Libro para consulta, no para una lectura continuada claro está, resultado de 14 años de investigación, de trabajo riguroso y mucho esfuerzo y dedicación (y sin ayudas oficiales).
Como en la inolvidable novela de José Saramago, también aquí están todos (o casi todos) los nombres. De los presos del franquismo, desde 1963 (fecha de la constitución del TOP, Tribunal franquista de Orden Público) hasta 1977 (ley de Amnistía). Nunca una lista ha sido tan necesaria (y justa) como esta.
Obra escrita desde la militancia, desde el rovell de l’ou (el autor sufrió cárcel en Carabanchel, Palencia y Jaén; n. del ed.- yema del huevo), y sin asomo de sectarismo. “Tras tantos años de sufrimiento y lucha, era un acto de justicia reconocer a las miles de personas que combatieron la dictadura y que fueron encarceladas, torturadas o asesinadas. Nunca antes se había encarado un estudio de tal envergadura”, ha declarado el autor.
Un breve apunte sobre él. Luis Puicercús Vázquez (Madrid, 1951), nacido en el seno de una familia trabajadora, estudió becado a partir de 1965 Artes Gráficas en la Universidad de Tarragona. A los 18 años inició su militancia en el PCE (m-l)-FRAP. Detenido en 1972 como responsable de una imprenta del partido, fue juzgado y encarcelado cuatro años por asociación ilícita y propaganda ilegal. Tras la muerte del dictador y general golpista, salió de la cárcel y militó en CCOO (fue elegido delegado sindical durante cuatro años) y desde 2013 forma parte del núcleo fundador de La Comuna, presos del franquismo, “para recuperar su memoria y dar testimonio de las luchas y represión de los últimos años de la dictadura”.
Puicercús Vázquez ha publicado hasta la fecha diez libros. Entre ellos, dos sobre las brigadas de trabajo en Cuba y dos más sobre sus experiencias con el ictus y el cáncer.
En las páginas iniciales se incorporan los testimonios de Eloy Martín Nieto (ex preso político), José Benito Batres (ex preso político), Juan Jesús Molina, Luis S. Fernández, Mariano Muniesa, Iñaki Egaña, Pablo Alcántara y Juan Ignacio Ramos. Unas palabras del primero: “El autor de este libro, con el que compartimos años de prisión, ha desarrollado una extensa y laboriosa labor de recopilación, y ha conseguido que ideologías que han estado enfrentadas se puedan unir para un objeto común: la recuperación de un período que algunos tratan de ocultar. Si no conoces tu historia, es difícil que no se vuelvan a repetir los mismos errores”. Añade: “Bien es sabido que los anarquistas hemos estado en posiciones contrapuestas a las de diversas organizaciones que apoyan este libro, pero nos parece fundamental que quienes hemos sufrido la dictadura defendamos el derecho a que se conozca una historia ocultada”.
Puicercús señala en sus agradecimientos que un trabajo -¡un trabajazo!- de estas características no hubiese sido posible, o hubiera tenido un alcance más limitado en sus aportaciones, “si no hubiese existido la colaboración de muchas personas anónimas, la gran mayoría presos y represalidos del franquismo, a las que desde estas líneas agradezco su esfuerzo y su interés por contribuir a llevar a buen puerto un proyecto de estas características, la primera vez que se lleva a cabo en nuestro país y sin ningún tipo de ayuda oficial”. Su mayor agradecimiento a Juan José de Águila Torres, “a través de su importante trabajo sobre el TOP, la represión de la libertad donde aparecen miles de presos y presas”.
Acompañan, a esta exhaustiva recopilación de nombres, a esta lista necesaria, fotografías inéditas de los represaliados (vale la pena detenerse en ellas), referencias biográficas de abogados antifranquistas, de represores franquistas, una página dedicada a las torturas de “Billy el niño” (de Juan Manuel Baquero) y un apartado dedicado a los que el autor llama “imprescindibles”: Nazario Aguado, Manuel Amor Deus, Dulcinea Bellido Carvajal, Laia Berenguer Puget, Marcelino Camacho, María Jesús Dasca Penelas, Isabel Lominchar Gamo, etc.
Libro abierto, libro en construcción. Según el propio Puicercús, teniendo en cuenta que se calcula que por las cárceles franquistas pasaron “unos 50.000 presos” (unos 30.000 fueron lo que en el argot de la época se conocía como “multeros”, no condenados con sentencia, pero ingresados en prisión por breve periodo), aún hay camino por recorrer en la recopilación de nombres. Pocas semanas después de aparecer publicado el libro en otoño de 2022, Puicercús ha acumulado ya cerca de 300 nuevos nombres, “y la cifra sigue creciendo”. Deja abierta la puerta a una futura edición ampliada de su trabajo.
Con Cernuda: Gracias, compañero, gracias.
El libro está disponible en este enlace: Presos del franquismo de la A a la Z, La represión de la dictadura (1963 -1977)
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