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Entrevista a Modesto Emilio Guerrero, autor de Chavismo sin Chávez

Maduro le dijo a Santos: ‘Nos has clavado un cuchillo en la espalda»

Fuentes: ¿Sin salida? / Rebelión

Mario Hernandez (MH): Damos comienzo a una nueva emisión de «¿Sin salida?», hoy con un invitado, Modesto Emilio Guerrero, con quien vamos a estar dialogando sobre la actualidad venezolana. Antes de comenzar quería leerles una carta de Julián Conrado, preso político en Venezuela, colombiano, cantautor, miembro de las FARC quien en oportunidad de cumplirse su […]

Mario Hernandez (MH): Damos comienzo a una nueva emisión de «¿Sin salida?», hoy con un invitado, Modesto Emilio Guerrero, con quien vamos a estar dialogando sobre la actualidad venezolana.

Antes de comenzar quería leerles una carta de Julián Conrado, preso político en Venezuela, colombiano, cantautor, miembro de las FARC quien en oportunidad de cumplirse su segundo año de detención dio a conocer una carta abierta «La solidaridad es mi certeza».

¿Cómo se explica su encarcelamiento en Venezuela o, por lo menos, cuál sería tu explicación?

 

Modesto Emilio Guerrero (MEG): Se explica solo por el Pacto de Santa Marta que implicó concesiones de ambos lados. El gobierno colombiano entregó a un narcotraficante venezolano ligado a los sectores militares corruptos del gobierno bolivariano. Esos sectores fueron procesados y echados de la administración. Este narcotraficante estaba preso en Colombia y para que no se lo llevaran a EE. UU., como contraprestación, el gobierno venezolano se comprometió a impedir la presencia de insurgentes colombianos en Venezuela. El primer caso fue el de Joaquín Pérez Becerra, en enero de 2011 y luego siguieron 11 o 12 guerrilleros de las FARC y el ELN.

A Julián lo agarraron con su mujer en Barinas, en un campo, de alguna manera llegaron a él, alguien lo denunció porque no estaba en la ciudad. Lo apresaron, lo trataron mal, lo mantuvieron escondido, pero uno de sus guardias sacó un libro con una carta de Julián y fue así que los movimientos se enteraron dónde estaba. Entonces, se organiza un gran movimiento popular en defensa de Julián Conrado que fue una de las rispideces más sonantes con Maduro, ya que él en ese momento era canciller. Se rompieron carteles con la imagen de Maduro en la calle y Chávez tuvo que defenderlo ya que Maduro era el encargado de la operación, junto con Andrés Izarra, el director de Telesur.

Como te decía el caso de Julián Conrado se inscribe en el Pacto de Santa Marta que tuvo lo bueno de evitar un conflicto y lo malo de toda concesión en una negociación.

 

Samán era la mano izquierda de Chávez

 

MH: Una razón de Estado, podríamos decir. Pasemos a otro tema. El lunes pasado decomisaron 41.200 tns. de productos de la canasta básica en el Mercado mayorista de Barquisimeto, en el estado Lara, 16.000 tns. de aceite de un litro y ½ litro, 3.024 tns. de arroz, 5.420 tns. de harina de maíz pre-cocida, 9.708 tns. de pastas, 2.400 tns. de leche y 4.356 tns de papel higiénico. También en Táchira decomisaron 3 tns. de productos de la canasta básica acaparados en un mercado. ¿Cómo afecta a la población el acaparamiento, el desabastecimiento de los productos básicos?

Nicolás Maduro anunció en su cuenta twiter que nombró a Eduardo Samán presidente de Indepabis.

 

MEG: Un organismo de mucho poder social encargado de perseguir la especulación, el tráfico de influencias y la evasión impositiva.

 

MH: Si mal no recuerdo, a Samán lo habían alejado del gobierno.

