Lawrence M. La Fountain-Stokes (Puerto Rico, 1968-) es un artista, escritor, docente e investigador adscrito a la Universidad de Michigan. Oriundo de Puerto Rico, es egresado del Bachillerato en Artes con concentración en Estudios Hispánicos de la Universidad de Harvard (B.A., 1991). La Fountain-Stokes obtuvo sus grados de maestría en Español y Portugués (M.A., 1992; Ph.M., 1996) en la Universidad de Columbia, donde además completó su doctorado (Ph.D., 1999). Los temas de interés investigativo de La Fountain-Stokes son, entre otros, los Estudios Puertorriqueños, Queer y Latinos, el Caribe Hispánico, los Estudios de la Mujer, de Género y de la Sexualidad, el Teatro, el Performance y los Estudios Culturales, los Estudios Étnicos Comparados y los Estudios de la Migración. Lawrence ha respondido a mis preguntas, y todas sus respuestas son para compartirlas con vosotros.
– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Eres un docente que investiga y escribe sobre la identidad sexual y la experiencia cultural queer puertorriqueña. Hace varios años publicasteis Queer Ricans: Cultures and Sexualities in the Diaspora (2009). No es su último libro, pero es el libro por el que le conocemos. En ese mismo año, publicasteis Uñas pintadas de azul (2009). ¿De qué trató o tratas en esas dos colecciones de ensayos y cuentos?
– Lawrence M. La Fountain Stokes (LMLFS, en adelante) – Queer Ricans es sobre migración y cultura lesbiana, gay, bisexual y transgénero (LGBT) puertorriqueña, específicamente sobre el sexilio o exilio sexual y sobre la experiencia migratoria de diversas generaciones. Es una intervención en los estudios de la migración que se negaban a reconocer que algunas personas se van de Puerto Rico o de su país de origen debido a su sexualidad y a la persecución que sufren. Discuto la vida y la obra literaria, cinematográfica, visual y teatral o performativa de una variedad de artistas, algunos muy conocidos en Puerto Rico, otros más conocidos en Estados Unidos: Luis Rafael Sánchez, Manuel Ramos Otero, Luz María Umpierre, Frances Negrón-Muntaner, Rose Troche, Erika López, Arthur Avilés y Elizabeth Marrero. Me interesaba ver cómo diversos factores tales como el lugar de nacimiento, la edad, el sexo, el género, la raza, la etnia, la clase social y la localización física afectaban la experiencia migratoria puertorriqueña queer en Estados Unidos desde los años sesenta hasta principios de los dos mil y cómo eso se refleja en la creación artística. Muchos de los artistas ofrecen textos autobiográficos que de alguna manera dialogan con su experiencia personal. Queer Ricans es un proyecto de estudios culturales que se posiciona en relación a los estudios de migración y a los estudios de género y sexualidad.
Escribí Uñas pintadas de azul a la misma vez, pero es muy diferente. En este libro de cuentos dialogo con la historia de la migración puertorriqueña homosexual, pero lo hago desde una perspectiva más íntima, autobiográfica y poética. Tiene que ver más con mis experiencias y mis lecturas. De cierta manera es un libro paralelo a Queer Ricans. La Editorial Bilingüe de Arizona aceptó publicar una edición en dos lenguas, es decir, en inglés y español y Blue Fingernails/Uñas pintadas de azul ha circulado en diversos contextos debido a eso. Creo que la gente lo lee más en inglés que en español, tal vez porque se publicó en Estados Unidos.
– WRS – ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarles? ¿Qué relación tienen ambas colecciones de ensayos y cuentos con su trabajo creativo y vuestro trabajo docente-investigativo entonces y hoy?
– LMLFS – El libro de ensayos comenzó como mi disertación doctoral en la Universidad de Columbia en Nueva York. Estudié en los años noventa y tuve como mentora a Jean Franco, una de las pioneras de los estudios culturales latinoamericanos y de las aproximaciones feministas a los estudios literarios. En esa época había un apogeo de los estudios de la migración queer y de los estudios sobre la representación de la sexualidad en la literatura y cultura latinoamericanas, principalmente en New York University (NYU) y en el Center for Lesbian and Gay Studies (CLAGS) del City University of New York (CUNY). Me beneficié muchísimo de ese contexto, del trabajo pionero de investigadores puertorriqueños tales como Juan G. Gelpí, Rubén Ríos Ávila, Arnaldo Cruz-Malavé, Alberto Sandoval-Sánchez, Licia Fiol-Matta, José Quiroga y Agnes Lugo-Ortiz. Pero también había una efervescencia de la crítica nuyorican o diaspórica, de personas tales como Juan Flores y Frances R. Aparicio. Fue gracias a ellos que pude escribir con éxito mi disertación, que luego se volvió Queer Ricans.
