En este artículo las autoras responden a una serie de preguntas del tipo cómo funcionan las “fábricas de opinión” de la ultraderecha, quiénes son los jóvenes financiados por multimillonarios que solo buscan modelar la política de Nuestra América a sus intereses o por qué sus actividades buscan destruir el Estado, empezando por las escuelas públicas…
Hay una red multidimensional de instituciones y grupos políticos que difunden el ideario “libertario” entre los jóvenes, por lo que influyen en su formación. En esa red se trata a los jóvenes como los nuevos líderes emprendedores, perfectos para promover profundas modificaciones en la sociedad, entre las que destacan el ataque a los fundamentos republicanos y, más concretamente, a la educación pública.
El leitmotiv de ese grupo es substituir el concepto de “educación como derecho” por el de “educación como mercancía”, por lo que encaminan sus actos, principalmente, de dos formas: primera, promoviendo la desconfianza respecto a la escuela pública y a sus profesores, a los que se acusa de difundir un discurso ideológico que fomenta la cultura de la delación; segunda, promoviendo la adopción de váuchers a gran escala, que suponen una cesión de los centros públicos a la gestión privada, y defendiendo la liberación del homeschooling e incluso el unschooling, que es el derecho a la no escolarización. Según el ideario libertario, los niños que no pueden ir a la escuela son los que mejor se aprovechan en el mundo del trabajo.
Los libertarios enarbolan la bandera de la libertad, aunque hacen un uso restringido del término, que entienden como sinónimo de libre mercado. Hacen una defensa radical de la libertad individual, lo que finalmente puede tener relación con la liberación del aborto, la liberación de las drogas, en pro de las libertades sexuales, etc., aunque por encima de todo su prioridad es el “individuo”. Efectivamente, actúan en nombre del “individuo” y defienden que todo el poder social emana de la voluntad del “individuo”. Aborto, drogas, sexo son temas secundarios cuando se piensa que el individuo es la célula fundadora de la sociedad. Pensar las relaciones de interdependencia que existen entre el individuo y la colectividad, no está entre las preocupaciones de esa gente, para quienes la sociedad no es más que la suma absoluta de elementos únicos, separados por voluntades y méritos.
Los libertarios que establecen lazos con los conservadores, lo que ocurre con frecuencia, se definen como “liberales con respecto a la economía y conservadores en relación a las costumbres”. Un ejemplo, en relación con el homeschooling, cada vez más extendido, va de la mano de algunos de los muchos grupos religiosos que militan a favor de la escolarización de los niños en casa, donde recibirían una educación inspirada en los valores religiosos, en la mayoría de los casos de inspiración cristiana, que a menudo promueven el negacionismo científico y los revisionismos históricos que relativizan la violencia.
En la medida en que piensan y actúan en defensa de la primacía de la propiedad, sostienen que el cuerpo es nuestra primera propiedad, de donde derivan su axioma principal: el individualismo y la propiedad capitalista tienen su fundamento en la naturaleza o en Dios. Inspirados en ese principio fundamental promueven valores contrarios a los movimientos sociales y a los intereses colectivos y comunitarios; asimismo, defienden la pureza absoluta del elemento individual, que no se ha dejado arrastrar por las muchas utopías que han fracasado a lo largo de la historia. La vida está pensada en la rusticidad de la competencia de cada uno de nosotros, separadamente, sin tener en cuenta los procesos históricos de acumulación. Los libertarios simplemente no se avergüenzan de ser ingratos con los padres, profesores, amigos, sus posibles formadores, ni por no comprender absolutamente nada de la cultura.
Ese es el ideario financiado por una plutocracia multimillonaria.
Se puede considerar la actividad de los hermanos Koch como el modelo a partir del cual comprender la organización estratégica y los modos de financiación del ideario político-social libertario en su expansión a través de las redes.