 

MEG: Samán es una personalidad en Venezuela. Fue el miembro estrella del gabinete de Chávez entre 2007/9, es un hombre de izquierda, militante, un profesor universitario bien ubicado. Llegó a ser el ministro más popular, justamente por el carácter de izquierda de su actuación. Fue el que desarrolló todo el plan de estatización y expropiación. Expropió una cadena de supermercados de Francia, Éxito. Era la mano izquierda de Chávez. No solo era un buen comisario político sino un excelente gestor. Casi todo lo que hacía daba buenos resultados. Chávez lo tenía en la mano y llegó a tener tres ministerios a su cargo.

Fue alejado del gobierno por presión del sector moderado, Rafael Ramírez, Diosdado Cabello y otros, eso fue revelado por los cables de Wikileaks.

 

MH: Y ahora vuelve.

 

MEG: Son esas contradicciones propias de los gobiernos duales como sucedía con Chávez que metía preso a Julián Conrado y echó a Pérez Becerra pero, al mismo tiempo, le pegaba duro al imperialismo y expropiaba.

Al designarlo, Maduro da una tercera señal muy buena, positiva, entre las que ha dejado su breve gobierno.

Nombró Ministro del Poder Popular para las Comunas a Reinaldo Iturriza, que es un militante del más importante y dinámico movimiento popular urbano, el Movimiento de Pobladores Urbanos, que tiene una gran presencia en Barquisimeto. Iturriza es ahora ministro en representación del poder popular y Samán va a Indepabis. Sería como aquí una especie de Moreno en lo personal, pero en Venezuela, el Indepabis es un organismo político-social de control e inspección. Tiene mucha importancia. Es probable que vuelva o ascienda a un cargo ministerial.

Cuando presionaron a Chávez para echar a Samán hubo una rebelión de la vanguardia chavista. Hubo más de 7.000 mensajes a Aporrea solo la noche que lo destituyeron. Se hicieron marchas, actos, etc.

Samán iba a ser candidato a alcalde del chavismo de izquierda para las elecciones de diciembre, pero lo convocaron al gobierno y aceptó. Aunque no es un cargo ministerial, sería el equivalente a un secretario de Estado en Argentina.

 

MH: Volvamos al tema del acaparamiento, del desabastecimiento y el mercado negro que están afectando fuertemente al proceso bolivariano.

 

MEG: Seriamente, porque es uno de los instrumentos de ataque y ofensiva que ha escogido y elaborado sistemáticamente el enemigo.

 

MH: En Argentina se han hecho eco los diarios de la falta de papel higiénico.

 

MEG: Es verdad que faltó. Yo estuve hasta hace nueve días en Caracas y otros cinco días en otra ciudad y nunca me faltó. Falta en algunos lugares y en otros no. Hay desabastecimiento programado, es una acción bélica, como en Chile en 1973, de ataque, al igual que la inflación, la crean, además que el gobierno la deja colar por error, la promueven los capitalistas comerciales, creando mecanismos de elevación de precios. Tú importas o compras en el mercado interno, por ejemplo, chocolates, me comentaba un familiar que los compra en una ciudad llamada Puerto La Cruz, donde hay una gigantesca producción de chocolate cooperativo, 100% chocolate «perla» y lo lleva a Margarita, una gran zona turística, lo compra a 10 y lo vende a 20. En Margarita lo ponen a 200. ¿Qué relación hay entre 20 y 200? Técnicamente, ninguna. La tasa de ganancia sería muy alta a 30, sin embargo, lo ponen a 180/200. Indepabis se creó para estos casos. Mi familiar va a denunciar el caso en estos días porque la importación interna de chocolate la subieron 350%. De Argentina llegan remeras para mujer, diseños bonitos y bien hechos, que compran a 50 y venden a 300, que allá es barato, pero tiene que haber una reglamentación sino es una locura.

Venezuela necesita nacionalizar el comercio exterior para que Indepabis se convierta en un organismo de poder popular para que los barrios, la gente, los profesionales sean los que controlen lo que Indepabis y la policía no pueden.

