalistadel siglo XIX, que viene a coincidir con el inicio de la Revolución Atlántica (revoluciones antimonárquicas de EE. UU.de1776 y Francia de 1789), su base era crear una Constitución Nacional, una Carta Magna (que luego reclamarían los “cartistas ingleses”, en 1838) para que la soberanía en lugar de estar contenida en una sola persona, el monarca, fuera una soberanía de todo el pueblo. Una sociedad con un pueblo soberano.

También apareció el liberalismo constitucional en España, pero algo más de veinte años después, con la proclamación de las cortes de Cádiz em 1812 cuando en toda la nación española sólo quedaba este rincón gaditano sin sufrir la invasión napoleónica.  Pero la puesta en vigor del liberalismo constitucional español tendría que esperar a producirse hasta el 1 de enero de 1820, cuando a causa del descontento de un ejército acantonado en Andalucía, camino de sofocar la sublevación de América, Rafael del Riego, su comandante, proclama la Constitución Española en Cabezas de San Juan (Sevilla). El liberalismo español era algo confuso y muy heterogéneo, en principio al contrario de ser antimonárquico (como lo eran los de EE. UU), era monárquico (lo que tiene algo de oxímoron), aunque en su interior tenía fuertes corrientes antimonárquicas. Era un liberalismo cuyo uno de sus objetivos era la liberación de los pueblos, entre ellos los del Tercer Mundo, del que formaba parte Hispanoamérica.

b. El liberalismo del “consumidor soberano, inventado por el economista austriaco en 1920 Ludwig von Mises basado solamente en los deseos individuales y en la supuesta libertad de las leyes y los mercados. Influyó en el nazismo de los años 30; eso sí, el consumidor soberano solo podía existir en la elite de la raza aria, uno de los productos emblemáticos a consumir por esta raza, era el Volkswagen, el coche del pueblo en alemán. Este neoliberalismo respondía solo a deseos individuales y a la libertad formal de las leyes y los mercados.  La idea del “consumidor soberano”, aspira a lograr la liberación de la programación del Estado y conseguir la libertad de poder elegir entre las mercancías que ofrece el mercado. Pero esta idea es completamente falsa, es un invento de los dueños de los medios de producción, trasmitida y “hecha verdad” por los medios de comunicación que de resultas sus dueños suelen ser los mismos que los dueños de producción.

Según este tipo de liberalismo hay que crear en los compradores la obsesión de consumismo de cosas innecesarias, aunque solo favorezca a las élites pudientes, las únicas que pueden elegir con total libertad las mercancías que les apetecen. También favorece (sobre todo) a los que son poseedores de los medios de producción. Pero para hacer crecer las ganancias de los dueños de los medios de producción hay que crear en los compradores la obsesión de la compra, puesto que cuantos más deseos de compras, incluso las innecesarias (consumismo), habrá más beneficios para el productor y para el mercader, junto con un aumento de la brecha social. En resumen, esta “libertad de elección” es falsa porque con el liberalismo y el neoliberalismo está históricamente constatado que la brecha social no para de aumentar, lo que indica que cada vez hay menos gente con libertad de elegir “soberanamente”. Como decía José Luis Sampedro, “intenta elegir en el mercado si solo dispones de un euro, y veras que poco puedes elegir”.

Pero no solo esta libertad de compra es totalmente falsa, también lo es la libertad de elección democrática en las elecciones neoliberales, porque aquí también actúa el Poder Mediático, en los cerebros de la gente, durante las campañas electorales.  En realidad, nos hacen confundir la verdadera libertad, con la libertad de mercado y con el “consumir soberano”. Como decía Michel Foucault: “Para crear una sociedad de mercado, primero es necesario construir un orden de mercado y segundo, enseñar (u obligar) a la gente a comportarse de acuerdo con los principios deseables para este orden” Para sacar estas conclusiones Foucault se fijó en ejemplos de los conceptos de liberalismo: el alemán, años 30 (liberalismo nazi); y el estadounidense de Milton Friedman, años 70 (liberalismo de Chicago); aunque en este momento y en Chicago se producen los primeros barruntos del “neo-liberalismo”. Y tal vez se pueda considerar al tenebroso Milton Friedman uno de los padres del “neo-liberalismo”.

c. El neoliberalismo o liberalismo de la Tercera Vía. Sus principales exponentes son en el plano económico Milton Friedman y al austriaco Friedrich von Hayek y en el plano político Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Deng Xiaping. Con frecuencia se le denomina neoliberalismothatcherista. Comenzó a iniciarse por Milton Friedman entre los´60 y los´70, pero que se profundizó con el triunvirato Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Deng Xiaping, en los, 80. Aparece una idea amañada, como de izquierda, denominada la Tercera Vía. Pero sólo se trata de que el modelo del consumidor colonizó el lenguaje con el nacimientoun supuesto proyecto de la izquierda como: “la protección de los consumidores” (sobre todo a los que tienen libertad de consumo, sólo unan pequeña élite), en lugar de proteger a la clase trabajadora y el Tercer Mundo. Además, ve al mercado como el lugar ideal donde puede prosperar lo individual (claro sólo en lo individual elitoso). Y llegó un momento en los años ´70, en el que se llegó plantear que era necesario reducir el número sectores da la sociedad “improductivos”: La sanidad pública, la enseñanza pública, la seguridad social del trabajador, etc.) y que persiguen intereses propios y luego restaurar la eficiencia económica mediante la desregulación del mercado y la liberación del individuo como consumidor. Se olvidan por completo los ideales del bien común y de los valoras relacionales entre las personas, que son sustituidos, por una intensa competitividad individualista.

