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Pequeñísima Reflexión

Los exiliados y la economia latinoamericana

Fuentes: loquesomos.org

Rodeados de tristeza, frío, con poquísimas pertenencias que tuvieron que escoger antes de marcharse con premura, arriban en barco los inmigrantes como consecuencia de la guerra civil española. Con su cultura de trabajo se asientan en la Argentina, comenzando la mayoría de ellos en trabajos muy debajo de su nivel de preparación cultural, para luego […]

Rodeados de tristeza, frío, con poquísimas pertenencias que tuvieron que escoger antes de marcharse con premura, arriban en barco los inmigrantes como consecuencia de la guerra civil española.

Con su cultura de trabajo se asientan en la Argentina, comenzando la mayoría de ellos en trabajos muy debajo de su nivel de preparación cultural, para luego ir avanzando en el camino de la adaptación.

Algunos lograron la «identidad» que nunca es completa. Lo más cercano a la «plena identidad»fue el mimetizarse con el acento porteño (para aquellos que se radicaron en Buenos Aires), revalidar sus estudios, trabajar en lo que se pudiera hasta lograr ubicarse en lo afín.

Otros se acercaron a ella, continuaron con su lengua (gallega, catalana), se reunieron en colectivos cerrados, extrañaron continuamente su tierra y se dedicaron a su actividad adquirida como ningún argentino hubiera logrado comprender.

Hubo algunos que quedaron en el camino, no lograron trabajar, extrañaron su patria en una forma, se enfermeron tanto física como mentalmente y hasta hubo suicidos.

Esta introducción, solamente quiere mostrar que nuestros inmigrantes adquirieron con «GRAN ESFUERZO» lo que hoy les permite disfrutar de una posición económica estable.

Su cultura, nos transmitió no solamente su capacidad de sobreponerse a los problemas económicos sino el ahorro.
Para aquellos que han vivido en una economía estable, es difícil hacerse una idea del problema de la inflación en un país latinoamericano. Los billetes que se reservan para futuras contingencias, permiten adquirir una docena de huevos ayer, cinco hoy y quizá mañana no alcance siquiera para uno.
La cultura del ahorro tan enraizada en el europeo después de las guerras acontecidas en sus países, la austeridad en la forma de vida diaria, no se condice con la realidad económica de aquellos países del tercer mundo donde se exilian aquellos que huyen de la guerra civil española y de la postguerra.

Es así como, viven un proceso que para ellos es incomprensible.El ahorro se manifiesta en «amontonar» billetes que los mantienen guardados en diferentes lugares de su casa, para que luego la rápida devaluación les impida su «uso». Abuelos, padres de todos los lugares del Estado Español en pequeños montoncitos, reservan dinero que son conservados en en cajones , dentro de libros, en vitrinas. Cuántos hijos y nietos nos hemos topado una vez fallecidos nuestros queridos padres y abuelos, con fajos de billetes fuera de circulación envueltos en papel de diario?

Es un absurdo y una locura contra la cual no podemos oponer resistencia , esperamos un nuevo diseño con esperanza y fe de comenzar de nuevo económicamente y ver crecer nuestros países. Diferentes diseños, sucesiva correlación de ceros, cambios de nombre, australes, pesos ley, pesos moneda nacional…

Más de uno de nosotros (sus descendientes) hemos intentado explicarles que nuestra moneda no es segura, que es mejor comprar dólares u otra moneda extranjera, sin embargo, nunca lo creyeron. Así es como invirtieron en el país, y ahorraron en la Argentina ya en la casa como en los bancos.

Otro capítulo aparte es el tema bancario. Muchos de ellos fueron estafados en muchos miles de pesos, ya que desde que desembarcaron en aquella década del 40, trataban de reservar aunque sea centavos para (muchos de ellos lo decían) «tener una vejez segura».

Es el día de hoy que, la mayoría está en bancarrota, cobrando miserias y sin asistencia médica. No es suficiente castigo el haber sido forzados a abandonar su país y afincándose en otro trabajando hasta los fines de semana inclusive, necesiten medicamentos y no puedan pagarlos?

El hecho de ser exiliados, no los «separa» del resto de los nacionales que sufren la economía latinoamericana, PERO el haber luchado por un gobierno legítimamente constituído, haber debido abandona sus pertenencias forzadamente, ser perseguidos políticamente no les debería otorgar más derechos?. O escrito de otra forma, no sería más justo que pudieran por lo menos permitirse afrontar sus necesidades más urgentes?

Ya finalizando esta reflexión, deseo destacar que a pesar de todas las vicisitudes arriba relatadas, nuestros exiliados en la argentina, de origen vasco, catalán, castellano, valenciano, asturianos, gallegos y de muchos otros sitios dentro de España, son estoicos, con una fuerza admirable ante los sufrimientos físicos y económicos. Son un ejemplo de grandeza y honradez. Sus valores tan enraizados desde su nacimiento, seguramente casi dejaron de existir en su país de origen y son conservados con orgullo en la Argentina. La que suscribe esta nota no puede más que admirarlos.

Me he quedado sin palabras para describir su intensa energía para continuar viviendo en nuestros países tan complicados y difíciles de comprender para aquellos que fueron formados en otro mundo.

* Ines García Holgado. Nieta e hija de exiliados. Además se dedica a entrevistar a aquellos que se avienen a combatir el silencio y preservar la memoria histórica.

Diciembre de 2005. Buenos Aires. Argentina.


Erase de un marinero
que hizo un jardín junto al mar
y se metió a jardinero.
Estaba el jardín en flor
y el marinero se fue
por esos mares de Dios.

La España de charanga y pandereta
cerrado y sacristía
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y de alma quieta
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta

Erase de un marinero
que hizo un jardín junto al mar
y se metió a jardinero.
Estaba el jardín en flor
y el marinero se fue
por esos mares de Dios

Parábola de Antonio Machado