La ausencia, el desabastecimiento masivo de productos es momentáneo. Me comentaban que en un supermercado un día no hay carne y otros productos y al otro día aparecen esos mismos productos en otro supermercado y crean un estado de tensión, de zozobra, no sabés dónde ni cuándo, entonces la gente compra todo lo que puede a precios altos. Ese es el mecanismo.

 

MH: Hablaste de una suerte de ofensiva interna, mencionaste a la burguesía comercial que aumenta los precios arbitrariamente, que especula y desarrolla el mercado negro pero, paralelamente, hay elementos que estarían hablando también de una contraofensiva externa. Todavía no se designaron embajadores con EE. UU. e Israel, aunque hubo un encuentro del Secretario de Estado, Kerry, con Elías Jaua en Antigua, Guatemala y, aparentemente, esa situación se resolvería con EE. UU. Hay declaraciones de Kerry acerca de que América Latina es «nuestro patio trasero» ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes. Se alienta el desarrollo de la Alianza del Pacífico y hace pocos días José Vicente Rangel denunció que la oposición adquirió en EE. UU. 18 aviones de guerra que habrían sido instalados en una base norteamericana en Colombia. Esto coincide con los apresamientos en los estados de Táchira y Portuguesa de paramilitares. ¿Qué podés comentar de todo esto?

 

MEG: Es parte de una estrategia, de una política a largo plazo, a 5 o 6 años, para profundizar, debilitar la gobernabilidad ya afectada desde el año pasado, en esa transición complicada entre un sistema político estructurado alrededor de Chávez a otro sin él. Están armando un sistema político nuevo y es natural que haya fragilidades, pero a eso le tenés que agregar que el gobierno es presidido por un líder que solo sacó 1.83% de diferencia, cuando en Ciencia Política se evalúa que 10 puntos es la tasa que garantiza gobernabilidad, sustentabilidad y tiene menos del 2%.

La oposición está haciendo lo que uno haría en sana ley, aprovechando una grieta entre un régimen y otro, de un gobierno debilitado, agredido y asediado por los enemigos internos y externos, que vive sometido a una feroz campaña internacional de prensa, que aun en sectores de la izquierda y populares de Brasil se sigue creyendo que es una dictadura y eso que se trata de un gobierno amigo, no estamos hablando de España o Noruega.

Ante eso la derecha venezolana y su derecha amiga fuera del país aprovechan para ver cómo pegan más duro, por eso matan, mataron 11 muchachos, quemaron locales, se atrevieron a más, utilizando técnicas de guerrilla urbana, pegar y huir. Esto es más propio de la tradición de izquierda porque en el caso de la oposición tenemos que hablar de técnicas fascistas.

Es complicado porque uno tiene que pensar a corto plazo. Ellos tienen dos políticas para esa estrategia. A una vamos a llamarla democrática o institucional, a través del voto derrotar al chavismo, que es lo que intentaron ahora. Eso incluye desconocer el triunfo de Maduro, aún hoy lo hacen, a pesar que fue legitimado por la gran burguesía comercial que se reunió con él, por el imperio norteamericano que envió a su Secretario de Estado, por el Papa Francisco que convocó a Maduro a reunirse y por los organismos internacionales.

 

MH: Aunque parece que también va a recibir a Capriles.

 

Es difícil que las FARC puedan mantener una mesa de acuerdos sobre un pacto político roto

 

MEG: La burguesía venezolana, la oposición de derecha, dura, tiene límites, pero comenzaron a actuar de manera distinta. Es lo que hay registrar como nuevo. Lo anterior siempre fue campaña.

Para matar más de una decena de chavistas en el pasado se requirió un golpe de Estado, ahora, con elecciones, se asesinó la misma cantidad. Cambiaron de táctica, de técnica, de estrategia, por eso EE. UU. presiona, se reúne y negocia. La negociación Kerry-Jaua es un mecanismo intermedio, funcional a la estrategia. En esa medida la responsabilidad del gobierno se acrecienta, es más delicada, porque si se equivoca en lo que pacte con la burguesía va a perder base social interna, que no solo se va a expresar en menos votos, por ejemplo, en el referéndum revocatorio que seguro le harán en 2016. También va a perder base social que se expresa en la estructura del funcionamiento del chavismo como gobierno, movimientos, Fuerzas Armadas, etc.

