En mi tierra y en el DRAE, Pelotari significa: «Persona que tiene por oficio jugar a la pelota en un frontón. He subrayado esa «a» por estar en una posición «previa» a la pelota y la que le da la connotación de que se trata de un juego. El autor de “La era del acceso” y de otros muchos libros interesantes, economista y…, Jeremy Rifkin, cita a J.P. Sartre diciendo: «Cuando el hombre se reconoce libre: juega». ¡Si es que somos como esos perros jóvenes que, cuando están confiados y, por ello, contentos, corretean sorteando peligrosamente a sus dueños!
Hay quien también juega con múltiples pelotas a la vez, los malabaristas, lanzándolas sucesivamente al aire para divertimento de los espectadores, y hay quien utiliza las pelotas de goma, no como juego, sino como elemento represivo para ahuyentar a los alborotadores que ponen en peligro el Sistema Establecido. Pelotas que pueden impactar en los ojos de los díscolos dándoles un “pelotazo” que los deje, ciegos o tuertos.
Entramos ya, casi sin darnos cuenta, en temas vidriosos pues eso de «pelotazo» tiene diversas connotaciones: para los díscolos, los pelotazos son peligrosos y sin embargo para los listos o listillos, pueden ser suculentos, y si no que se lo pregunten al sin fin de intermediarios que pueblan el mundo de los neg-ocios.
Los «pelotazos» se pueden dar por oficio de sicario del régimen establecido; por oficio de pelotari o por el de comisionista, y también se pueden dar “por pelotas”, por imposición machirula. Y ya estamos entrando en materia patriarcal o del patriarcado, lo cual es típico del mes de marzo, como la morada lombarda. Mes en el que cada vez hay más mujeres que reivindican su derecho a no ser ignoradas, mandurruteadas o violentadas por hombres que todavía no se han desprendido del pelo de la dehesa.
El tándem Musk/Trump compuesto por esos dos “listillos” -afortunadamente esos apellidos son “cortitos” no como Iturriberrierrotagoikoetxea o Schopenhauer, lo cual nos conflictuaría el párrafo- qué, en este mes, están dando «El pelotazo del siglo» «por pelotas». El primero ha “convencido” al segundo para que le facilite el acceso a datos de «información privilegiada» que le permitirán doblar o triplicar su ya abultada fortuna, con lo que se igualará a la riqueza de todo el Estado español, y el segundo consiente en ello, con tal de ser el centro de las miradas de medio mundo y sentirse como un niño o una niña el día de su primera comunión. Además, ambos cortejan al también listillo dictador Putin, modelo de perpetuación en el cargo asimismo «por pelotas», para dárselas de estadistas internacionales y hacer negocios juntos.
Abstráiganse por un momento y figúrense Vds., amables lectores, la enorme diferencia entre el tamaño de la «Estepa» de Sevilla y la de Rusia, la primera con doce mil y pico estepeños/as y la segunda con 146 millones de habitantes. Intermediar en uno u otro lugar debe ser bien distinto, y si, además, se cuenta con la posibilidad de mediar en todo el Globo Terráqueo, con productos especiales como Las Tierras Raras, el pelotazo para ese «trio de trileros» es de «órdago a la grande». Mientras, el antaño subordinado a USA, el payaso Zelenski, quedará para la Historia como el intrigante que vendió a sus conciudadanos por cuatro ochavos, cual Judas Iscariote.
Pongámonos serios y metámonos en harina: La Concesión o Privatización de «bienes comunes» es generadora de inmensas fortunas, de las cuales, insignes economistas internacionales, dicen que se forman: “a base de conseguir acceder a los recursos en términos favorables” o qué “se pueden encontrar sin dificultad ejemplos de fortunas individuales basadas «in fine» en apropiaciones privadas de recursos naturales” “esas apropiaciones privadas se asemejan al robo simple y llano” “los movimientos de transferencia de riqueza del sector público al privado fue una evolución general que se observa en todo los continentes… privatizaciones que a menudo se hicieron a precios notoriamente bajos.”
Los subrayados son míos pero las frases son respectivamente de las eminentes plumas del estadounidense J. Stiglitz, nobel de economía 2001, autor de “El precio de la desigualdad” -la primera- y del francés T. Piketty, autor de “El Capital del Siglo XXI” -las siguientes-.
Asistimos impávidos o indiferentes a la quiebra de toda la civilizatoria normativa aportada durante veinte sangrientos siglos por el Derecho Internacional, y nuestra vieja EUROPA, ¡¡contribuyendo a ello con su granito de arena en forma de OCHOCIENTOS MIL MILLONES DE €UROS PARA COMPRAR ARMAS A EEUU!!
Que los europeos al unísono no nos movilicemos en pro de parar semejante desafuero, sólo demostrará nuestra endémica degeneración y nuestra consiguiente bajeza moral. ¿Acaso Europa no se está construyendo para abolir la eterna guerra entre todos los habitantes de esta península asiática y abogar por la PAZ PERPETUA a nivel mundial?
¡¡Movilicémonos pacífica pero contundentemente -al modo de Gandhi- contra esos intermediarios de nuestras Instituciones Gubernamentales, que por su pellizquito de comisiones en la compraventa de armas, nos obligan a detraer esenciales partidas presupuestarias para seguir paliando las crecientes desigualdades!! ¡¡Forcemos al Parlamento Europeo a vetar esos acuerdos de los falsos líderes llamados hoy Políticos!!
¡¡SALGAMOS A LAS CALLES, NO CALLEMOS, NO OTORGUEMOS!!
Ramón Doria Bajo, Notario jubilado.
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