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«Macri es rico, no necesita robar»

Fuentes: Nueva Tribuna

Sus empresas han crecido y han ampliado sus negocios en distintas épocas de una forma casi parasitaria del Estado.

 De todos los argumentos esgrimidos por el sector del electorado que convirtió a Mauricio Macri en presidente argentino, quizás el más paradójico fue el que encabeza este artículo: «Macri es rico, no necesita robar»; falacia que ejemplifica el desconocimiento que los simpatizantes del ahora primer mandatario tenían acerca de los orígenes de la fortuna de ese a quien respaldaron con su voto.

Durante la campaña electoral de 2015, el abundante material periodístico en el que se dejaba constancia de cómo se había convertido Macri en millonario , desapareció de los medios de comunicación, aunque en los estantes de las librerías aún podían encontrarse interesantes textos como «Los Dueños de Argentina», del ahora periodista oficialista Luis Majul, publicado por editorial Sudamericana en 1992; o en las hemerotecas el film de Pino Solanas «Memorias del saqueo» , en el que el actual senador del partido Proyecto Sur demostraba cómo la familia Macri había pactado con el gobierno de la dictadura para estatizar su millonaria deuda privada.

La práctica del saqueo de los Macri al Estado argentino ha sido una constante. Y ya instalado Mauricio Macri en el poder, el ejemplo más cercano fue la condonación a favor del Correo Argentino por una deuda de 70 millones de dólares, que benefició a la familia presidencial, dueña de la empresa.

Las empresas de los Macri han crecido y han ampliado sus negocios en distintas épocas de una forma casi parasitaria del Estado, provocando serios perjuicios a la administración pública. Un informe de l Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas que dirige el economista Claudio Lozano, y titulado «Macri y el Gobierno de Al Capone», explica cómo desde 1973 a la fecha el Grupo Macri ha hecho crecer su millonaria fortuna, siempre en detrimento del Estado.

Macri arrastra un largo historial de problemas con la Justicia, antes de que ésta fuese totalmente suya. Cuando desempeñó el cargo de gobernador de Buenos Aires, entre 2007 y 2015, acumuló más de 214 causas judiciales como por ejemplo «estafa y asociación ilícita» , «abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público» , «enriquecimiento ilícito» , «falsificación de documentos públicos» , «amenazas y abandono de personas «, entre otras.

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Sin embargo, aún conociéndose la metodología mediante la cual Macri amasó su fortuna, los defensores del estandarte «Macri es rico, no necesita robar», lo aprobaron con su voto y lo convirtieron en presidente, sin replantearse o mejor dicho darle la vuelta a esa máxima que transformaron en bandera, y que los medios que apostaron por el empresario multiprocesado supieron aprovechar casi como un leitmotiv de campaña en los programas de la tarde.

A tres años de gestión, abundan nuevas y actualizadas publicaciones en las que se detallan las maniobras delictivas mediante las cuales crecieron exponencialmente los millones de Macri, muchos de ellos descansando en cajas fuertes panameñas. «La Mafia del Bien», de Jorge Asís; «Macri, orígenes e instalación de una dictadura mafiosa», de Jorge Beinstein, «M, historia secreta de la elite que llegó al poder», de Laura Di Marco, «Big Macri», de Graciela Cerruti, «El Pibe, Negocios intrigas y secretos de Mauricio Macri», también de Graciela Cerruti, «El otro yo», de Esteban Rafele y Noelia Barral Grigera, son solo algunos ejemplos de la bibliografía existente a través de la cual saber por qué es rico Mauricio Macri, e incluso por qué, a pesar de ello, aún desde lo más alto del poder, continúa generándose enormes ingresos a costa del Estado.

Ahora Macri retoma la estructura de corrupción que caracterizó a su gestión como Jefe de Gobierno Porteño. La metodología se ha extendido al conjunto del oficialismo que, vaciando las arcas del Estado, han acrecentado sus fortunas significativamente. La lista de funcionarios de Cambiemos acusados de corrupción, con pruebas contundentes, es extensa. Sin embargo la Justicia -tal como Macri ya había señalado al manifestar sin ruborizarse que «O los jueces están de nuestro lado, o buscaremos otros»- ha impuesto un nuevo modus operandi por el cual lleva a la cárcel, sin condena ni pruebas fehacientes, sólo a funcionarios de la anterior gestión. La «justicia» está siendo utilizada para atacar gobiernos, fuerzas políticas y líderes de izquierdas de América Latina que se oponen a los ajustes neoliberales dictados por el FMI . La derecha y sus medios han instalado la idea de que los «populismos de izquierda» presentan un problema de corrupción estructural, omitiendo que la corrupción es intrínseca al neoliberalismo y a las políticas de ajuste y austeridad.

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El cerco mediático que protege al oficialismo ya está roto. Las filtraciones de verdades tan contundentes como la operación «lawfare» (Guerra Judicial) que lleva a cabo el gobierno con sus jueces y sus periodistas a sueldo, empiezan lentamente a transformarse en tema de opinión pública. Así como también se filtran los nuevos datos de pobreza, indigencia y hambre; y la certeza del camino irreversible hacia el colapso económico al que el autoproclamado «Mejor Equipo de los últimos 50 años», arrastra al país.

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/america-latina/macri-rico-necesita-robar-argentina-corrupcion/20180827120904155145.html