En perspectiva histórica se puede considerar que la red plutocrática de la familia Koch se inicia con el abuelo, Harry Koch; posteriormente la continúa Fred Koch, padre de los hermanos David y Charles Koch, los actuales jefes de la saga. El abuelo Harry se hizo con el monopolio de los medios de comunicación de su ciudad natal; su hijo, Fred Koch, introdujo a la familia en el universo de los think tanks. Finalmente, los actuales herederos de Koch Industries, los hermanos Koch, han conseguido ampliar su patrimonio hasta los más de 100 mil millones de dólares que se calcula tienen en la actualidad. Se trata de un emporio diversificado, con presencia en diferentes sectores de producción: cárnico, derivados de petróleos en general, interruptores para equipamientos electrónicos, alfombras… Se trata de una historia ascendente que habla del aumento del patrimonio financiero y del aumento de la difusión ideológica, vinculada al enriquecimiento y a la meritocracia, que concentra sus esfuerzos en moldear la mentalidad social; no obstante, no solo fue el desarrollo industrial y el control de los medios de comunicación lo que le permitió a los Koch expandirse y diversificarse como institución. Hay más.
En 1992 Charles Koch hizo unas declaraciones al National Journal en las que afirmó que su concepto general de vida consistía en “minimizar el papel del gobierno y maximizar el papel de la economía privada y de las libertades personales”[2]; además, en el transcurso de esas declaraciones justificó su acción filantrópica, en diferentes instituciones “sin ánimo de lucro”, como forma de ampliar su idea de sobrevalorar el individuo y de la economía privada. Dicho de otro modo, los hermanos Koch promueven su visión de mundo empleando mucho dinero en una serie de proyectos e instituciones, principalmente del ámbito educativo.
La John Birch Society (JBS), que entre otras cosas busca en La Biblia argumentos para oponerse a la democracia, difunde teorías de la conspiración y apoya el homeschooling de tipo cristiano, fue el primer think tank fundado por la familia Koch. En su momento los hermanos Koch probaron fortuna en la política partidaria vinculándose al Libertarian Party (LP), de modo que David Koch concurrió como candidato a vicepresidente en la candidatura de Ed Clark, que apoyaba propuestas de desregulación de todos los sectores sociales con el objetivo de avanzar en la minimización del papel del Estado en la economía. La derrota electoral del hermano Koch hizo que abandonasen el proyecto político inicial para concentrarse en la juventud, que a partir de ese momento se convirtió en el colectivo de acción preferente como receptor privilegiado de su ideario libertario desde las bases. En este sentido, el camino que tomaron a partir de ese momento para introducirse en los centros de investigación y en las universidades fueron los diversos thinks tanks a los que apoyaron, entendidos como productores de conocimiento y promotores de acciones cuyo objetivo era establecer una nueva subjetividad.
Los hermanos Koch se implicaron en la “guerra de las ideas” para fomentar la desconfianza respecto al Estado y actuar en el ámbito de la educación, lo que se convirtió en uno de los principales caminos de ese programa de acción. Educación entendida como un medio para ganar dinero, como un negocio, razón por la que consideran que la escuela pública, republicana y promotora de ideas, conceptos y valores tiene que transformarse para convertirse en el principal mecanismo de estructuración neoliberal. He ahí el motivo por el que resulta habitual encontrar financiamiento de ese grupo en la enseñanza superior de diferentes países. Los think tanks de los hermanos Koch financian departamentos de investigación y becas estudiantiles que buscan soluciones para cuestiones sociales inspiradas en la defensa del libre mercado y que produzcan conocimiento sobre emprendimiento, privatización y “filosofía de la libertad”. Reconocidos filántropos, los hermanos Koch pagan por análisis que defiendan esa perspectiva y forman a investigadores para que los reproduzcan en las áreas de las ciencias humanas y económicas y en la formación de docentes. Incluso mantienen una consultoría para académicos que deseen orientar sus publicaciones en repositorios bibliográficos interesadas en contabilizar las menciones a autores libertarios.
