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Carta abierta de Al Jazeera

«Los intentos de acallarnos atentan contra el periodismo independiente»

Fuentes: Al Jazeera

Traducido para Rebelión por Silvia Arana


La red de medios de Doha responde a la maniobra del bloque liderado por Arabia Saudita para destruir su funcionamiento como cadena internacional de noticias.

 

La cadena Al Jazeera en inglés se ve en más de 130 países del mundo. [Reuters]

La cadena Al Jazeera* en árabe nació hace más de dos décadas con una misión simple: proveer información fidedigna a través del mundo árabe. Diez años después, en 2006, comenzó a funcionar Al Jazeera en inglés con la misma misión: proveer información veraz, equitativa e imparcial a través del mundo.

Cuando surgió Al Jazeera en árabe, en 1996, fue algo excepcional en el mundo árabe. La mayor parte de los medios de esa región eran estatales y repetían sin cuestionamientos las posturas de los diferentes regímenes. Al Jazeera era diferente, una voz auténticamente independiente, con la misión de escuchar y reportar las historias de personas que no tenían voz en los medios tradicionales; cubrir eventos de manera equitativa y honesta; y cuestionar el poder.

Al Jazeera en árabe rápidamente tuvo una enorme y leal audiencia en toda la región. Proveímos información que devino crucial para millones de personas, que deseaban saber lo que verdaderamente sucedía a su alrededor.

Al Jazeera en árabe sigue siendo el canal de noticias con más espectadores en el mundo árabe a lo largo de la historia. Tenemos más espectadores que todos los canales rivales combinados.

Al Jazeera en inglés se difunde en más de 130 países del mundo, y lo ven decenas de millones de personas que respetan nuestro periodismo.

Las audiencias del mundo son leales a Al Jazeera debido a nuestro continuo compromiso con el periodismo; nuestra dedicación a cubrir las noticias con imparcialidad; y nuestra determinación a relatar historias sin segundas intenciones y con total honestidad.

En Al Jazeera creemos en nuestra misión: La gente tiene el derecho de estar informada. Tiene el derecho de recibir noticias que no estén controladas por el relato oficial de los gobiernos.

La gente tiene el derecho de saber qué sucede en el mundo. Igualmente, la gente tiene el derecho a tener una voz. Y el derecho a que sus historias sean contadas cuando ellos necesiten ser escuchados.

La libertad de expresión y la libertad para los periodistas de poder cumplir con sus responsabilidades quizás sean una norma aceptada en muchas partes del mundo, pero es un derecho que frecuentemente ha sufrido embates por razones políticas en algunas partes del mundo árabe.

El derecho a ser informado con información veraz es una de las columnas que sostienen una sociedad sana.

«La voz de los que no tienen voz»

A través de nuestra larga historia, nos hemos mantenido firmes en nuestro compromiso de narrar historias, de hacer un periodismo equilibrado, y de buscar y reportar noticias. Hemos dado una voz a los que no tienen voz. Hemos sacado a la luz a personas y situaciones que de otra manera hubieran quedado en la oscuridad. Y lo hemos hecho con responsabilidad y seriedad.

Periodistas de todas partes del mundo se han unido a Al Jazeera porque creen en la misión del buen periodismo y en la responsabilidad que este conlleva. A diario reportamos noticias del mundo árabe, de África, Asia, Europa y de las Américas.

Tenemos más de tres mil empleados, que conforman un equipo que se destaca en el mundo por su talento y diversidad. Y gracias a ellos, Al Jazeera es lo que es hoy.

Tenemos agencias en más de 70 lugares alrededor del globo, incluyendo nuestra oficina central en Doha y centros de transmisión en Londres y Washington, con periodistas cuya valentía y ética laboral son inquebrantables. Reportan honestamente y desde el sitio de los eventos. Llevan a cabo su trabajo con pasión y responsabilidad. Su compromiso para escuchar las voces de las personas involucradas en los sucesos está a la vista de todos.

Nuestro equipo es nuestra estructura. Es la garantía de que nuestro periodismo sea excelente, imparcial e íntegro.

Nuestros millones de espectadores representan el testimonio de la calidad de nuestro trabajo. Cada minuto de cada día, en decenas de países, en cada plataforma de distribución, millones de personas eligen Al Jazeera como su fuente de información.

Si no tuviéramos integridad, si no fuéramos confiables, nuestra audiencia es lo suficientemente inteligente como para no escucharnos. Durante más de veinte años ellos nos han sido leales, y nosotros les hemos respondido con la misma lealtad, proveyendo la información que demandaban.

