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Los tres idiotas del capital

Fuentes: Rebelión

Traducido del portugués para Rebelión por Luis Carlos Muñoz Sarmiento

1. ¿Cómo definir a un idiota? Etimológicamente, y a la mierda la etimologia, la palabra idiota viene de idio, que significa propio. Es pues aquello propio de alguien y que, siendo así, lo vuelve diferente de las demás personas. Un idiota es un «adecuado», diseñado, pues, de forma negativa, en la suposición de que sea un payaso, un niño, una bestia, un Zé Mané -un idiota.

2. Esta definición de idiota no lo define. La etimología, entendida como la historia del origen (generalmente griego y romano) de las palabras, es pues cosa de idiota, tal como este ensayo pretende describirlo. Siendo el que es propio, pero en el sentido inverso del usual, un idiota es el propio, para ser redundante, origen mitológico de la palabra y, por lo tanto, de los seres. Un idiota, en ese sentido, puede ser comprendido así: es aquél o aquélla que es presentado y representado al mismo tiempo. Esa forma de comprender al idiota la tomo prestada, aunque en otro contexto, de Alan Badiou. Para el filósofo francés del evento, en diálogo con Platón, la naturaleza es aquello que es presentado y representado por igual.

3. Pero, ¿qué significa esto: ser presentado y representado al mismo tiempo, sin disonancia alguna? Para ser redundante de nuevo, es la naturaleza. En el sentido evidente, la naturaleza existe, después es presentada, siendo también representada metafísicamente por Dios. Lo que llamamos comúnmente naturaleza de las cosas es aquello por lo cual la cosa se hace presentar en su lado más propio, precisamente porque ese lado más propio de las cosas y de los seres es así porque es representado por Dios -esa es la creencia, razón suficiente para deducir que la naturaleza del idiota, su propio, sea mera cuestión de creencia.

4. El idiota, en ese sentido, es aquél o aquélla que se considera un Dios, pues asimismo se piensa como la naturaleza divina de las cosas y de los seres, siendo su representación, al existir, y su representación divina, en la suposición de que, existiendo, se presenta como un Dios encarnado, su presentador y representante al mismo tiempo.

5. Para que no quede la menor duda y no vayan a acusar a este ensayista de idiota, porque es difícil, consideremos un ejemplo concreto, teniendo en cuenta la siguiente pregunta ya formulada, siempre un asunto de redundancia: ¿qué es presentado y representado al mismo tiempo? Para volver a la etimologia, ese origen idiota de los seres y sus trascendentales palabras, aquello que es presentado y representado al mismo tiempo es el aristócrata, que significa simplemente el poder o el gobierno en la mano de los mejores. Y, ¿quiénes son los mejores? Son los ecos de Dios, aquellos que lo presentan y representan. Son las élites, los serios, aquéllos, volviendo con la redundancia, que son presentados y representados al mismo tiempo: la naturaleza de la naturaleza de las cosas, en su naturaleza divina.

6. Este ejemplo no facilitó nada. Sé muy bien. Para jugar un poco con la literatura de Machado de Assis: querido lector, por favor no seas idiota, creyendo en el juego natural de las palabras, cuando presentan y representan el sentido. Esta es la definición del lector idiota, creer en la naturaleza natural de los sentidos -de las palabras y de las cosas. De cualquier manera, formulemos un ejemplo más simple, evidente. Si consideramos un gringo de 35 años, blanco, rico, heterosexual, famoso, elegante, alto, hablante de un inglés impecable, podremos decir que estamos delante del idiota estándar, pues ese perfil humano es al mismo tiempo presentado, porque existe, y representado, porque los rastros de su existencia tienen valor divino, si consideramos nuestro acuerdo socio-histórico.

7. Su naturaleza, por lo tanto, es presentada, ella existe como la encarnación de una representación que se inscribe al interior de un conjunto de valores económicos, étnicos, de género, epistemológicos, lingüísticos, físicos, geopolíticos, de la civilización burguesa, lo que significa decir que ella es al mismo tiempo presentada y representada por la fase actual de la historia humana, en lo que esta tiene de valor agregado, de objeto de deseo, cosificado, divinizado en la naturaleza trascendental de su naturaleza.