Impetuoso en la década de 1970, el movimiento libertario se materializó mediante el golpe de Estado y la posterior instauración de la dictadura en Chile. En aquel momento, los intelectuales orgánicos de la Mont Pelerin Society (MPS), la sociedad fundada por el economista Friedrich Hayek que producían los discursos ideológicos distribuidos por los think tanks patrocinados por los Koch, participaron activamente de la construcción del nuevo régimen. Los libertarios recurren al Estado máximo en lo que atañe a la represión, al uso de recursos como el golpe de Estado y al lawfare para evitar lo que denominan “excesos democráticos”.
Para Hayek, “la democracia ilimitada traería resultados tan malos que sería necesario un periodo de transición con una dictadura para que la sociedad tuviera asegurada su libertad individual y, de ese modo, pudiese volver a un sistema democrático con reglas y restricciones al poder gubernamental”. Es decir, el economista defendió la necesidad de una “dictadura transicional” al hablar sobre el régimen de Pinochet en Chile, donde tuvo un papel relevante[3]. En ese contexto, la educación fue el medio utilizado para asegurar la continuidad del régimen a través del establecimiento de diferentes instrumentos de corte neoliberal en la educación (1980-1988), que fueron los que garantizaron la fase siguiente, el “consenso privatizador” (1988-1990)[4].
Debido a que reúnen algunos factores que garantizan mayor longevidad al ideario libertario, los jóvenes son considerados los sujetos principales de la acción libertaria. Dicho en palabras de Chodorov[5], pronunciadas en la década de 1950, “el individualismo puede asegurarse si se implantan sus ideas en las mentes de las generaciones del futuro […]. Es, en suma, un proyecto de cincuenta años”[6]. Además, la juventud da aires de innovación al movimiento.
Desde entonces América Latina está siendo domesticada mediante la formación de un importante contingente de jóvenes libertarios que, a través de su militancia y de los intercambios, expanden la red libertaria. Actualmente, las donaciones de los Koch se canalizan a través de Atlas Network y del Students for Liberty (SFL), entre otras instituciones. El SFL es la mayor organización estudiantil “prolibertad” del planeta. Su sede se encuentra en Virginia y posee muchas sucursales distribuidas por todo el mundo. Su misión es “educar, desarrollar y empoderar la próxima generación de líderes de la libertad” en un modelo único de educación. En Brasil el número de socios no deja de crecer, actualmente son 15, de acuerdo con el sitio web de Atlas Network[7].
Un ejemplo que interconecta educación y juventud de manera libertaria es Gloria Álvarez, militante guatemalteca que logró popularidad al final de 2014, cuando el vídeo de su discurso en el parlamento Iberoamericano de la juventud[8] se viralizó en las redes sociales. En el referido vídeo, la militante atacaba lo que denominaba “populismo” en América Latina y reiteraba afirmaciones que había desarrollado a lo largo de su formación en la Universidad Francisco Marroquín (UFM). La UFM es una universidad que desde hace más de tres décadas forma a su alumnado en la “filosofía de la libertad”, lo que la hace única en el mundo, y su objetivo prioritario es combatir el “victimismo” latinoamericano, propio de los gobiernos populistas que priorizan y garantizan los derechos sociales.
Gloria Álvarez afirma que el “libre mercado es el remedio para todos los males” y sostiene que ningún habitante del planeta está libre del egoísmo. No deja de ser irónico que sea precisamente esa musa libertaria, que se opone a todo lo público y que afirma que todos los políticos buscan su propio interés[9], fuese candidata en las presidenciales de 2019; quizás al luchar por un cargo público tan solo estaba cumpliendo sus propios objetivos: buscar su propio interés.
