«El papel de Diana Salazar simbolizó la instrumentalización del derecho penal como herramienta de gestión política», agregó.
El abogado Mauro Andino Espinoza señaló que el paso de Diana Salazar por la fiscalía general se debe analizar en términos institucionales y democráticos, en este último, el analista consideró que la exfuncionaria fue protagonista del juego político del poder.
Andino destacó que Diana Salazar simbolizó la instrumentalización del derecho penal como herramienta de gestión política, donde se evidenció el poder del Estado para proscribir a unos y favorecer a otros.
“Se la vio dura y ágil en algunos casos y en otros ralentizada y débil”, puntualizó.
En cuanto a la institucionalidad el abogado subrayó la necesidad de que Salazar rinda cuentas sobre las políticas que ejecutó para mejorar la gestión pública de Fiscalía.
En temas como:
- Infraestructura
- Recursos económicos
- Contratación de fiscales para investigar denuncias y expedientes
- Acciones que se impulsaron para disminuir el cometimiento de delitos
- Participación con el Gobierno para construir un plan de seguridad integral
- ¿Cuántas investigaciones previas recibió su administración y cuantas llegaron a buen puerto? ¿Cuántas quedaron abandonadas?
Casos cuestionados
Si bien Mauro Andino reconoció que existen casos donde la Fiscalía actuó correctamente como es el Metástasis que involucra al expresidente de la Judicatura, Wilman Terán; el abogado también destacó que existen otros procesos como el Sobornos, que ha sido cuestionado a nivel nacional e internacional.
“Es indiscutible que la mayoría de especialistas coinciden que fue un burdo montaje que adoleció de irregularidades. La casación que dura un año y medio, se resolvió en 17 días para evitar que Rafael Correa inscriba su candidatura en el 2021”, ejemplificó.
Otro de los casos que cuestionó Andino es el de Fernando Villavicencio que queda en el limbo en la administración de Diana Salazar.
Futuro de la Fiscalía
El abogado Mauro Andino consideró que el fiscal (encargado), Wilson Toainga, no quedará al frente de la institución por mucho tiempo, porque el Gobierno operará de manera ágil y precisa para llevar adelante el concurso de oposición y méritos, a fin de poner a un funcionario acorde sus intereses.
“El Gobierno entiende que ser fiscal es tener más poder que ser presidente de la República”, puntualizó.