Allí entra la campaña de Julián Conrado porque ya es un hecho notorio en Venezuela, no solo de vanguardia como hace un año. El gobierno ha entrado en la peor contradicción de su vida política reciente. Pacta con Santos en Santa Marta un acuerdo general de contención, pacta dentro de ese acuerdo un proceso de negociación de paz con La Habana y Noruega como garantes, le devuelven narcotraficantes presos y manda guerrilleros colombianos estacionados en Venezuela, pero ahora, como era inevitable, tiene que denunciar el acto vandálico de Santos de instalar la Cumbre del Pacífico en Cali y anunciar al mundo que va a ingresar a la OTAN.

Aunque no pueda hacerlo, sí puede ser un estado asociado como lo es actualmente Argentina desde 1991, un país asociado extra OTAN que nunca ha renunciado a esa condición. Es lo que pretende Colombia, de no ser así explota la UNASUR porque no puede pertenecer al Consejo de Defensa sudamericano al mismo tiempo que a la OTAN. Si sucede explota, como ya está sucediendo con la Mesa de acuerdos en La Habana con las Farc. ¿Cómo va a mantener una mesa de acuerdos sobre un pacto político roto?

Maduro le dijo a Santos: ‘Nos has clavado un puñal por la espalda’. Eso no se dice si no vas a romper. Oficialmente no ha sucedido pero en la práctica, las últimas tres semanas, no hubo reuniones.

 

MH: Hoy se reunió un Consejo de Estado en Venezuela donde el tema central era la relación con Colombia. ¿Qué información tenés?

 

MEG: El Consejo de Estado es un organismo supra gubernamental que incluye personalidades y organizaciones, algunas del poder popular, ahí participa Luis Britto García, por ejemplo, que defiende a Julián Conrado. Son grandes personalidades, de mucha talla, que expresan poder social, intelectual o académico. Opina pero no decide. Allí se debatió un plan para garantizar la seguridad alimentaria si se rompen relaciones con Colombia. Son U$S 3.900 millones que Venezuela le compra a Colombia en alimentos que habría que comprar en Argentina, Brasil o Uruguay. Esa es una dificultad por tiempo, fletes, barcos, organización. Tampoco toda la importación es estatal. En el caso de Colombia la maneja un hipermercado privado.

Venezuela entra en una etapa donde las condiciones de las relaciones de fuerza comienzan a moverse en contra. Los movimientos siguen siendo mayoritariamente chavistas. El chavismo son 12 millones de personas y la derecha 5 millones. Aunque hay un voto que fluctúa del chavismo al antichavismo. También la relación de fuerzas sigue siendo coyunturalmente favorable porque las Fuerzas Armadas, las milicias que agrupan más de medio millón de personas, las reservas y las guardias rurales, son una muralla de defensa del gobierno bolivariano. El problema es que esa es la pintura, el asunto es para adónde va, para dónde marcha la dinámica política, hacia una profundización social, económica y política de la gobernabilidad bolivariana con Maduro para que crezca la base social del chavismo o a lo contrario. Ese es el dilema del momento.

 

Diosdado ha respetado el legado del comandante Chávez

 

MH: Mencionaste a Diosdado Cabello. Leyendo tu libro Chavismo sin Chávez. La lucha por el poder en tiempo de la transición, editado por Ediciones B, te hacés una pregunta: «¿Está Diosdado Cabello en posición de asumir el rol de Bonaparte de la revolución bolivariana? Antes de asumir Nicolás Maduro como presidente constitucional de Venezuela mucho se habló de un posible enfrentamiento con Diosdado Cabello. ¿Cuál es la ubicación de Diosdado Cabello en la actualidad?