Esa misma joven también actuó intensamente en Brasil durante las manifestaciones de oposición a la presidente Dilma Rousseff. Financiada por fundaciones latinoamericanas aliadas de la Atlas Network, Gloria Álvarez fue a la avenida Paulista a discursar a favor del impeachment en el estrado del grupo “Vem pra Rua”[10], engalanada con la bandera de Brasil que llevaba estampada en su camiseta. Hay sucursales de la Atlas Network distribuidas por toda América Latina.
El 1 de abril de 2015 Atlas publicó un artículo en el que elogiaba la actuación del Movimento Brasil Livre (MBL). En ese artículo se decía que uno de los asociados del Atlas Network y del Students for Liberty en Brasil, una estrella libertaria en ascenso, estaba en la línea de frente del movimiento. Esa estrella no es otro que Kim Kataguiri, uno de los líderes que aplica lo aprendido en el terreno donde vive y trabaja[11].
Para actuar en las manifestaciones que pasaron a la historia con el nombre de Jornadas de Junio de 2013, miembros de “Estudiantes pela Liberdade” (EPL, la marca brasileña de SFL) fundaron el Movimento Brasil Livre (MBL) como marca con la que intervenir en la política brasileña, ya que los miembros de instituciones mantenidas por donaciones extranjeras no pueden intervenir en la política brasileña. Sin embargo, como la marca ganó una proyección nacional, fue reaprovechada para actuar en las manifestaciones de oposición al gobierno petista[12]. Y, como sabemos, fue una pieza fundamental en la difusión del antipetismo.
Según Reason TV, de la Reason Foundation, think tank asociado a la Atlas Network, la destitución de la presidenta habría fracasado si hubiera existido la fuerza propulsora del Movimento Brasil Livre (MBL). No parece casualidad que esa red de cuadros juveniles esté tan unida al proceso de impeachment, de cuya mediatización son en parte responsables, al aprovechar toda una serie de procedimientos que comúnmente llamamos “posverdad”.
Steve Tesich, quien según parece fue el primero en emplear el término “posverdad” en 1992, sostiene que la novedad de ese fenómeno social no es que “la verdad sea falsificada o contestada, si no que pasa a ser de importancia secundaria”. Es decir, un colectivo juvenil brasileño como el Movimento Brasil Livre (MBL) ha pasado a la historia como productor de una posverdad de tipo “libertaria”, ya que son influyentes divulgadores de la desinformación que toman de los think tanks libertarios. Este discurso se concreta en el campo educativo, al promover la destrucción del proyecto iluminista de la escuela pública por medio de la alteración de la función de la escuela; en el campo político, al justificar el neoliberalismo económico y defender la eliminación de cualquier obstáculo que dificulte su avance; y, en el plan económico, al luchar por la modificación substancial de las leyes de seguridad social y laborales. En resumen: las acciones del Movimento Brasil Livre (MBL) expresan en la realidad brasileña los postulados de los Koch en el área social: promover la creación de “movimientos populares” favorables a sus intereses. Esa táctica fue desarrollada por Richard Fink (un alto ejecutivo a las órdenes de Charles Koch) en su tesis “Structure of social changes”, en la que identifica la necesidad de financiar activistas para vencer la “guerra de las ideas” del mismo modo que se financia una cadena de producción.
A estas ideas se les dio forma sistemática en el primer Congreso Nacional del Movimento Brasil Livre (MBL) en 2015, en el que se realizaron propuestas a favor de la reforma educativa para someter el sistema educativo a una estructura empresarial o de la alianza con movimientos conservadores que también defiendan la idea de una “Escola sem Partido”, un movimiento de destrucción de la enseñanza pública. En este sentido, lo que se le ofrece a la sociedad es un menú de diversos productos que se presentan como caminos con los “lograr una mayor igualdad social y una mayor eficiencia en la escuela”, aunque existen muchos estudios que concluyen que de aplicarse ese ideario en el mundo de la escuela, lo que se conseguiría es precisamente lo contrario.