8. Un idiota es una cuestión de redundancia. Él presenta dos veces; él representa. Él es la naturaleza de la naturaleza de las cosas divinizadas.

9. ¿Qué sería, en este sentido, lo contrario de idiota? Digamos que una brasileña negra, pobre, gay, analfabeta, que sabe apenas hablar mal el portugués estándar, que está viviendo ilegalmente en los Estados Unidos. De antemano, esa brasileña puede ser definida como la no idiota. Ella no representa dos veces la naturaleza divina de las cosas y de los seres. Ella efectivamente existe, con sus rasgos físicos, lingüísticos, económicos, sociales. Por otro lado, ella no está legitimada por representación alguna que la vuelva simbólicamente divina, pues todos sus rasgos existentes no son representados por los valores de prestigio de la sociedad occidental.

10. Por consiguiente, el idiota es una cuestión de valor -de más valor, de plus-valía de valor o, para dialogar con Marx, de autovalorización del valor, tal que su valor de uso, su existencia concreta, sea también un valor de cambio, su existencia en el mundo de las representaciones divinizadas, de tal modo que los dos lados convergen para su promoción personal, social, simbólica, cultural, nacional, lingüística, económica, erótica, mediática.

11. Lo que este ensayo propone con esa digresión inicial es definir tres perfiles de idiotas que marcaron y marcan la civilización burguesa planetaria. El primer perfil, el idiota de los idiotas, es aquél que encarna todos los rasgos de la naturaleza, siendo la representación de todo lo que es bien representado en la civilización burguesa. Él es, por lo tanto, hombre, blanco, tecnócrata, rico, alto, hablante estándar de uno de los idiomas de la expansión occidental, los de más prestigio, como el inglés y el alemán. Él es, por lo tanto, lo normal en su excepción al común de los humanos, encarnando la representación hegemónica, en todos los planos de nuestro planetario acuerdo socio-histórico.

12. Como, en el capitalismo planetario, el dinero es la abstracción o la representación divina por excelencia, el banquero es la naturaleza de la naturaleza, el idiota número 1, no siendo circunstancial que en general incorpore los otros rasgos divinizados de la y por la civilización burguesa, principalmente si se consideran las familias de los banqueros formadas en los orígenes de la modernidad capitalista en expansión/colonización mundial, las que continúan ciertamente, aunque detrás de bastidores, determinando la naturaleza de las cosas y de los seres del hoy y en el hoy.

13. El idiota estándar, por lo tanto, es rico y tiene el rostro del colonizador occidental, por evidentes razones históricas.

14. Existe un segundo tipo de idiota que podríamos definir como el idiota anacrónico. Él se parece al personaje Michkin, de la novela homónima El idiota, de Dostoievski, publicada en 1869. El idiota del escritor ruso, encarnado en el príncipe Michkin, es semejante al personaje Don Quijote, de la novela igualmente homónima del español Miguel de Cervantes porque como el Caballero de la Triste Figura confunde presentación com representación, poniendo así en peligro a la naturaleza de las cosas y de los seres.

15. Lo que vuelve a Michkin un idiota anacrónico es la confusión que él hace con el juego de la presentación y de la representación en un contexto en el que la aristocracia ya no encarna al soberano, sino al burgués. Él es un idiota porque defiende de forma quijotesca los valores aristocráticos en una época en que estos se volvieron anacrónicos, pues los nuevos bárbaros, los burgueses, ocuparon la escena histórica, engendrando otra naturaleza civilizacional, con su presentación y representación ancladas en la propiedad privada de los medios de producción, sin relación con la naturaleza divina de la y en la supuesta sangre azul de los nobles.

16. Antes de la novela de Dostoievski, antes por lo tanto de Michkin, Don Quijote, el personaje de Miguel de Cervantes, como el loco del juego picaresco de la presentación y de la representación, encarnó singularmente la figura del idiota anacrónico, que puede ser definida así: el idiota anacrónico es aquél de quien reímos porque no se constituye más que como la naturaleza del poder, por no ser más presentado y representado de forma ideal, aunque viva como si fuese la divina naturaleza, o Dios encarnado de todos los poderes históricos.

