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Más que un plagio, un texto

Fuentes: Rebelión

Más que un plagio-un texto relacionado con lecturas de Noam Chomsky, porque últimamente él se-nos está dirigiendo a nosotros las respuestas que siempre queremos interrogar y obtener de su experiencia con el ser humano y la condición humana, porque hasta la sabiduría social se cansa como la savia natural necesita regenerarse cuando del mundo de […]

Más que un plagio-un texto relacionado con lecturas de Noam Chomsky, porque últimamente él se-nos está dirigiendo a nosotros las respuestas que siempre queremos interrogar y obtener de su experiencia con el ser humano y la condición humana, porque hasta la sabiduría social se cansa como la savia natural necesita regenerarse cuando del mundo de arriba, del cielo de en medio y de la tierra de abajo se tratan con los complejos industriales humano y militar, así como de los provincianismos, los nacionalismos, los cosmopolitismos y los populismos que no dejan de ser y hacerse los totalitarismos en una geopolítica local y global: unos atados a sus atavismos y otros esclavizados a sus esclavismos, porque es demasiado actual para ser humano y ajeno, realidad demasiada extrema para ser crímenes de lesa humanidad, y que por más que generemos el cambio climático, nos atrae y consume el consumismo, regurgitándonos en basura y en desechos de comida sobreabundante, llenándonos y vaciándonos al mismo tiempo en un espacio ganado al todo y a la nada.

Muerto Dios, corrompido el Hombre.

Acabadas las Ideologías, lo único que-nos-queda es el Estilo de Vida del Consumismo en el Capitalismo de Lujo y Funeral.

Cuando se dio la crisis económica y social griega, no la dejaron pensar y resolver su propia crisis, democráticamente, aunque haya sido la creadora de la Democracia.

Cuba no debía ser y hacerse comunista y se declaró comunista marxista-leninista, y, al tiempo, se hizo más socialista que comunista.

El destino manifiesto de las dos naciones es lo que actualmente se piensa y desea de ellas: visitarlas como turistas, para contemplar la Democracia y la Revolución como una instalación museográfica, móvil y viviente: la democracia griega y la revolución cubana como referentes del pasado y el presente, no satisfaciendo lo suficientemente con lo que se ve y vive real, económica y socialmente en Grecia y en Cuba a través de la mirada turística, el griego y el cubano, siempre han estado entrecruzados con el arte y la cultura en la danza, la música y la poesía, no como quieren que se vean en lo exótico del turismo cultural, sino como son en la tradición y la modernidad, la identidad y la pertenencia, de lo nuestro es de todos.

Algunos dirán que los griegos y los cubanos no viven según la democracia y la revolución, como tampoco los rusos con el comunismo, los norteamericanos con el capitalismo y los chinos con el comunismo-el capitalismo, trazándose una zanjadura dialéctica en el ser humano y en la condición humana: unos viven el capitalismo de lujo y otros viven el capitalismo funeral en el mismo mundo de arriba, en el mismo cielo de en medio y en la misma tierra de abajo.

Cuantitativa y cualitativamente la igualdad es la desigualdad económica y social porque nada, nadie y alguien, en el tercer mundo, podemos decir que con la democracia representativa vivimos los que viven en el primer mundo, porque ni los del primer mundo viven como se dice que se vive, siendo la diferencia la calidad de vida con la cantidad de vida desperdiciada y paria en el primer y en el tercer mundo del complejo industrial humano.

Viniendo de donde vienen la democracia y la revolución con el nacionalismo revolucionario ante el capitalismo y el complejo industrial militar norteamericano, los procesos electorales y los movimientos sociales armados o no, siguen siendo las vías a un cambio para cambiar civil y/o radicalmente, siempre y cuando, se tenga a la vista la cooptación y la corrupción con los esquemas del sicariato económico en la intromisión-la intervención de elementos disuasivos, distractivos e invasivos en las aún economías dependientes del capitalismo norteamericano, así como Grecia en la supuesta Comunidad Europea y Cuba en Made in USA-America First.

La rebelión social y la liberalización económica, si no conocida por tratar de ignorarla, es la realidad por la rebeldía del EZLN en Los Caracoles, ni tan lejos de Grecia ni tan cerca de Cuba, y se puede imaginar que Grecia casi es una isla, Cuba es una islita, y, Los Caracoles un archipiélago tierra, selva y montaña adentro: allí y allá se ve y se vive mandando y obedeciendo comunal y comunitariamente porque hay alimentación, salud y educación como en la democracia griega y en la revolución cubana.

Los Caracoles, ni siquiera es una utopía: es una realidad social y económica, que se basta y se abastece con ella misma y con ellos mismos, las mujeres, los hombres, los ancianos y los niños.

¿Es posible la rebelión social con la liberalización económica en países del tercer mundo cuando se les ha catalogado como países emergentes, urgentes e insurgentes?

Piénsese en tres países con esas características, y veamos si es posible, y por si acaso hay uno y tres a la vez, la esperanza de más vida está en la incertidumbre de más muerte, porque la impiedad del mundo de arriba quiere que a través de en medio del cielo, la tierra de abajo siga siendo la puerca tierra del capitalismo con el complejo industrial militar sobre el complejo industrial humano.

México, el país de las sombras espectrales, es tan emergente como urgente e insurgente. Negarlo es una aceptación, tácita y evidente, al negacionismo, siendo al mismo tiempo y al mismo espacio una guerra-una derrota a regañadientes y armada hasta los dientes con la Ley de Seguridad Interior, el Estado de Derecho y los Derechos Humanos entre las paredes y las calles con sus créditos y descréditos numerarios por los daños colaterales y las ejecuciones extrajudiciales.

Cuando se ha llegado a un altogrado de complejidad tecnocientífica, pareciera que la simplicidad se reajusta al sentido común de la vida con una atenta observación más vital y orgánica que vitalista y funcionalista, aunque la gente y los demás cada vez más nos separamos de los otros y de nosotros, marcando las preferencias y las diferencias con un egoísmo y un cinismo que solamente vistas((os) y sentidas(os) en la indiferencia y en la indolencia sociales, se puede pensar y sopesar que a este país (de y en) las sombras espectrales nos lo están y nos lo estamos llevando sobre el suelo y la sangre de los muertos, los desaparecidos y los desplazados.

La anormalidad en la normalización de la violencia, el crimen, la corrupción y la impunidad, en el país de las sombras espectrales, es vernos y sentirnos más que impotentes, prepotentes, en los actos y en los hechos de intelectualizarlos y conceptualizarnos para generar una atenuación fáctica y mediática y dejar que sean los pensamientos y las palabras que se acomoden al mueblaje y al decorado en que la prepotencia sea el tema especial, y no, el asunto público y el problema social, discriminando y criminalizando lo que está contra el Estado y el Estado esté de parte de esa prepotencia, en el vacío mismo, del Estado con sus afluentes y agentes distractivos para que la normalización sea la cobertura de lo que entre un sexenio presidencial termine y otro comience en un presente futurizado con lo subsecuente de la consecuencia: borrón y cuenta nueva.

La portabilidad de la portatilidad con la conciencia metida en el Smartphone de nuestras días, noches, medianoches, madrugadas, amaneceres, mañanas, mediodías y tardes plenas y vacías en la incompletud con los crepúsculos de la decadencia occidental, nos empuja(n) al precipicio abismático de un profundo pozo negro que viene desde arriba en el mundo y traspasa por en medio del cielo para serse y hacerse abajo en la tierra, donde el excavamiento y el socavamiento es contención y retención de los pensamiento y las palabras, los actos y los hechos humanos, infrahumanos y pos(t)humanos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.