Ser heraldos de un mundo en “competencia universal” no es un problema para estas personas. En ese caso, la idea de que la juventud “siempre adopta lo nuevo”, es la demostración de que ser joven no es sinónimo de ser progresista.
Notas:
[1] Este artículo se basa en la Disertación de Maestría defendida por Carolina Rieger, dentro del Programa de Estudios de Posgrado en Educación de la Universidad de São Paulo en el año 2020, titulado Irmãos Koch, think tank, coletivos juvenis: a atuação da rede libertariana sobre a educação. La investigación documental se ampara en fuentes primarias, mayoritariamente digitales y muestra la constitución de la red a partir de fundaciones, institutos, think tanks y los colectivos juveniles asociados a esas entidades. Se estudió Internet tanto como territorio de amplificación de esta red, como repositorio de documentación, representada por sitios institucionales, acciones de formación de base, cursos, estudios orientados, libros etc…
[2] La declaración de Koch también está disponible en http://swampland.time.com/2011/10/03/bloomberg-investigates-the-koch-brothers/ (último acceso: 8 de enero de 2025).
[3] ANGELI, Eduardo, JUNIOR, Henrique Nemeth. «Hayek, Campos e a defesa do autoritarismo», en XXI Encontro de Economia da Região Sul – ANPEC/SUL 2018. Universidad Federal do Paraná. Disponible en: https://www.anpec.org.br/sul/2018/submissao/files_I/i1-fb4e88bfd13c3a619a7f5652544e118f.pdf (último acceso: 8 de enero de 2025).
[4] INZUNZA H, Jorge Luis. «O neoliberalismo nas políticas educativas do Chile: da imposição ao consenso». En FACSO – Universidad de Chile, 2013.
[5] Frank Chodorov fue un libertario militante de la directiva del Freedom School que en la década de 1950 lanzó el plan de cincuenta años donando fondos para un proyecto libertario cuyo blanco eran los estudiantes universitarios, el Intercollegiate Studies Institute.
[6] Sobre Frank Chodorov se puede consultar la biografía disponible en: https://www.libertarianism.org/encyclopedia/chodorov-frank-1887-1966 (ultimo acceso: 8 de enero de 2025).
[7] Los socios de Atlas Network se pueden consultar en: https://www.atlasnetwork.org/partners (último acceso: 8 de enero de 2025).
[8] El discurso de Gloria Álvarez en el parlamento Iberoamericano se encuentra disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=xkYEXS16dZA (último acceso: 8 de enero de 2025).
[9] La intervención de Gloria Álvarez en el Foro de la Libertad celebrado el 14 de abril de 2015 está disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=wXR0pZ7YotA (último acceso: 8 de enero de 2025).
[10] AMARAL, Marina. «Jabuti não sobre em árvore: Como o MBL se tornou líder das manifestações pelo impeachment», en Por que gritamos golpe? Para entender o impeachment e a crise política no Brasil. São Paulo: Boitempo Editorial, 1ª ed., 2016.
[11] Un artículo sobre la actuación de Kim Kataguiri en las manifestaciones por la deposición de Dilma Rousseff se encuentra disponible en el siguiente enlace: https://www.atlasnetwork.org/articles/students-for-liberty-plays-strong-role-in-free-brazil-movement (último acceso: 25 de enero de 2025).
[12] Amaral, Marina. A nova roupa da direita. En Agencia Pública, 23 de junio de 2015. Disponible en: https://apublica.org/2015/06/a-nova-roupa-da-direita/ (último acceso: 8 de enero de 2025).
Publicado originalmente en portugués en: https://outraspalavras.net/direita-assanhada/os-irmaos-koch-miram-a-america-latina/#sdendnote1sym
Traducido del portugués para Rebelión por Carolina Rieger, revisada por Alfredo Iglesias Diéguez y Bea Morales Bastos, del equipo de traducción de Rebelión.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de las autoras mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.