La historia de los cuentos es un poco distinta. Ya desde el pregrado me interesaba escribir ficción y publiqué mi primer cuento como estudiante en Harvard. Seguí escribiendo en los años noventa y la escritora puertorriqueña Mayra Santos-Febres me alentó a que publicara un libro. En el otoño de 1997 participé en un taller de creación literaria en Nueva York con la escritora chilena Diamela Eltit. El escritor puertorriqueño Ángel Lozada, quien luego publicó La patografía (1998) y el dramaturgo Jorge González también estaban en ese taller, que fue en la Universidad de Columbia. Recibí un contrato para la publicación de mi libro con una editorial mexicana en 1998, que fue el año en que la Feria Internacional del Libro de Guadalajara invitó a Puerto Rico, pero la editorial no cumplió su promesa. Después firmé contrato con la Editorial Bilingüe en 2004 pero el libro no salió hasta 2009. Parte del problema fue que vivía en Estados Unidos, escribía en español sobre temas explícitos gay, era un autor desconocido y no tenía un contexto local fuerte que apoyara la publicación.
Tengo varios amigos y amigas que escriben tanto crítica literaria o cultural y ficción o poesía y ellos me inspiraron a persistir. En general los departamentos donde estudié (en Harvard y Columbia) y donde ahora trabajo (en Michigan) no favorecen mucho la creación literaria. Su preferencia es por el análisis literario o cultural. En ese sentido mi práctica creativa, tanto performática (las performances y videos que he hecho como Lola von Miramar, un personaje transformista) y literaria (los libros de cuentos) está en tensión con la investigación, aunque en realidad se complementan. Hago lo mismo pero de distintas maneras. Lola von Miramar es bastante didáctica, le interesa mucho que la gente sepa sobre la poeta Julia de Burgos y sobre la poesía puertorriqueña, pero también que sepan de Carmen Miranda, de Myrta Silva y de La Lupe, íconos de los hombres gay u homosexuales y de las locas latinoamericanas. A Lola también le gusta mucho la cocina. ¡Lola es Larry y Larry es Lola, la mayor parte de las veces, aunque Lola es más bonita y más simpática que Larry! Hay días en que Larry y Lola no tienen nada que ver la una con la otra, por ejemplo ahora, que tengo barba.
– WRS – Recientemente publicasteis Escenas transcaribeñas. Ensayos sobre teatro, performance y cultura (2018). Es su último libro de ensayos. Tenéis una extraordinaria serie de publicaciones académicas. Destaca dentro de vuestra hoja de vida otro libro de cuentos, Abolición del pato (2012). Si comparas vuestro crecimiento y madurez como persona, docente, investigador y escritor entre la época que se gradúa de la Universidad de Harvard (1991) con su época actual de docente-investigador y escritor en Estados Unidos, ¿qué diferencias observas en vuestro trabajo creativo? ¿Cómo ha madurado su obra? ¿Cómo has madurado?
– LMLFS – Me gusta alternar las publicaciones más académicas o ensayísticas con proyectos creativos. El primer libro que mencionaste, Escenas transcaribeñas, es una compilación de ensayos cortos, entradas de blog, reseñas periodísticas y charlas académicas sobre teatro, performance, literatura, cine, televisión y artes visuales publicadas en diversas fuentes (Claridad, El Nuevo Día, 80grados, etc.) en Puerto Rico y en otros lugares entre 1996 y 2017. Abolición del pato empezó como un performance unipersonal mío en 2004 en Casa Cruz de la Luna, un centro cultural en San Germán, Puerto Rico, y luego se volvió un cuento, bueno, un libro de cuentos. Desde 2010 he estado haciendo más performances y videos, pero todo compite con las responsabilidades como investigador y profesor universitario. Por seis años dirigí un programa de estudios sobre los latinos y las latinas en Estados Unidos en la Universidad de Michigan en Ann Arbor, que es donde trabajo. Ahora estoy terminando un libro en inglés que se llama Translocas: The Politics of Puerto Rican Drag and Trans Performance (La política de la performance transformista y transgénero puertorriqueña). Es un proyecto interdisciplinario de estudios de la performance enfocado en el transformismo y la performance transgénero puertorriqueña y diaspórica y sus manifestaciones en el teatro, la literatura, el cine documental y narrativo y el activismo desde los años sesenta hasta ahora. Me enfoco en Sylvia Rivera, Holly Woodlawn, Freddie Mercado, Jorge Merced, Javier Cardona, Erika López, Nina Flowers, Lady Catiria, Barbra Herr, Kevin Fret y Jorge Steven López Mercado y en las protagonistas del documental Mala Mala (2014) para mostrar diversas facetas de la experiencia, performance o representación travesti, transformista y transgénero. No sé si he madurado como investigador, docente y escritor, pero definitivamente he ido cambiando. Sigo interesado en la literatura y en el cine pero me he movido también al teatro y a la performance. Eso se refleja tanto en la investigación como en la creación literaria o artística.