 

MEG: Es lo que más se mencionó desde finales del 2011. Los voceros de la derecha internacional, Carlos Montaner, Openheimer, Carlos Malmud, la Nación, Clarín, todos, en Miami, cortados por la misma tijera, decían: ‘Viene una lucha por el poder que será tomado por las Fuerzas Armadas y Diosdado Cabello asumirá el mando ni bien muera Chávez». Un año antes. No ocurrió y no les importa nada. Al no ocurrir el hecho te obliga a pensar que en algo te equivocaste. Este no es un reclamo para la derecha sino para la izquierda que también lo creía. En nuestro propio campo, por el silogismo que utilizaron para analizar el caso venezolano, olvidando sus características esenciales, que es un gobierno independiente, de izquierda, sin burguesía aunque el Estado sea burgués. Significa que se apoya en otras fuerzas sociales e institucionales, que no lo hace en una relación con la burguesía aunque ésta medre y chupe del Estado y se enriquezca con la economía pero no es institucional, no es parte corporativa del Estado.

No hay representantes en el gabinete de ninguna entidad económica o política de la burguesía, entonces no es un gobierno burgués como institución, sí como Estado, lo es la economía, el aparato administrativo. No hay burgueses incluso en el aparato del Estado, no detentan ninguna jefatura de corporaciones ni de grandes empresas nacionalizadas, en ningún ministerio ni entidad política o corporativa.

La derecha siempre ha sido muy frágil en reconocer estos errores pero del lado nuestro hay que tener un poquito más de seriedad.

Lo que afirmé en el libro y que se ha podido confirmar hasta hoy, dentro de seis meses no lo sé, en situaciones dinámicas como la venezolana, los escenarios cambian más rápido que en otros casos. Diosdado tenía las condiciones para ser el Morales Bermúdez de Chávez o de Maduro, lo que en Europa se llamaría bonapartismo. Tiene las condiciones, pero puede terminar siendo lo opuesto, porque las condiciones generales nacionales e internacionales son las que determinan.

Diosdado es odiado por la burguesía, entonces, ¿cómo va a ser su Bonaparte? Representa a un sector del chavismo que no es de derecha. Diosdado ha jugado un rol progresivo hasta hoy. Públicamente se abrazó y proclamó su solidaridad con el gobierno de Maduro. Luego ha demostrado durante seis meses que era verdad, que no era una pose para la prensa. Ha respetado las instituciones y el lugar de Maduro.

Además, los movimientos sociales en Venezuela, que son factores de poder social y militar, no soportarían un gobierno de Diosdado, tampoco de Molero o cualquier otro general o alto oficial. No lo aceptarían, salvo por la imposición de la fuerza.

No se trata que Diosdado quiera o no, no es un problema suyo, la historia se determina de otra manera, las personalidades de la escena dependen del libreto histórico, del cual no son los autores.

Por último, las propias Fuerzas Armadas donde Diosdado representa a una de sus corrientes. Tiene ventajas porque sigue dentro, dando clases en la Academia Militar, tiene relaciones con sectores activos. Otra ventaja: muchas veces juega béisbol con ellos. Una tercera ventaja: tiene cómo mantener un aparato, pero tiene en frente, al lado a otras corrientes militares tan importantes como la propia que no tienen su proyecto, que se identifican con Maduro e incluso algunas son más de izquierda. También las hay institucionalistas, pero se respeta lo que existe, el legado del comandante Chávez, eso no se toca. Es lo que ha hecho Diosdado. Ha respetado el legado del comandante Chávez representado por Maduro. Hasta ahora no hay ninguna señal de lo contrario.

