Tres contextos
Los tres contextos serán: Primero el sistema económico y comercial mundial. Segundo la gobernanza y estabilidad internacional. Tercero las relaciones económicas internacionales.
Primero, la economía bajo la globalización se está transformando en un bloque y el mundo se está dividiendo gradualmente en diferentes bloques en términos de comercio, tecnología y moneda. Segundo, mientras Occidente, especialmente EE.UU. se está «desvinculando» de China en el comercio, la tecnología, la inversión y la cadena industrial de valor, muchos países se están desdolarizando.
Segundo, el sistema de gobernanza global se está desintegrando. EE.UU. y sus aliados han mostrado divergencias más radicales con Rusia y China en las Naciones Unidas. Esta tendencia afectaráy hará evolucionar a los organismos financieros de proyección mundial como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Tercero, como consecuencia de la aplicación de sanciones por los países de Occidente a la mitad del mundo las relaciones económicas internacionales se han ido reestructurando.
El juego occidental de las sanciones con el pretexto del conflicto Rusia-Ucrania ha enviado la siguiente señal: las relaciones internacionales ya no están apoyadas en reglas elaboradas en ámbitos multilaterales basados en ideas de cooperación y búsqueda de consenso representados por la Organización Mundial del Comercio (OMC), sino que se han vuelto irrelevantes y se menosprecian impunemente según los berrinches de Washington.
Eso divide al mundo en dos campos de confrontación y uno neutral.
Los países del campo neutral representan la mayoría de la población mundial que no quiere tomar partido. La actitud beligerante del campo atlantista la obliga a adoptar una actitud pragmática para decidir sus posiciones de acuerdo con asuntos específicos.
¿Hacia dónde lleva esta tendencia mayoritaria? Su definición dependerá mucho de la repuesta de la mayoría de la población mundial que ahora es también la mayor parte de la parte sana de la economía mundial, de la prepotencia con la que Estados Unidos y Occidente traten a Rusia y China. Aunque Moscú ha declarado que está dispuesto a acabar militarmente con la hegemonía de Washington en Europa. Algo que debería hacer reflexionar a quienes aspiran a ingresar en la OTAN creyendo mejorar su seguridad. Rusia sin haber ido más allá de eliminar la posibilidad de ser agredida desde Ucrania, solo con la repercusión en Europa de las sanciones que Washington la obligó a aplicar contra Rusia y que ha puesto en evidencia cuánto conviene más a Europa la complementación económica con Rusia que está allí en contacto terrestre directo y seguro que una continuación del vasallaje económico con un Washington situado al otro lado del Atlántico y que le exige sacrificios inconvenientes para sus propios intereses.
La evidencia de esos hechos debilita el dominio hegemónico estadounidense sobre el sistema internacional a medida que fracasa por la demostrada incapacidad militar y la caprichosa orientación política de Washington. Está en curso la formación de un sistema más equitativo cuyos rasgos dependerán mucho de las decisiones que tomen Rusia, China y otros países del Sur global y de Eurasia.
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