Recomiendo:
3

Mario Vargas Llosa, un Premio Nobel

Fuentes: Rebelión

Ser Premio Nobel puede ser algo positivo, como en los casos de Santiago Ramón y Cajal y José Saramago.

El Nobel de Santiago Ramon y Cajal fue de gran utilidad para el conocimiento y tratamiento médico posterior del sistema nervioso humano, descubrimiento por el que le otorgaron el premio. Al Nobel de José Saramago hay que darle gran valor porque Saramago mostró en su literatura un dramático y conmovedor panorama vital humano y una sutil critica al represor sistema del neoliberalismo global, algo que queda bastante patente en su genial obra “La caverna”.

Pero también el Nobel puede ser usado en sentido negativo, como son ejemplos los Premios Nobel de la Paz de Henry Kissinger, Al gore o Barack Obama.

El primero, Henry Kissinger, fue “el jefe nazi” que creó la Operación Cóndor en el patio trasero de EE. UU., una organización al más puro estilo nazi con monstruos nazis como Pinochet, Videla, Viola, etc. La Operación Cóndor, también llamada Plan Cóndor, formaba parte de la Guerra Fría. Fue iniciada oficial y formalmente en noviembre de 1975 e impulsada y coordinada por Henry Kissinger, secretario de Estado de los EE. UU., siendo presidente Gerald Ford y vicepresidente Nelson Rockefeller. Después, la operación represora de “terrorismo de Estados” la mantuvieron sucesivamente los presidentes James Carter y Ronald Reagan.

Por su parte, el caso del Premio Nobel de la Paz del ecofascista Al Gore también es tenebroso, aunque no haya salido tan a la luz. Al Gore, cuando era vicepresidente de los EE. UU., para recaudar dinero para su campaña electoral a la presidencia, contrajo un pacto con las megacorporaciones farmacéuticas para que con su poder de vicepresidente impusiera en Sudáfrica la prohibición de fabricar vacunas genéricas contra el sida para no perjudicar el crecimiento económico de estas megacorporaciones y de paso realizar una limpieza étnica y clasista. En consecuencia murieron cientos de miles de sudafricanos, la mayoría negros, por no poder pagar esta vacuna. Y todo a pesar de haber sido declarado por sus méritos nada menos que Premio Nobel de la Paz. Citaremos un párrafo del artículo de Scott Thompson y Michele Steinberg, que apareció en Rebelión el 19 de abril de 2007, en Coalición Fármacos Contra el Sida para África (AIDSDA), titulado: Repudian el genocidio de Al Gore en África [1]:

“En 1999 Al Gore perdió mucho apoyo por su racismo contra África, ya que muchos demócratas y sus aliados políticos atacaron al entonces vicepresidente por condenar a millones de africanos a una muerte lenta horrible, al negarles el acceso a las drogas genéricas contra el sida y el VIH. […] Ese mismo año las Naciones Unidas informaron que 5.500 hombres, mujeres y niños africanos morían diariamente por el VIH-sida; muchos más que las víctimas que, se dice, cobró la limpieza étnica en Kosovo, que en ese tiempo recibió la atención de los mismos medios de comunicación que guardaron un silencio sepulcral sobre las muertes por VIH-sida en África”.

Por último, El “bueno” de Obama (disfrazado de “buena oveja negra”) fue el presidente de USA que emprendió más guerras simultaneas de toda la super belicosa historia de los Estados Unidos; nada menos que 7 guerras simultaneas en el planeta fueron emprendidas en el “periodo Obama” (Afganistán, Irak, Siria, Libia, Pakistán, Somalia y Yemen); y fue el originador de la guerra de Ucrania al promover directamente el golpe de Estado del Euromaidan en 2014 en contra de un presidente electo democráticamente. Algo que fue el detonante del inicio de una guerra civil en Ucrania, que no comenzó en febrero del 2022, como insistentemente suelen decir los medios, sino en mayo de 2014.

También en el caso del Premio Nobel Mario Vargas Llosa se le concede a un destacado personaje reaccionario defensor de lo nazi y antidemocrático. Un caso verdaderamente escandaloso por mucho que todos los medios de comunicación reclamen su Premio Nobel para ocultar su lado oscuro en el triste día de su desaparición. Mario Vargas Llosa ha fallecido recientemente a los 89 años. Fue un personaje que, aparte de que haya que reconocer la calidad de sus obras, ello no debe ser obstáculo para considerar que ha hecho política muy reaccionaria, antidemocrática y muy activa, sobre todo en los últimos años.

Dicen que ante la defunción de una persona es necesario realizar un panegírico de ella, pero no en caso de un personaje delictivo como lo fue éste, pues se trataría más bien de una apología. Pero, sobre todo, hay que desentrañar su cara oculta lavada de continuo por los medios de información que en su mayoría se encuentran en manos del sistema neoliberal global.

Mario Vargas Llosa forma parte de intelectuales de la ultraderecha, de la internacional reaccionaria en lengua española llamados los “thinktanks ultrareaccionarios”. Por ejemplo, fue muy amigo de Isabel Díaz Ayuso, quien a su vez es gran amiga de personajes como el franquista Abascal, el ultraneoliberal Javier Milei o el corrupto presidente ecuatoriano Daniel Noboa. Vargas Llosa fue un personaje político y no solo un escritor, fue muy útil para lavar la cara a la ultraderecha y para legitimar dictaduras. Por ejemplo, su amiga Isabel Díaz Ayuso viajó recientemente a Ecuador para apoyar con sus arengas en las elecciones presidenciales al reaccionario, narco y corrupto candidato Noboa. También Mario Vargas Llosa fue acérrimo defensor de personajes de carácter completamente nazi como son los casos de Alberto Fujimori y Bolsonaro en Brasil, de quien Vargas Llosa dijo que lo prefería a Lula, pues estaba de acuerdo con su negacionismo de llamar “gripecinha” a la COVID, y con sus políticas depredadoras de los territorios brasileños. También, llamó “analfabeto” a un presidente peruano como Pedro Castillo, elegido por el voto popular. También proclamó que era muy importante que José Antonio Kast, un negacionista de la dictadura pinochetista, ganara las elecciones en Chile.

Bueno, y aún se podrían seguir mencionando otros muchos “también”.

Nota:

[1] Scott Thompson y Michele Steinberg, véase http://www.rebelion.org/noti-cias/2007/4?49849.pdf

Julio García Camarero es doctor en Geografía por la Universidad de Valencia, ingeniero técnico forestal por la Universidad Politécnica de Madrid, exfuncionario del Departamento de Ecología del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y miembro fundador de la primera asociación ecologista de Valencia, AVIAT 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.