17. Existe aún un tercer idiota. Es el capturado. Su definición es sencilla. Como el estándar, es aquél que es al mismo tiempo presentado y representado, teniendo en cuenta que históricamente es valorizado y autovalorizado, el tercer idiota es aquél que no siendo representado en su presentación, busca por todos los medios posibles ser aceptado por las representaciones dominantes.

18. Este tercer idiota define la actualidad. Vivimos en una época de idiotas de alteridades o de alteridades como idiotas. ¿Y qué es una alteridad? Una alteridad es precisamente aquél o aquélla que, aunque se presente, porque en efecto existe, no es bien representada por los valores divinizados de la y en la civilización burguesa. La alteridad es pues lo opuesto del primer idiota, el estándar al mismo tiempo presentado y representado en el y por el acuerdo socio-histórico en que vivimos. Si el valor de los valores es ser rico, una alteridad es pobre; si es también ser blanco, una alteridad no lo es; si es ser heterosexual, el homosexual es una alteridad.

19. De cualquier forma, como la relación capital/trabajo es la que viene antes, el rico es el idiota estándar por excelencia y, por otro lado, el pobre es el no idiota igualmente por excelencia, si así puede ser dicho.

20. Lo que vuelve a uma alteridad, a priori no idiota, una alteridad idiota capturada es su rendición al orden económico de la y en la civilización; rendición que tiende a volverla caricatura del idiota estándar.

21. La contemporánea es la época de la alteridad idiota capturada. Para entender cómo llegamos a esta situación, es necesario un pequeño viaje histórico al interior de la civilización burguesa. Esta está marcada y demarcada por dos grandes momentos: un primero que tiene relación con su expansión imperialista europea por todo el planeta. Tal expansión definió un régimen de rostro como el del idiota estándar: el del europeo prototípico. Tal régimen de rostro, en diálogo con la filosofia de Deleuze y Guattari, es llamado significativo, razón por la cual se deja mostrar en cuanto idiota estándar: es blanco, macho, adulto, serio, rico, europeo.

22. El régimen significativo definió para el mundo colonizado el rostro de su opresor: el del colonizador europeo, que se dejó mostrar porque la expansión planetaria del imperialismo europeo tuvo como base ideológica la fijación del idiota estándar europeo como norma o referencia para toda la humanidad. Dios en la Tierra.

23. La fijación del estándar europeo como norma de referencia comenzó a entrar en colapso en el cambio del siglo XIX al XX porque, en ese período, pasó a ser identificada por las alteridades del mundo. Estas lo combatieron, lo denunciaron, lo deconstruyeron gradualmente en el discurrir del siglo XX. Los no blancos denunciaron la impostura del poder blanco; las mujeres y los homoeróticos, a su vez, pasaron a condenar el machismo del poder heterosexual; los pobres, la falsa ideologia de los ricos; la periferia del sistema-mundo, la arrogancia y presunción del eurocentrismo.

24. Incluso de manera más excitante, esa controversia planetaria del idiota europeo estándar ocurrió también entre los europeos, aproximándolos de la periferia y produciendo una extraña situación: una Europa rebelde e insumisa estaba asociándose a las alteridades no europeas del mundo y, por lo tanto, dejando gradualmente de ser y de hacerse como idiota estándar, volviéndose no idiota. El pensamiento crítico de Marx constituyó un singular ejemplo de esa Europa que rechazó al idiota estándar, sin contar, en el campo de la literatura, novelas como Don Quijote, de Miguel de Cervantes y El idiota, de Dostoievski. Los ejemplos son, en cualquier caso, innumerables.

25. La mención a Marx no es circunstancial, pues fue el autor de El capital quien dijo claramente por primera vez que la civilización burguesa se reinventa teniendo en cuenta los límites de y para su expansión, constitución y permanencia mundiales. El régimen significativo del rostro del idiota estándar europeo se volvió el límite por excelencia para la continuidad de la civilización burguesa porque llegó a ser identificado y, por lo mismo, cuestionado por las alteridades del mundo. Esa identificación planetaria del rostro del colonizador, el idiota estándar, se volvió un límite para la continua expansión de la civilización burguesa, razón por la cual fue superada por la reinvención/emergencia de un nuevo régimen de rostros: el pos-significativo.

