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Crisis del transporte

Más allá del escándalo

Fuentes: GK

Tras los alarmantes números de la inseguridad vial en el Ecuador está claro que el transporte interprovincial en el Ecuador está en una grave crisis. Las respuestas al problema están en el uso de tecnología, la liberalización de los precios de los pasajes y la aplicación de la caja común.

 

Tras una serie de mortíferos accidentes de buses interprovinciales, la seguridad vial regresa al debate público ecuatoriano. El 2018 contabiliza ya 1433 muertes, 33 más que en el año anterior en el período enero-agosto. El total de accidentes viales fatales en el período 2014-2017 superó las diez mil víctimas: es el equivalente a que toda la población de Santa Cruz, en Galápagos, falleciera. Las causas para los accidentes que involucran a buses de transporte interprovincial son varias, pero gran parte del análisis se limita a señalar la impericia’ e irresponsabilidad del conductor, su edad y los requisitos de licencia. Esa es una mirada reduccionista: la realidad es más compleja y las razones incluyen varios factores que van desde la informalidad de las cooperativas de transporte y la falta de regulaciones y controles efectivos, hasta los incentivos económicos perversos que forman parte de este mercado que mueve millones de dólares.

Analicemos este fenómeno desde una perspectiva económica. El transporte interprovincial del Ecuador está atrapado en un círculo vicioso impulsado y mantenido por un control de precios artificial por parte del Estado: pésimo servicio, alta siniestralidad e inaceptables cifras de mortalidad. Esto que parece es problema gravísimo, es también una oportunidad: el transporte es un mercado ideal para ser intervenido por empresas innovadoras que sepan operar de una forma digital y tecnológica, volviéndose más eficaces y eficientes que las empresas tradicionales.

El negocio del transporte es uno de los más grandes del Ecuador. Pero las estadísticas no son fáciles de encontrar porque se ubica entre la formalidad y la informalidad de la economía «popular y solidaria». Santiago Ontaneda, fundador y CEO de Vamos, una startup de venta de tickets de bus interprovincial (a la que asesoro a través del programa de mentorías de Buen Trip) estima que, anualmente, sólamente la venta de pasajes de buses inter e intraprovinciales genera alrededor de 720 millones de dólares. Existen 428 cooperativas y 11 mil buses. Se venden 130 millones de boletos al año. Es un mercado que representa casi el 1% del PIB anual, por lo que -a pesar de sus dificultades- es muy atractivo.

Para Ontaneda, las principales causas para la inseguridad vial en los buses son los incentivos económicos perversos. La mejor garantía de un viaje seguro, dice, es que el bus salga de la terminal 100% lleno. De otra forma, el conductor del bus hace paradas en el trayecto para recoger pasajeros, porque cada pasaje vendido en el camino ingresa directamente el bolsillo del conductor.

La falta de una caja común entre los miembros de la cooperativa es una de las principales razones para el alto índice de siniestros en el país. Actualmente los miembros de las cooperativas compiten entre sí porque sus ingresos se basan directamente en las ventas que generan sus unidades, lo cual lleva a las famosas carreras para recoger más pasajeros. La caja común eliminaría este problema, al asegurar que las ventas se repartan equitativamente entre todos los miembros de la cooperativa.

Sin embargo, a pesar de que existe una normativa que obliga la implementación de la caja común, son contadas las empresas que han logrado establecerla. Y es que, con la regulación de precios que rige en el sistema, las cooperativas, sus dueños y los choferes de los buses, no tienen ningún incentivo para invertir recursos para cambiar el estado de las cosas. Los precios de los pasajes están regulados y congelados por ley, lo cual hace que la competencia entre cooperativas se concentre exclusivamente en llevar más pasajeros, y no en diferenciarse por la calidad de su servicio.

Un mercado millonario y lleno de ineficiencias es el territorio ideal para empresas que busquen captar una mayor cuota de mercado ofreciendo mejoras en el servicio. Algunas startups han optado por atacar el mercado por el lado de la venta de boletos. Multipasajes.com, por ejemplo, ofrece la compra de pasajes con tarjeta de crédito a través de su sitio web. Vamos está trabajando en ofrecer un servicio que permita la compra de pasajes vía Whatsapp, y busca apalancarse en las tiendas de barrio de todo el país para permitir el pago en efectivo.

Por su parte, el Gobierno del Ecuador ha intentado dar soluciones políticas a la inseguridad vial en el país. El Pacto Nacional por la Seguridad Vial, promovido por el presidente Lenin Moreno desde agosto de 2017, aglutina a varios actores que incluyen 64 organizaciones como gremios de transporte y turismo, empresas privadas, ensambladoras, universidades y organizaciones sin fines de lucro.

A pesar de los esfuerzos, las estadísticas no muestran resultados positivos de esta iniciativa. ¿Por qué?

Porque mientras no se cambie el enfoque de la competencia entre las cooperativas y empresas de transporte hacia la calidad y eficiencia en el servicio, mediante la liberalización controlada de precios poco o nada se logrará. Además, se debe incentivar la formalización del mercado gris de las cooperativas.

Para lograrlo, hay que empezar por eliminar el control de precios y promover una sana competencia y diferenciación de servicio entre las empresas del sector. De esta manera, los usuarios podrán seleccionar la empresa que más les convenga para viajar, considerando diversos factores -incluyendo el servicio que estas brinden.

**Este artículo se publicó originalmente en guapulo.com