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Los políticos guardan silencio sobre los abusos en Iraq desvelados por WikiLeaks

Fuentes: Nación Red

El actual mandatario estadounidense sigue guardando un silencio cómplice a pesar del asesinato masivo de combatientes que ya se habían rendido y la práctica generalizada de torturas medievales en las cárceles instaladas en zonas bajo control del Pentágono. Sin olvidar el juego del tiro al blanco en los puestos de control bajo un sol abrasador. […]

El actual mandatario estadounidense sigue guardando un silencio cómplice a pesar del asesinato masivo de combatientes que ya se habían rendido y la práctica generalizada de torturas medievales en las cárceles instaladas en zonas bajo control del Pentágono. Sin olvidar el juego del tiro al blanco en los puestos de control bajo un sol abrasador.

Para mayor vergüenza, los papeles del Pentágono documentan la negativa a investigar los atropellos cometidos por sus tropas y subordinados locales, y reflejan una política de ocultamiento de información por parte de las autoridades estadounidenses y británicas, las cuales, durante más de un lustro, habían venido sosteniendo que carecían de cifras sobre las «bajas colaterales», es decir, los no combatientes muertos.

La información filtrada por WikiLeaks demuestra bien a las claras que los gobiernos de Washington y Londres poseían datos precisos, Obama lo negó, sobre la cifra real de víctimas. Más de 100 mil muertes causadas desde el inicio de la agresión bélica (2003) hasta 2009. Más del 60% por ciento corresponden a civiles no combatientes. Ocultaban la muerte de 15.000 civiles.

Por su parte, el ejército británico elaboró en secreto manuales especializados con los que entrenaron a policías nativos y sus propias tropas en técnicas «suaves» de torturas para provocar humillación, desorientación, agotamiento y miedo en los presos interrogados.

Pero en Londres, a diferencia de Washington, se ha desmarcado un político digno como Nick Clegg que es nada más y nada menos que el Vicepremier del gobierno británico. Una voz en el desierto, muy diferente, por cierto, del desierto desde el que llega otra voz solicitando una investigación. Los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico formado por Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.

Países sin ninguna autoridad moral, más allá de sus petrodólares, para exigir nada de nada pues el abuso de los derechos humanos y la práctica de la tortura no es ajena a muchos de ellos. Pero…

¿Dónde están los gobernantes europeos? ¿Los políticos de la oposición?. ¿Los humanistas cristianos que gobiernan Europa? Noticia: Europa acaba de romper su silencio. ¡Estaba mejor callada!. Un portavoz acaba de infringir más daño a la escasa o nula credibilidad de la casta de funcionarios y políticos que gobierna Europa generando cada día más abstención. Teletipos:

La CE no ha querido valorar la postura hecha pública tanto por las Naciones Unidas como por el viceprimer ministro británico, Nick Clegg, sobre la necesidad de investigar todo lo que parezca indicar que se violaron las reglas básicas de la guerra.

«No es un tema que nos concierna», declaró hoy la portavoz comunitaria de Exteriores, Maja Kocijancic, que fue respaldada por la portavoz de la Comisión, Pía Ahrenkilde, quien afirmó: «No tenemos ninguna reacción en este tema» ante las numerosas preguntas de los periodistas para conocer la postura de la CE ante una posible investigación tras los datos revelados por Wikileaks.

No es un tema que nos concierna. ¿La tortura no concierne?. Uno de estos portavoces trabaja para un caballero que se autocalifica de patriota… europeo. ¡La patria es el hombre! y todo hombre o mujer torturada concierne y más al gobernante digno.

Claro que lo que aquí nadie está contando o recordando es el papelón del que dicen que es el «Presidente de Europa» (al menos de la Comisión). El de la cumbre de las Azores. Ese señor no puede seguir ni un día más, sobre todo por decir que Bush, Blair y Aznar le engañaron.

En esas manos está Europa. Un político que se deja engañar. Además el portugués tiene mucho que callar también en lo digital. Ah, no, que lo engañan. ¿Alguno de vosotros ha votado a este señor?

Quedan las minorías. Cuatro frikis, les dirán y ni se inmutarán, con una cartulina en una acera defediendo la democracia, la dignidad y la libertad. Dice Julian Assange que la sociedad civil está muerta. Cierto. Esto es cuestión de muy pocos que no están dispuestos a moverse del asiento.

Un socialista contra Llamazares

En España al único diputado que se ha atrevido a preguntar le ha caído una buena de un adalid de la seguridad y ese patriotismo canalla que acaba tapando el abuso. Estigmatizar al que solicita información como antiamericano, antiespañol…

Hemos buscado comunicados de partidos políticos españoles en apoyo de WikiLeaks. Nada. Bueno sí, nos hemos reencontrado con una minoría minoritaria y de refilón con una gracieta de González Pons.

Como es sabido un recepcionista de un hotel iraquí (foto) fue torturado hasta la muerte por tropas británicas. Su autopsia reveló 36 horas de horror y 93 lesiones distintas. Después de eso el Reino Unido sugirió «hacer las cosas mejor» con un manual para la tortura moderna. Un PowerPoint fechado en 2005 explica a los soldados lo importente que es desnudar a los presos para que obedezcan. Tanto como mantenerlos en condiciones de malestar físico y muy intimidados constatemente.

Los informes de WikiLeaks han desvelado que después de la sesión de torturas del recepcionistas, «sólo» se dieron 59 casos de encapuchamiento, once de aplicación de electroshocks, 122 de privación del sentido del oído, 52 de privación de sueño, 170 casos de vendaje de los ojos y otros en los que la gracieta era dejar desnudos durante varios días a los presos.

El manual de la tortura suave falló. Se les fue la mano alguna vez. A un hombre maniatado lo asesinaron a patadas. Todo a bordo de un helicóptero de la Royal Air Froce británica. A un chico de 19 años lo arrojaron a un río por hacer la gracieta, se ahogó. Se llamaba Said Shabram. La información estaba en poder del Ministerio de Defensa británico que a pesar de un primer informe de la Policía Militar que pedía encausar a los asesinos rechazó una y otra vez «remover aquello». Gobernaba Blair, el de las Azores. «Mojar a jóvenes» era una práctica habitual. Una gracieta.

http://www.nacionred.com/censura/los-politicos-guardan-silencio-sobre-los-abusos-en-iraq-desvelados-por-wikileaks