26. Y, ¿qué es el régimen pos-significativo? Es simplemente el régimen de las alteridades capturadas y por lo tanto transformadas en el tercer tipo de idiota, tal como es definido en este ensayo. Al interior, pues, del régimen significativo, el idiota prototípico de la civilización burguesa estaba finalmente identificado. Era necesario reinventar um nuevo régimen de rostro de y para la continuidad expansionista del capital mundial. Entran en juego, en este contexto, los Estados Unidos superando al imperialismo europeo, basados en el régimen significativo.

27. Los Estados Unidos, por lo tanto, se volvieron el escenario mundial del régimen pos-significativo y lo designaron como el rostro publicitario de su democracia liberal burguesa. De entonces en adelante, en este sentido, todos podrían ser burgueses, dueños de medios de producción: negros, gays, mujeres, latinos, africanos, asiáticos, cualquiera.

28. Como régimen que multiplica los rostros, el pos-significativo simplemente cambia todo para no cambiar absolutamente nada. En un cierto sentido, el régimen pos-significativo reinventa un nuevo idiota estándar: las alteridades capturadas.

29. Además de haber dejado en posición anacrónica el régimen significativo y, por lo tanto, el quijotesco rostro de la vieja Europa, el régimen pos-significativo del imperialismo gringo volvió también anacrónica a la izquierda europea, fundamentalmente marcada por la praxis crítica en relación con el régimen significativo del imperialismo europeo.

30. Con esto, un cambio semántico, en el campo de las ideologías de izquierda, surge, como una fantasia: la izquierda se convierte en el propio régimen pos-significativo, definiendo así el lugar de la vieja izquierda y de la nueva izquierda; cambio meticulosamente maniatado por las tecnologías de alteridad del imperialismo gringo, razón por la cual la tal nueva izquierda pos-significativa y en verdad la vieja derecha de siempre, pero con rostros negros, femeninos, homoeróticos, latinos, asiáticos.

31. Como el escenario del idiota útil, el régimen pos-significativo sirve simplemente para producir confusión de rostros, con la finalidad de abortar cuestiones indispensables para cualquier izquierda que se precie, como la relación capital/trabajo, la identificación del capitalismo como régimen político-económico ecogenocida cuya expansión planetaria depende directamente hoy de un imperialismo igualmente pos-significativo, o estadounidense; así como la financiarización general del cotidiano de los pueblos.

32. Llegamos finalmente al caso Marina Silva en Brasil. Lo que ella ha llamado nueva política puede sencillamente ser interpretado como «nueva izquierda», en un contexto en que esta se considera nueva precisamente porque está en la era del régimen pos-significativo, encarnado en su propio rostro: mujer, negra, ex-pobre, brasileña, no siendo, pues, circunstancial la presencia de ex-pobre en la descripción de su perfil pos-significativo, porque Marina Silva actúa precisamente para descalificar la relación capital/trabajo, la crítica al imperialismo gringo, no siendo circunstancial que defienda con uñas y dientes la autonomía del Banco Central brasileño, pues la banca privada es la expresión abstracta del régimen pos-significativo, porque, tal como este, no tiene lastre en el mundo concreto.

33. Evidentemente lo que vale para Marina Silva, vale para Joaquim Barbosa, para Obama y para una infinidad de otros casos, anclados en el corazón de la vida cotidiana del planetario imperialismo pos-significativo: el estadounidense.

