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Enfoques cooperativos

Los límites del cooperativismo economicista, carente de poder político, una corriente que no cuestiona superar al capitalismo.

Fuentes: Rebelión

“Sensibilidad e imaginación es base para ver. Ver base para apreciar. Apreciar base para resolver. Y resolver base para actuar.” Juan D. Perón.

“Jamás en la conducción política hay que obligar a nadie, hay que persuadir a todo el que se pueda.” Juan D. Perón.

Abordamos esta temática desde la epistemología, entendiendo a ésta acorde a lo aceptado sin controversia como “la rama de la filosofía que estudia el conocimiento científico, su funcionamiento, su naturaleza, posibilidad, alcance y fundamentos”.

Ajustándonos a ella (a la epistemología) de manera situada, es decir, desde lo que Boaventura de Sousa Santos define como Epistemología del sur “Para poder tener una idea del porqué de las Epistemologías del Sur, previamente es necesario situar el contexto en el que nos encontramos”. Nosotros nos encontramos en Latinoamérica, continente subdesarrollado, dependiente. Tal como nos describe el cantautor Nino Bravo en su música “América” al decir “De un pueblo que aún No ha roto sus cadenas”.

El pensamiento primigenio de los Probos Pioneros de Rochdale fue un pensamiento libertario, emancipatorio y rupturista con el sistema capitalista industrial, esto es bien conocido por todos/as quienes militan en el cooperativismo y están familiarizados con la historia cooperativa iniciada en Inglaterra en 1844.

 “El programa que se propusieron cumplir los Pioneros de Rochdale y que se incluyó en su estatuto primitivo de 1844, era muy amplio. A despecho de sus limitadísimos recursos iniciales, aspiraban a abarcar las actividades más variadas, comenzando por la distribución de sus asociados de artículos de consumo, para luego proveerlos de casa, facilitarles fuentes de empleo mediante la organización de establecimientos fabriles o agrarios y, bajo la influencia de las ideas de Owen, a construir colonias autosuficientes y autónomas”. www.cooperar.org.ar

J.D. Goedhart, presidente de la ACI, entre los años de 1921 a 1927 dijo al respecto y en línea de lo que venimos desarrollando “Aquellos que no entendieron las verdaderas bases del movimiento cooperativo o que no estaban dispuestos a averiguar la verdad, tergiversaron totalmente la cooperación, sobre todo en aquellos casos en que hubieran querido limitar a su propio ámbito el mejoramiento de las condiciones de vida de los más pobres y desafortunados. No, no es para algunos pocos seres humanos que la cooperación se propone ser el medio más noble para mejorar sino para todos”.

“Tenían tras ellos la terrible experiencia de las condiciones de vida y trabajo que habían prevalecido durante y después del periodo de la revolución industrial. Eran conscientes, por experiencia, que los más pobres de los pobres eran esquilmados por los intermediarios quienes les cobraban precios de usurero para entregarles productos adulterados, robarles en el peso y extorsionarlos con los precios a cambio de sus miserables salarios”

“Esta fue también la razón por la que se esforzaron por analizar las causas de las injusticias económicas en las que vivían y buscar los medios de terminar con ese viejo orden perverso atacándolo en sus causas”.

¿Qué más cabría agregar sobre lo afirmado por Goedhart?

 Los límites del cooperativismo economicista son la ausencia de poder político, carece de capacidad de incidencia, de influencia en las decisiones políticas preponderantes, en los asuntos de importancia social y económica del pueblo que toman los gobernantes, este hecho, sin embargo, lo aleja del pueblo, de su sufrimiento, no lo contiene, no lo referencia.

Así las cosas, tenemos una corriente cooperativa que no cuestiona severamente al capitalismo financiero o neoliberalismo, no plantea superar al capitalismo.

He aquí el problema fundamental del cooperativismo, y muy especialmente, del movimiento cooperativo Latinoamericano: La idea central que inspira al Foro del poder político cooperativo Latinoamericano es gestionar la sensibilización hacia los asociados/as y en especial hacia las dirigencias sobre la necesidad de construir poder político cooperativo.

La fuerza movilizadora que motivó a estudiar y reflexionar sobre la necesidad de bregar por la construcción del poder político cooperativo fue producto de la invitación que cursó el Lic. Luis Álvarez Rubio, quien consideró oportuno abordar esta temática, ausente-por cierto-en los debates del movimiento cooperativo, al Lic. José Yorg, quien redactó una ponencia denominada “Debates pendientes del cooperativismo latinoamericano: Cómo construir poder político”. Será el sello de un nuevo momento en la historia del cooperativismo.

Numerosas acciones se realizaron desde finales del año 2021 hasta el presente, con reuniones semanales. Se ha elaborado y publicado una Declaración del espacio Foro del poder político cooperativo Latinoamericano. Se han definido algunas tácticas con miras a ganar presencia y visibilidad.

La construcción del poder político cooperativo es una tarea abierta, convocante y plural, es una tarea que importa a quien se identifique con los valores y principios cooperativos.

¿Por qué y para qué construir poder político cooperativo?

Una breve mirada sobre la actualidad del mundo y en especial sobre Latinoamérica habremos de admitir las gigantescas dificultades agravadas de las condiciones de vida de millones de seres de carne y huesos, nos induce a reflexionar sobre el rol del cooperativismo en esta nueva etapa civilizatoria turbulenta.       

Consideramos oportuno revisar la mirada cooperativa sobre el rol del Estado y el poder político, comprender a cabalidad el papel efectivo que el Estado y los políticos desempeñan en la estructura productiva, un esquema socioeconómico edificado contrario a la vida digna de las grandes mayorías y que el cooperativismo no logra ganar presencia como herramienta del buen vivir.

Algunas ideas de gestión orgánica.

Necesita, el constructo del Foro, darse unas tareas, unas tácticas, que convoquen desde la necesidad de construir-entre todos/as-el poder político cooperativo, en esa línea encontramos dos vocablos-acciones que están en toda sana gestión del proceso de cambio: “sensibilización” y “persuasión”.

Así, entendido que la gestión de la sensibilización y persuasión de la necesidad de la construcción del poder político cooperativo, agregaremos otro vocablo-acción: comunicación.

Comunicar y difundir.

La comunicación y difusión son tareas de enorme importancia en la prosecución de los logros. A ello añadimos las presentaciones formales sobre la constitución y desenvolvimiento del  Foro ante personalidades, gobiernos y toda institución que pudiera estar eventualmente interesada.

La legitimidad y en la nobleza del objetivo reposan en la idea-fuerza de una verdad evidente: El cooperativismo debe desarrollar su potencia política para tener una mejor relación de persuasión e incidencia en cuanto a que merecemos un mundo mejor, un mundo cooperativo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.