Se nos ha acusado de ser parciales, de catalizar la Primavera Árabe, de tener una agenda política y de favorecer a un grupo. Negamos todas esas acusaciones y nuestra cobertura es la prueba de nuestra integridad.

Todos nuestros reportajes están en internet y en televisión para que cualquiera lo pueda ver y analizar. Reportar sobre sucesos, como la Primavera Árabe, no significa que hayamos creado esos sucesos. Y acorde con el papel que debe cumplir el buen periodismo, no hemos tomado partido por nadie, solo hemos hecho un llamado para que los poderosos respondan por sus actos.

Tratan de amordazar a Al Jazeera

Nos acusaron de parcialidad porque Al Jazeera en árabe fue el primer canal de televisión árabe en invitar a políticos y comentaristas israelíes. Pero lo que hicimos fue garantizar que se escucharan y se cuestionaran todas las voces relevantes en pos de un buen periodismo.

Nos acusaron de extremistas cuando entrevistamos a miembros del Talibán, pero hicimos las preguntas incisivas y nos aseguramos de cuestionar a todos los protagonistas de la historia.

Defendemos la libertad de expresión y creemos que la gente tiene el derecho de saber. No tomamos partido. No somos el mensajero o el vocero de nadie, ni nunca lo fuimos.

Al Jazeera -como toda red de medios con credibilidad- ha sido cuestionada a lo largo de su historia. Nos han criticado porque nuestro periodismo muestra lo que realmente sucede, y a veces los gobiernos, las corporaciones o los individuos no quieren que sus acciones sean expuestas.

Nuestras oficinas fueron clausuradas en el pasado por ciertos países que no quieren que la verdad sea conocida. Más recientemente por Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Egipto.

Las señales de televisión satelital y de internet que transmiten nuestros canales han sido bloqueadas por gobiernos que no quieren que sus pueblos vean nuestras noticias.

Los empleados de Al Jazeera han sido amenazados, encarcelados y asesinados por cumplir con su deber como periodistas. A nuestros colegas en Irak, Siria y otros países hacer su trabajo les ha costado la vida.

También hemos reportado sobre temas críticos y hasta bochornosos referidos a Qatar, incluyendo las quejas de trabajadores en sitios de construcción y acusaciones de violaciones de derechos.

Hemos publicado noticias que han generado ataques de Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita porque mostramos lo que realmente estaba sucediendo.

Egipto no solo ha atacado las noticias de Al Jazeera, sino que ha llegado al escandaloso extremo de encarcelar y condenar a nuestros colegas, cuyo único crimen fue su compromiso con la excelencia periodística.

Países como Arabia Saudita, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos pueden silenciar a sus propios medios y a su propio pueblo, pero no les alcanza, también quieren silenciar a Al Jazeera porque nuestros canales son mirados por mucha gente en el mundo árabe.

Periodismo veraz

A pesar de la presión que se está ejerciendo contra Al Jazeera en todos estos países, y sus llamados para acallarnos, hemos reportado los sucesos de la región de manera equilibrada e imparcial, y continuaremos haciéndolo.

Somos una red de medios que existe con el fin de reportar para la gente; escuchar los relatos de seres humanos de todas partes del mundo; y garantizar que nuestra información resista el escrutinio en cualquier país y de cualquiera que nos mire o lea nuestras noticias.

Los intentos de acallar a Al Jazeera son intentos de silenciar el periodismo independiente en la región, y atentan contra la libertad de todas las personas para ser escuchadas y acceder a la información. Esto no puede ser permitido.

Estamos profundamente orgullosos de nuestro periodismo. Respetamos y agradecemos a todas las personas sobre las cuales hemos reportado, y a todas las personas que tienen acceso a nuestra información.

Seguimos firmes en el cumplimiento de nuestra responsabilidad de proveer información veraz y difundir la voz de los protagonistas de nuestros reportajes.

Nuestra decisión de continuar con la tarea es inquebrantable, y seguiremos reportando las noticias del mundo desde Kabul hasta Caracas, y desde Mosul hasta Sídney.

Continuaremos haciendo nuestro trabajo con honestidad. Continuaremos buscando la verdad con valentía. Y continuaremos respetando el derecho de la gente a ser escuchada.

* En castellano, también se escribe Al Yazira (por su pronunciación). En árabe aljazeera significa «península»; el nombre de la red de medios hace alusión a la península de Arabia (N. de la T.).

Fuente: http://www.aljazeera.com/news/2017/06/open-letter-al-jazeera-170626125049180.html