Eso no significa que Diosdado sea querible por el chavismo para ser presidente. Primero, tendría que ser elegido. Diosdado nunca ha mostrado intenciones de ser un dictador. Salvo por una dictadura feroz, con 500.000 muertos, en Venezuela no puede haber un presidente no electo. Entonces, Diosdado tendría que ser electo y tiene un problema. En 2008 perdió la gobernación de Miranda porque el chavismo dejó de votar por él y subió Capriles. Luego no votaron por él en el congreso fundacional del PSUV. No lo eligieron a la dirección. Fue designado por una comisión ad hoc. Un error de Chávez. No significa que Diosdado sea el malo de la película, sino que tiene un lugar en la política nacional desde el que tiene que negociar. Hoy es la segunda voz del gobierno. Eso le da un rol específico que puede ser usado por fuerzas conservadoras para que sea el Morales Bermúdez pero no depende de él. Yo creo que en este momento está jugando un rol progresivo.

 

MH: Antes de cerrar te quiero preguntar por la otra gran personalidad política de la actualidad venezolana, Nicolás Maduro, quien está llevando adelante el denominado «gobierno de la calle», hiperkinético, todos los días leo Aporrea y me parece increíble en la cantidad de lugares que aparece. ¿Qué balance podés hacer de los primeros pasos que ha venido dando Maduro en el gobierno de Venezuela?

 

MEG: En general han sido buenos, positivos, dentro del tipo de gobierno que es. Primero, sacó a los militares a la calle para combatir la inseguridad. Eso en Argentina no se puede hacer. En Uruguay y Brasil tampoco. En Venezuela se puede porque las Fuerzas Armadas fueron revolucionadas, modificadas sustancialmente, es lo que explico en el libro, son otras Fuerzas Armadas, no solo tienen prestigio social, están educadas de otra manera y eso facilita la tarea.

Si no se controla la inseguridad el gobierno de Maduro caerá. ¿Cómo? No sé, pero no hay sociedad que soporte convivir con la muerte todos los días. Puedes convivir o quejarte de la inflación, la devaluación o el desempleo, pero con la inseguridad no. En algún momento se explota y en Venezuela el problema es grave. No es culpa del gobierno porque no la creó, los malandros que hoy están robando y matando no son responsabilidad del chavismo que tiene solo 13 años en el gobierno, pero eso es sociología o historia. El gobierno chavista tenía que actuar y en ese sentido Maduro superó a Chávez positivamente, sin competencia, porque se atrevió a sacar el Ejército a la calle. Junto con eso apeló al poder popular, dijo que las organizaciones populares tenían que ayudar para controlar al malandraje.

Segundo, a nivel internacional, la política exterior del gobierno de Maduro está bien enfocada. Quisiera saber qué negociaron con Kerry, a lo mejor nada concreto, pero el acercamiento yo lo haría de la misma manera si estuviera en su lugar, el problema es qué firmás y concedés, no si te reunís. Fue muy inteligente reunirse con los yanquis porque te legitima frente al asedio internacional.

 

MH: Personalmente me agradó mucho la advertencia que hizo a los fascistas cuando dijo que «terminarán lejos de Venezuela o en la cárcel por toda la vida».

 

MEG: Ese mensaje es incluso mejor que el que daba Chávez que tenía que mediar entre fuerzas mayores. Maduro tiene las manos un poco más libres y está aplicando mano dura que aquí es mala palabra pero no en Venezuela porque se aplica contra el enemigo de derecha. Yo no usaría nunca esa consigna, creo que la vanguardia política chavista se equivoca porque no puede instalar la consigna de «mano dura» como paradigma, pero sí tienen que contener y reprimir a los grupos fascistas que matan a militantes. Eso no se puede permitir.

Creo que Maduro ha arrancado bien. ¿Cuál es el riesgo? Que las presiones y negociaciones con sectores internos de poder e internacionales de gobiernos amigos como el brasilero, por ejemplo, cuando Lula mandó un audio llamando a votar por Maduro pero también decía que tenía que negociar con la oposición. También sabemos que dentro del chavismo hay sectores que están negociando hace dos años con la burguesía, conversando, tomando ron. ¿Cuál sería el factor cualitativo? Que el gobierno cambie de carácter, que deje de ser un gobierno independiente de la burguesía para ser un gobierno de coalición, de unidad nacional, de cualquier tipo de pacto.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.