34. Mi intención, más bien que hablar de Marina Silva, por otro lado, al proponer escribir este ensayo, es otra, aunque todo esté en el mismo quid pro quo [en español: «algo a cambio de algo» o «una cosa por la otra» para designar un error, una confusión, un malentendido: Nota del Trad.] pos-significativo. Quiero analizar la repercusión en las redes sociales de la entrevista con el antropólogo Eduardo Viveiros de Castro y su esposa, la filósofa Débora Danowsky, publicada en el diario español El País. A partir del Coloquio Internacional «Antropoceno: el momento en que el hombre deja de ser agente biológico para volverse una fuerza geológica», realizado en la Casa Rui Barbosa los días 15 y 19 de septiembre de 2014, el diario El País publicó una larga entrevista con el antropólogo Viveiros y su esposa Débora, presentándolos como legítimos representantes (la presentación y la representación) del pensamiento vivo brasileño, al mismo tiempo que los describió como reconocidos mundialmente por la supuesta singularidad de sus formulaciones teóricas, sobre todo porque cuestionan la modernidad, proponiendo otras perspectivas o modos de vivir no modernos como solución para el fin de la crisis ecológica.

35. De manera extremadamente astuta, en la primera parte de la entrevista la pareja presentante y representante de la nueva intelligentsia académica brasileña realiza una crítica radical a la modernidad acusándola de ser el período por excelencia del antropoceno, definido como aquel en el que el humano impone su significativo rostro sobre el ecosistema planetario, acelerando como nunca en la historia de la Tierra el equilíbrio geológico del planeta. Los valores de la modernidad, su modelo antropocéntrico de intervención económica, es y sería la causa de los sacrificios humanos sobre el conjunto de la vida terráquea; la verdadera causa de crisis ecológica que amenaza extinguirnos como especie, así como a las demás.

36. Durante la entrevista, no se le critica nada en relación con el capitalismo y tampoco se menciona al imperialismo, sea el europeo, sea el gringo. El problema está en la modernidad, en su naturaleza, entiéndase, intrínsecamente depredadora. La bien presentada y representada pareja del nuevo pensamiento crítico brasileño no consideró, por ejemplo, que la modernidad tal vez sea ecogenocida no porque esté en su naturaleza serlo, sino porque ha sido capturada por el orden parasitario del capital, bajo la batuta expansionista, igualmente ecogenocida de dos imperialismos: el europeo, de base significativa; y el estadounidense, fundamentalmente pos-significativo.

37. En la segunda parte de la entrevista, finalmente es posible entender el motivo de la «original» primera parte: la presentación de Marina Silva como candidata de la nueva izquierda y de Dilma Rousseff como candidata de la vieja izquierda, sin siquiera mencionar la relación de Marina Silva con los banqueros, su defensa intransigente de la autonomía del Banco Central, su relación servil con los Estados Unidos y sus asesores neoliberales comprometidos, por ejemplo, con lo peor de los agro-negocios.

38. Y, ¿qué es aún la nueva izquierda? Es sencillamente la izquierda pos-significativa, la de la multiplicación de los rostros, la que, en el límite, se identifica con los Estados Unidos. Lo que la pareja 20 del nuevo pensamiento crítico brasileño se niega a entender es que la idea misma de una nueva izquierda vinculada al régimen pos-significativo, es una farsa montada para descalificar a los verdaderos significantes de referencia: la civilización burguesa, el capitalismo y, en la actualidad, el imperialismo gringo pos-significativo, lo que equivale a decir que la crisis ecológica contemporánea está directamente vinculada al imperialismo pos-significativo, razón por la cual este jamás puede o podrá ser «una nueva izquierda».

39. El régimen pos-significativo no depone o termina con el régimen significativo anterior, ya que es el régimen de los idiotas capturados, los cuales se hallan o se ven vanidosamente como las nuevas voces de emancipación de la vida en la tierra, pero que en el fondo y en la superfície son los idiotas de ocasión, capturados para hacer valer los intereses antropocenos ecogenocidas del idiota estándar de la actualidad: el imperialismo pos-significativo y su no menos pos-significativo sistema mediático planetario, como El País de España.

40. Acusar a la modernidad por la crisis ecológica que pone a la humanidad al borde de su extinción es simplemente un uso interesado, consciente o no, de una verdad a medias. Esta se volvió la base pos-significativa para los argumentos «nuevos» de la tal izquierda idiotamente capturada, en especial muy presente en el escenario de las ciencias humanas en las universidades de todo el mundo.