Además, es posible considerar dos liberalismos completamente opuestos. Por ejemplo, el liberalismo de la revolución de Riego, del siglo XIX,  que se presentaba como una liberación del Tercer Mundo, en contra del imperio colonial español, esquilmador por excelencia del Tercer Mundo hispanoamericano; que no tiene nada que ver con los liberalismos del siglo XX (como el liberalismo del “consumidor soberano” o el neoliberalismo), que precisamente propició crear un nuevo liberalismo(el neoliberalismo) que al fin restaurará un nuevo colonialismo: el neocolonialismo, que ya es incluso más esquilmador que el antiguo colonialismo. Y es que estos nuevos tipos de liberalismo necesitaban intensificar aún más la esquilmación, el colonialismo y el extractivismo, para aumentar el crecimiento económico oligárquico global, claro que esta aceleración se incrementaba aún más, y también debilitaba al Estado, algo que es conseguido iniciando una generalizada desregulación de precios y salarios; y con esto el empobrecimiento de la inmensa mayoría, la destrucción de los recursos naturales y la aceleración vertiginosa del cambio climático,

En resumen, que desde el liberalismoconstitucionalse produjo una evolución de 180º: pasó de defender al Tercer Mundo a aumentar aún más que nunca el espolio del este Mundo, pero siguió llamándose liberalismo. Aunque sistemáticamente la constitución no se emplee en este tipo de liberalismo, puesto que ello es un adorno con careta de “liberal” Y es que el capitalismo tiene una larga historia de trastocar los conceptos, dejando permanente la denominación del continente de estos conceptos, pero cambiando el contenido por otro completamente contrario a lo que engañosamente expresa el continente; que ha quedado conservado como una piel de cordero encubriendo a un lobo feroz. Incluso, a veces, en lugar de piel de cordero, lo que cubre a este lobo neoliberal, es una engañosa piel de “oveja negra”, como resultó ser el caso del presidente Obama.

d. El neoliberalismo globalque fue inaugurado oficialmente a bombo y platillo por Bush padre, quien dijo que comenzaba un nuevo “orden mundial” hegemonizado en exclusiva por los EE. UU, y que se instituyó mediante un programa que se llamó Consenso de Washington(W. C.), por sus siglas en inglés. Este programa contenía, y sigue conteniendo, unas tablas económico “sociales” de aplicación global, promovedoras de una gran represión económico social. Se le puso el nombre de nombre “Consenso de Washington”, porque se firmaría en la capital del mundo. Para conseguir dicho consenso, en 1990 Bush encargó redactar el texto de este programa a John Williamson. El escrito se basa en diez temas, y fue “consensuado” por los organismos internacionales el FMI y el BM (ambos al servicio directo de EE. UU. y sus megacorporaciones) y por otros (“made in USA”): el Congreso de los Estados Unidos, la Reserva Federal, los altos cargos de la Administración y grupos de expertos. Sin embargo, se llamó consenso (EE. UU. se construye sobre montañas de mentiras)

Entre otros, los diez fundamentales y super sagrados principios, o mandamientos, del W.C. a cumplir religiosamente por todos los gobiernos neoliberales globales, (“democráticos”), son:

 1. Disciplina presupuestaria;

 2. cambios en las prioridades del gasto público (reducir los presupuestos en áreas menos productivas: la sanidad, educación e infraestructuras);

 3. reforma fiscal encaminada a buscar bases imponibles amplias y tipos marginales moderados;

 4. liberalización financiera, especialmente de los tipos de interés;

 5. búsqueda y mantenimiento de tipos de cambio competitivos;

 6. liberalización comercial;

 7. apertura a la entrada de inversiones extranjeras directas;

 8. privatizaciones;

 9. desregulaciones (de precios y salarios);

 10. garantía de los derechos de propiedad.

Diez mandamientos que son un potente catalizador del cambio climático, calentamiento global, desertificación, destrucción de la diversidad, etc. Amén de un vertiginoso aumento de la brecha social, con una progresiva desaparición de la clase media.

Julio García Camarero es doctor en Geografía por la Universidad de Valencia, ingeniero técnico forestal por la Universidad Politécnica de Madrid, exfuncionario del Departamento de Ecología del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y miembro fundador de la primera asociación ecologista de Valencia, AVIAT 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.