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Lula regresa a Curitiba

Fuentes: Rebelión [Imagen: Lula recibiendo un baña de multitudes en el asentamiento Eli Vive el 19 de marzo de 2022. Créditos: Ricardo Stuckert, tomado de la web personal de Lula]

En este artículo el autor relata el viaje que Lula realizó a Curitiba, en donde estuvo preso 580 días, y al asentamiento del MST en Londrina, en donde agradeció a las gentes del Paraná y del MST, que le hubiesen reconfortado el alma durante su encierro.


Hace cuatro años –el 7 de abril de 2018–, Lula se despidió de todos nosotros en el Sindicato de los Metalúrgicos de São Bernardo; inmediatamente después, fue detenido por la Policía Federal y llevado a Curitiba, capital de Paraná, en donde estuvo preso durante 580 días, casi 20 meses.

La gran mayoría se opuso a su entrega voluntaria, nadie estaba seguro de lo que podían hacer con Lula en la Policía Federal. De hecho, le fue difícil abandonar las dependencias del Sindicato, en un primer momento, un muro humano le impedía la salida.

Solo después de pronunciar su discurso de despedida, en el que dijo que iba a demostrar su inocencia, consiguió abandonarnos aquel domingo, aún conservamos la imagen de la dolorosa escena de su detención. En Curitiba fue recibido por un grupo de personas, antes de ser trasladado a las dependencias de la Policía Federal.

Allí, Lula estuvo acompañado por quienes estuvimos en la Vigilia Lula Livre durante los 580 días y noches, amaneciendo con un cariñoso ‘Buenos días, compañero Lula‘ y despidiendo los días con un no menos cariñoso ‘Buenas noches, compañero Lula‘, cuando respondía apagando y encendiendo la luz en su celda por tres veces. Ese fue el contacto que mantuvimos con él durante todo ese tiempo, salvo para quienes pudimos visitarlo, aunque fuera brevemente.

Cuando lo fui a visitar, pude ver la celda sencilla donde estaba confinado, con una cama a la izquierda, al pie de la cual estaba la televisión. Una estantería, con los libros que estaba leyendo; leyó más que nunca en su vida, enfocando sus lecturas en los temas de la esclavitud y las luchas de los movimientos populares en la historia de Brasil.

El encuentro fue muy emotivo, poder volver a abrazarlo, hablarle, sentir sus palabras y su cariñosa sonrisa. Más triste fue despedirme de él, volver a dejarlo en manos de esos policías, sin saber cuándo lo volveríamos a ver y cuando estaría libre de nuevo.

Lula salió de la PF para intentar visitar a su hermano muerto, sin poder hacerlo, y por la muerte de su querido nieto. Pero definitivamente, no se fue de allí hasta el 8 de noviembre de 2019. Se fue y finalmente tuvo contacto directo con todos en la Vigilia.

Desde entonces Lula no había regresado a Curitiba. Ahora ha regresado, para la primera concentración política de masas después de mucho tiempo, para la afiliación de su amigo Roberto Requião, ex gobernador de Paraná, quien aceptó su invitación para afiliarse en el PT. Fue un hermoso y emotivo acto político, que consagró definitivamente la relación entre los dos grandes líderes políticos, enmarcado en un escenario de entusiastas movilizaciones de los petistas, que colmaron el auditorio. Lula tuvo muestras de afecto y de apoyo de líderes de movimientos de masas, así como de parlamentarios y de líderes políticos.

En su discurso, además de expresiones de reconocimiento a Requião como líder político nacional, Lula se prodigó en palabras de elogio para Paraná como estado. Además, puso a sus acusadores en el lugar que les correspondía, mostrando dónde están ahora y dónde está él.

Habló del cariño que recibió de los paranaenses durante todo el tiempo que estuvo preso, habló de la fortaleza de un Estado que tuvo el coraje de elegir a Requião como alcalde, como gobernador de Paraná y que ahora lucha por traerlo de vuelta al gobierno del estado de nuevo. Habló del cariño y lazos que tiene con el Estado, cuya imagen nada tiene que ver con la que proyectaron los medios durante su encarcelamiento.

Antes del acto, Lula se reencontró con el pueblo de la Vigilia. Finalmente, pudo agradecerle el apoyo que tuvo durante todo su encarcelamiento. Ahora, sin límites, podía abrazar y ser abrazado, sacarse fotos, emocionarse todos. Tanto Roberto Bagio, el dirigente del MST encargado de organizar toda la Vigilia, como todos los que le acompañaron fuera de la PF, mitigando todo su tiempo de soledad en la cárcel.

Al día siguiente, Lula viajó a Londrina, al interior de la provincia, con Requião y Gleisi Hoffman, presidenta del PT, para visitar el asentamiento Eli Vive del MST, la mayor área resultante de la reforma agraria en una región metropolitana en todo Brasil. El acto formó parte de la “Jornada Solidaria: Hacia los Comités Populares”, que reunió a 10 mil personas, en su mayoría de comunidades del MST de todas las regiones de Paraná.

No puede haber mejor y más hermoso reencuentro que el de Lula con Curitiba y Paraná. en esta ocasión, fue recibido por el pueblo del estado y sus dirigentes, no por miembros de la PF. Pudo elegir con quién estar, qué decir y a quién abrazar, libremente. Finalmente, Paraná se ha reencontrado nuevamente con Lula Livre y Lula Livre con Paraná y su gente, que lo abrazaba todo el tiempo, diciéndole ¡Buen regreso, Presidente Lula!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.