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Lula gobernó Brasil con inteligencia para no alarmar al imperio y recibir sus golpes

Fuentes: Rebelión

1. Luiz Inacio Lula da Silva -expresidente de Brasil- se convirtió en figura internacional. Dice el periódico La Jornada después de entrevistarlo: «es un ser práctico, intuitivo, que busca la resolución concreta de los problemas. Fue en buena medida gracias a esa capacidad, que se desarrolló en Brasil un complejo proceso de articulación política que […]

1. Luiz Inacio Lula da Silva -expresidente de Brasil- se convirtió en figura internacional. Dice el periódico La Jornada después de entrevistarlo: «es un ser práctico, intuitivo, que busca la resolución concreta de los problemas. Fue en buena medida gracias a esa capacidad, que se desarrolló en Brasil un complejo proceso de articulación política que tornó posible la prioridad de lo social y la promoción de políticas igualitarias, la soberanía externa y la recuperación del papel activo del Estado en la construcción de los derechos ciudadanos». Sin embargo Lula tuvo que enfrentar a las derechas e izquierdas en Brasil y en el mundo por la fuerza que tuvo en su mandato. No hacer escarnio de su gobierno, pero tampoco halagarlo, porque pudo trabajar más para el pueblo.

2. Las tesis de Lula: a) Era plenamente posible crecer distribuyendo riqueza, que no era necesario esperar el crecimiento para distribuir. b) Era posible aumentar los salarios sin inflación. Explica: En 10 años, los trabajadores tuvieron un aumento real en sus ingresos; el salario mínimo creció casi 74 por ciento y la inflación estuvo controlada. c) Aumentamos nuestro comercio exterior y aumentamos nuestro mercado interno sin que eso entrase en conflicto. Explica: decían antes que no era posible que crecieran al mismo tiempo el mercado externo y el mercado interno. d) Probamos que poco dinero en mano de muchos es distribución de la riqueza y que mucho dinero en mano de pocos es la puerta para todo tipo de injusticias. Esos fueron algunos tabúes que nosotros rompimos.

3. Nos ironizaron, declara Lula: el Programa Beca Familia, el aumento del crédito para la agricultura familiar, el programa Luz para Todos y otras políticas sociales que desarrollamos; aquellos que los despreciaban diciendo que era limosna, que era mero asistencialismo, percibieron que fueron esos millones de personas, cada una con un poquito de dinero en la mano, las que comenzaron a dar estabilidad a la economía brasileña, haciendo que creciese, generase empleo y más riqueza. Llegaremos al 2016 como la quinta economía del mundo. Pero lo más importante mejorar día a día la calidad de vida del pueblo brasileño, sea desde el punto de vista del salario, de la vivienda, del saneamiento básico, de la educación. Creamos 14 universidades nacionales nuevas, 126 nuevos campus y 214 escuelas técnicas superiores. Esto entre 2003 y 2010.

4. No debe olvidarse que Lula recibió muchas críticas de los trabajadores o Movimiento Sin Tierra (MST) de Brasil, como se dice: probablemente, la organización social más importante del mundo. Surgido hace 20 años en plena dictadura militar en Brasil, el MST aglutina a los excluidos de la sociedad brasileña tanto del campo como de las ciudades. Brasil es de los países con una peor distribución de las tierras y la riqueza. El 50% de las tierras cultivables en Brasil están en manos del 1% de terratenientes; creando así millones de familias sin tierra y sin futuro que se agolpan en favelas miserables rodeadas de pobreza y violencia. El Movimiento Sin Tierra lucha por la reconquista del campo. Además de críticas de la parte radicalizada de su partido: el PT. Lula no fue el causante pero sí el gobernante.

5. Brasil tiene actualmente el segundo lugar en habitantes en América (200 millones) y el tercero en territorio más extenso del continente; suficiente para saber del poderío histórico que ha tenido y tendrá en las próximas décadas en América y en el mundo. Pero no sólo está presente su gran tamaño, sino además -y es lo más importante- el papel económico y político que han jugado en el mundo sus gobiernos. En el caso de Brasil se han manifestado convulsiones por golpes de Estado y revueltas armadas; por ejemplo en la Primera Guerra Mundial parece haberse iniciado un ciclo prolongado de inestabilidad financiera, política y social que se extendería hasta la década de 1920, manteniendo al país asolado por diversas rebeliones que poco a poco minaron el régimen.

6. El «nacionalismo» fue importante: Así como hubo un gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-40) en México, hubo otro en Argentina, Juan D. Perón, (1946-55); también en EEUU: F. D. Roossevelt (1933-45), hubo también en Brasil un personaje que dominó de 1930 a 1990: Getúlio Vargas. Fue un político brasileño cuatro veces Presidente de la República (1930-1934 en el Gobierno Provisorio; 1934-1937, en el gobierno constitucional; 1937-1945, en el Estado Novo; 1951-1954, presidente electo por voto directo. Se suicidó de un tiro al corazón, dentro de su cuarto en el Palacio de Catete, en la ciudad de Río de Janeiro, por entonces capital del país y que fue probablemente -se escribe- el más importante y polémico político brasileño del siglo XX.  

7. Quizá el Brasil moderno se inicia con el corrupto Color de Melo (1990-92) a quien le siguen Itamar Franco (1992-94), Henrique Cardozo (1995-2002) y la socialdemocracia sea creación de Lula Da Silva (03-11) y Dilma Roussett que parece ser la continuidad. Antes una serie de generales unidos al partido Arena mantuvieron sometido a Brasil: Castelo Branco, Costa e Silva, Medici, Geisel, Feguereido, hasta que llegó Sarney en 1985. No se sabe si Brasil ahora, en su nuevo rol como parte del BRICS conformado con China, India, Rusia y Sudáfrica, se transforme en unos años en una importante potencia económica o, –ahora sí- sea víctima de ataques económicos del bloque yanqui. Hasta hace 25 años, casi emparejado con México y Argentina, formaban una especie de liderazgo en América; hoy Brasil está muy por encima de los dos.

8. No hay que aminorar al gobierno de Lula. Su prestigio en la política mundial se hizo grande después de gobernar. Se ha dicho que si Dilma no busca su reelección Lula podría ser nuevamente el candidato. Buscar ser presidente del Brasil hace intervenir a fuerzas mundiales en pugna; no puede ser sólo decisión de los brasileños en un país donde los yanquis, China, el Mercomun, Alemania, intervienen para inclinar la balanza a su favor. Tampoco se puede asegurar que una segunda etapa de Lula será más beneficiosa o más perjudicial para los explotados y marginados de Brasil. En estos tiempos lo más importante no es la posición localista o nacionalista; al contrario: debe buscarse jugar un papel internacional contra la explotación, las guerras de rapiña y, sobre todo, contra toda idea imperialista mundial.

Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.