41. Por tanto, es necesario decir con todas las letras: la tal izquierda pos-significativa es la nueva vieja derecha y está servilmente en acción a nombre del imperialismo pos-significativo gringo, no siendo circunstancial que su formación académica literalmente proporcionada por los Estados Unidos, país en el que proliferan departamentos de ideologías pos-significativas, en los cuales nuestros prestigiosos investigadores hacen sus maestrías, doctorados y pos-doctorados, trayéndonos la buena noticia como si fuera una religión: la de las alteridades capturadas, oligarquizadas.

42. Como régimen de alteridades capturadas, lo pos-significativo entra en escena en la actualidad para engañarnos a todos, com sus medias verdades, sus juegos de máscaras Obama, Marina Silva, Eduardo Viveiros, Débora Danowsky, Joaquim Barbosa y una legión de nuevos bárbaros de la fase actual del antropoceno capitalista, dominada por el imperialismo estadounidense y sus tecnologías del yo, verdaderas bombas de neutrones contra el conjunto de la vida en la Tierra.

43. El despliegue dado a Eduardo Viveiros y a Débora Danowsky en El País de España no fue porque estuviese mínimamente interesado en sus investigaciones y reflexiones singulares sobre el antropoceno de la y en la modernidad, sino porque cumplieron, de modo servil, el papel de idiotas útiles, al definir a Dilma Rousseff como la vieja izquierda y a Marina Silva como la nueva. Tal como está en el horizonte del régimen pos-significativo, nuestra pareja 20, como idiotas útiles, es especialista en sofismas y los utiliza para confundirnos, en nombre del imperialismo gringo.

44. En la era del régimen pos-significativo, esta basura global que contamina cínicamente todo el planeta, ninguno puede sacar pecho y decir que no es de alguna forma un idiota capturado, pues todos respiramos y vivimos en este tragicómico presente histórico orquestado por el imperialismo gringo. El reconocimiento previo de esta verdad entera es una condición fundamental para que las alteridades dejen de ser idiotizadas y finalmente puedan, teniendo en cuenta una ciudadanía planetaria, no oligárquica y no antropocéntrica, cumplir su revolucionario papel histórico: reinventarse fuera de los límites idiotizantes y genocidas del capitalismo, teniendo en cuenta un mundo sin colonización, sin imperialismo, sin régimen significativo y, por lo tanto, sin farsantes regímenes pos-significativos.

45. Como régimen de traición a la potencia emancipadora de las alteridades, el pos-significativo imperialismo estadounidense es intrínsecamente dependiente de la monetarización mundial del cotidiano de los pueblos y también de un sistema mediático planetario, sea porque se constituye como abstracción financiera de la vida concreta, sea porque el sistema mediático es su Banco Central Mundial. Así como la financiarización general de la vida tiene relación directa con la Reserva Federal gringa, que puede emitir al infinito el dólar, el Banco Central de los medios pos-significativos produce el infinito de nuevos viejos rostros, parodiando, carnavalizando y confundiendo a toda la humanidad.

46. El sistema mediático es, pues, un antropoceno banco pos-significativo. Si lo democratizamos radicalmente, acabando con los monopolios y los oligopólios, (des)oligarquizándolo, las idiotas alteridades del régimen pos-significativo, por estar mediáticamente financiarizadas se desvanecerán en el aire, cargando consigo al imperialismo yanqui.

47. Es por esto que, más que nunca, es necesario ser absolutamente moderno, como en su momento pidió el poeta francés Rimbaud, en un contexto en que ser moderno significa simplemente la afirmación de un radical perspectivismo laico, que elimine de la faz, y de la farsa, de la tierra al idiota anacrónico, al idiota del régimen significativo, al estándar; así como al idiota pos-significativo, capturado, pues solo así seremos la cosmológica justicia colectiva inventándose, sin cesar, fuera de las tramas genocidas del idiota-mayor, el capitalismo; y dentro de las tr(amas), de alteridad para alteridad, de un planeta, la Tierra, que, manteniendo el equilibrio en la cuerda floja del cosmos, nos invita a volvernos acróbatas de mundos sin parasitarias fósiles oligarquías idiotas, idiotizantes.

48. Cuando votamos en las estrellas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.