– WRS – Eres especialista en Estudios Hispánicos y Literatura Latinoamericana. Larry, ¿cómo visualizas vuestro trabajo creativo con el de su núcleo generacional de investigadores y escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico, Estados Unidos y América Latina? ¿Cómo ha integrado vuestro trabajo creativo e investigativo a su docencia?
– LMLFS – Bueno, ya hablé un poquito sobre mi relación con otros investigadores, la deuda que les tengo, pero también el diálogo. Hemos ido adelantando el campo de los estudios puertorriqueños queer, es decir, los estudios sobre la representación de la sexualidad cuir en la literatura y la cultura puertorriqueñas en el Caribe y Estados Unidos, por casi treinta años. También estoy en diálogo y colaboro con personas que hacen esto a nivel latinoamericano, con la teoría de color queer y con los estudios de migración queer. Soy más joven que algunos, pero mayor que otros. Ha sido fascinante ver cómo personas tales como Javier Laureano, autor del libro San Juan Gay: Conquista de un espacio urbano de 1948 a 1991, que fue publicado en 2016, llevan estas investigaciones en distintas direcciones complementarias. He colaborado mucho con investigadoras, tales como Yolanda Martínez-San Miguel, Jossianna Arroyo, Lourdes Torres y Rosamond King, al igual que con Ben. Sifuentes-Jáuregui y Ramón Rivera-Servera. Mi trabajo como docente en la Universidad de Michigan exige la investigación, es la base de mis evaluaciones anuales. Y mis clases son sobre estos temas. Enseño cursos sobre literatura caribeña queer, travestismos latinoamericanos y género y sexualidad en Latinoamérica y el Caribe.
Lo creativo es una ñapa que hago por pasión personal y por diversión o a veces por salud mental, por expresarme de una manera muy distinta. Es una ventana a otro mundo. Ahí, pues me relaciono más con personas como Mayra Santos-Febres, Ángel Lozada, Yolanda Arroyo Pizarro y Luis Negrón, al menos en el ámbito literario puertorriqueño. Ahora mismo hay una efervescencia literaria y performática queer puertorriqueña que me da mucho ánimo; hay mucha gente joven y no tan joven haciendo cosas muy interesantes. Hay un Congreso de Literatura Queer liderado por Max Chárriez. Hay una conferencia académica bienal, el Coloquio ¿Del otro la’o?: perspectivas y debates sobre lo cuir, liderado por Lissette Rolón Collazo y Beatriz Llenín Figueroa y un equipo muy dedicado y comprometido. No menciono todos los nombres de los escritores y artistas porque son muchos. En el ciberespacio, mi colaborador más cercano ha sido el performancero puertorriqueño Fausto Fernós, quien quiso que yo me vistiera de Lola von Miramar y que apareciera en su serie de YouTube Cooking with Drag Queens. Hemos hecho toda una variedad de videos con Fausto y con su esposo Marc Felion, cocinando tostones y arroz con pollo y haciendo coquito.
– WRS – ¿Cómo concibes la recepción a vuestro trabajo creativo dentro de Puerto Rico y fuera, y la de sus pares?
– LMLFS – Esa es una pregunta compleja. ¡Creo que preferiría que otras personas la respondieran! Una de las complicaciones es el estar fuera dentro, es decir, afuera y adentro a la misma vez, por mi localización geográfica como persona que vive en Estados Unidos y escribe sobre Puerto Rico, como autor o artista que crea obra en inglés, en español y a veces en los dos idiomas y como persona homosexual o gay latinoamericana o latina o puertorriqueña que se viste de mujer para hacer videos en YouTube. A veces siento que estoy en todas partes y que no estoy en ninguna. Otras veces me siento como un puente que une distintas comunidades. Depende del día. Creo que nos pasa a muchxs. A la misma vez, siento que cada día hay más apertura a los temas que trabajamos. En España se han publicado importantes antologías, tales como Resentir lo queer en América Latina: diálogos desde/con el Sur (Editorial Egales, 2014) e Inflexión marica: Escrituras del descalabro gay en América Latina, publicado por la misma editorial en 2018. En Puerto Rico se publicó Los otros cuerpos: antología de temática gay, lésbica y ‘queer’ desde Puerto Rico y su diáspora en 2007, que integra textos académicos y literarios. Creo que hacemos un activismo académico que le abre espacios a la creación literaria y artística, al menos a nivel oficial.
– WRS – Sé que vos es de San Juan, Puerto Rico. ¿Se considera un escritor puertorriqueño o no? O, más bien, un escritor, sea este puertorriqueño o no. ¿Por qué? José Luis González se sentía ser un universitario mexicano. ¿Cómo se siente vos?
– LMLFS – Sí, soy un escritor y un artista puertorriqueño y gay, ¿qué otra cosa voy a ser? No creo en la literatura universal, no hay tal cosa. Los escritores y las escritoras somos muchas cosas, pero no dejamos de ser de un lugar, aunque pasemos a ser de otro. Se puede ser de muchos lugares a la misma vez y dialogar o formar parte de distintas tradiciones. José Luis González era heterosexual y homofóbico. Despreció públicamente a Manuel Ramos Otero, el escritor abiertamente gay más importante de Puerto Rico del siglo veinte. González tenía una visión política y cultural ejemplar, pero también tenía limitaciones muy serias.
– WRS – ¿Cómo integra vuestra identidad étnica y de género y su ideología política con o en vuestro trabajo creativo y su formación en Estudios Hispánicos y Literatura Latinoamericana?
– LMLFS – Bueno, a eso le he dedicado mi vida profesional y creativa, a formular un campo del conocimiento, que es el de los estudios latinoamericanos y caribeños queer como herramienta decolonial, que cuestiona diversos tipos de opresión y de abusos de poder. También un campo artístico o cultural, que es el de la cultura puertorriqueña de ambiente. Para mí van de la mano, de la misma manera que soy gay, puertorriqueño, antirracista, feminista, profesor, investigador y artista. A veces lo hago como Larry La Fountain y otros días como Lola von Miramar. Ambos trabajan en contra de la homofobia, la lesbofobia, la transfobia y la misoginia. Ambos abogan por más entendimiento sobre Puerto Rico, el Caribe y Latinoamérica. Son antiimperialistas pero también muy críticos de la izquierda homofóbica y reaccionaria. Se oponen al neoliberalismo. Todos defienden el idioma español pero también la práctica del espanglish, que es un arte del bilingüismo y no una deficiencia. Todos están comprometidos con diversas luchas sociales y proyectos de justicia social.
– WRS – ¿Cómo se integra vuestro trabajo creativo a su experiencia de vida como estudiante antes y después de su paso por la Universidad de Harvard? ¿Cómo integras esas experiencias de vida en su propio quehacer de docente-investigador en Estados Unidos hoy?
– LMLFS – Mi sueño era estudiar en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras pero eso hubiera requerido seguir viviendo con mis padres y en 1986 eso no era factible. Duré dos años en Harvard y me fui por un año y medio a Brasil, a la Universidad de São Paulo. Me sentí mucho más a gusto en Latinoamérica, aunque también fue difícil: São Paulo es una ciudad gigantesca y había hiperinflación en Brasil en esa época. Regresé a Harvard, me gradué y me mudé a Nueva York, que es prácticamente como estar en Puerto Rico dada la efervescencia cultural de la comunidad diaspórica. Me gustan las ciudades grandes, su ritmo y su oferta cultural. En Brasil me obsesioné con el cine y la danza contemporánea. En Nueva York, empecé a ir mucho al Nuyorican Poets Café, a los teatros puertorriqueños del Bronx como Pregones y BAAD!, que es el Bronx Academy of Arts and Dance de Arthur Avilés y Charles Rice-González. Me tomó tiempo entender qué quiere decir ser puertorriqueño en la diáspora. Hay brechas muy grandes y a veces no nos entendemos. Pero todo este tiempo siempre he estado yendo y viniendo de Puerto Rico. Lo creativo siempre ha estado ahí. Y es el tema de mi investigación y de mis clases. Eso es lo que hago y quien soy.
– WRS – ¿Qué diferencia observas, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a vuestro trabajo creativo y a la temática queer-literaria del mismo? ¿Cómo ha variado?
– LMLFS – Creo que ahora hay más apertura. Eso es bueno. Pero todavía hay muchas luchas pendientes y el conservadurismo está arrasando con nuestros logros. El rechazo a los derechos sexuales y reproductivos es terrible. Todavía hay países donde las mujeres no tienen derecho al aborto y ahora en Estados Unidos y Puerto Rico lo quieren limitar o eliminar. La transfobia no muestra indicios de desaparecer y se fomenta en los niveles más altos del gobierno estadounidense. Todavía no hemos resuelto la crisis del sida. El racismo y los sentimientos anti-imigrantes se están recrudeciendo. La hostilidad hacia la lengua española crece entre los estadounidenses xenofóbicos. Y en Puerto Rico, apenas se supera la devastación del Huracán María, y la Junta de Supervisión Fiscal atenta contra el bienestar de todos. Mi producción cultural y académica surge en este contexto. Agradezco los pequeños logros. He moderado mis ambiciones para no sentir tanto las frustraciones del fracaso.
– WRS – ¿Qué otros proyectos creativos tienes pendientes?
– LMLFS – Por ahora mi meta es terminar Translocas. Después de eso, ¡quién sabe!
Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.