De pronto, y sin preámbulos, se convierte el Sr. Ehud Olmert, Primer Ministro de Israel, en un afable cordero que muestra una simpatía sin precedentes con sus vecinos los palestinos, les promete retiradas de sus tropas y el establecimiento de un estado independiente con continuidad geográfica, liberar sus cuentas bancarias embargadas, establecer proyectos de inversión […]
De pronto, y sin preámbulos, se convierte el Sr. Ehud Olmert, Primer Ministro de Israel, en un afable cordero que muestra una simpatía sin precedentes con sus vecinos los palestinos, les promete retiradas de sus tropas y el establecimiento de un estado independiente con continuidad geográfica, liberar sus cuentas bancarias embargadas, establecer proyectos de inversión industrial fronterizos para facilitarles empleos que puedan impedirles seguir limpiándoles los retretes a los colonos en Tel Aviv y en la ocupada ciudad de Jerusalén.
Me pregunto, ¿qué fue el motivo de ese gran cambio en la posición de Olmert?, siendo él quien, y hasta el día cercano de ayer y hace tan solo dos días, enviaba sus bombarderos y sus tanques para matar al mayor número de ellos, a sus niños, a destruir sus casas encima de sus cabezas, a poner los planes para la invasión total de Gaza y a reocupar el paso fronterizo de Filadelfia entre Gaza y Egipto.
La respuesta reside en la gira actual del Presidente estadounidense George Bush, cuyo comienzo será mañana en la capital jordana de Amán, también, en la visita relámpago que la antecedió y que fue realizada por el Sr. Dick Cheney a Arabia Saudí, como en la visita anterior del Primer Ministro turco Recep Erdogan y que también fue realizada a la capital jordana. Todos estos movimientos fluyen hacia un objetivo, y ese es la formación de un eje sunní que pueda dar cobertura legal al futuro golpe que pretende dar EEUU, o tal vez Israel, contra el reactor nuclear iraní, ya que Washington, lo ve como un peligro sobre su actual hegemonía en la zona del golfo arábigo donde se ubican las dos terceras partes de las reservas del petróleo en el mundo.
Y como los árabes y los iraníes juntos, sunníes y chiítas, ya ofrecieron una cobertura legal para invadir Iraq y ocuparlo, derribando al régimen gobernante bajo las mismas excusas: por invadir Kuwait primero (1991) y tratar de poseer armas de destrucción masiva segundo (2003), ya están preparándose para formar un bloque netamente sunní en ésta ocasión, para apoyar al más que seguro golpe americano contra Irán. No es ninguna casualidad que Dick Cheney visite personalmente la capital saudí de Riad en una visita relámpago y sin un previo aviso, puesto que fue él quien ingenió la primera guerra para expulsar a las fuerzas iraquíes de Kuwait, convenciendo al rey saudí Fahd para recibir a medio millón de soldados americanos en su tierra cuando fue ministro de defensa del gobierno de Bush padre. Lo que es extraño, es que quien fue entonces príncipe heredero, Abdulá Ben Abdel Aziz, se había opuesto a tal invitación de las tropas americanas según relataba el general Norman Schwarzkoph que en su día, estaba al mando de las fuerzas norteamericanas. No sabemos como fue su reacción, una vez convertido en rey, ante los futuros planes de la administración americana hacia Irán expuestos por el mismo Cheney en una reunión cerrada en Riad hace pocos días.
La capital jordana Amán, se ha convertido en un lugar de peregrinaje para aquellos candidatos para formar parte de ese nuevo bloque. El Sr. Mahmud Abbas arribará ahí hoy martes, ayer estuvo el Sr. Harith el Dari, el presidente del Comité de Ulemas Musulmanes Sunníes (Iraq), mientras que el Sr. Nuri Al Maleki, nuevo Primer Ministro de Iraq, se prepara para aterrizar en el aeropuerto de Amán para celebrar una cumbre bilateral con el presidente norteamericano. La división confesional, cuyas raíces fueron plantadas por la administración estadounidense en Iraq y que condujo a la actual guerra civil que cosecha a diario a cientos de almas, tanto el presidente Bush como sus colaboradores, quiere masificarla en toda la zona de Oriente Medio. No nos sorprenderá contemplar una guerra confesional más amplia aun, donde se utilicen bombarderos y misiles en un periodo cercano al año o año y pico, y donde se pueden involucrar los ejércitos de la zona. La media luna creciente chií, de la que habló el rey Abdulá II de Jordania hace un año y medio, y que algunos consideraron que fue un desliz, se ha convertido en una realidad desde el punto de vista estadounidense y se prolonga desde Irán hasta las costas libanesas del mediterráneo, pasando por Iraq y Siria. Y es por ello por lo que habría que confrontarse a ella con una compacta media luna creciente sunní protegida por EEUU, y bajo su capa, se englobaría a Jordania, Egipto, Arabia Saudí, los países del golfo y Turquía.
El Primer Ministro británico el Sr. Tony Blair, fue el primero en hablar sobre dicha media luna sunní, durante una ponencia expuesta hace tres meses en el Estado de California, sin embargo, él utilizó el término arco en lugar de media luna porque no es de los que guardan especial afecto hacia los musulmanes o hacia sus terminologías.
Y para que se consagre la tesis de la media luna o el nuevo arco, habría que tirarles una zanahoria o un hueso a los palestinos para acallarles, o más bien, para entretenerles una vez más tal como se les engañó poco antes de la primera guerra contra Iraq por Bush padre quien les prometió una conferencia internacional para resolver su cuestión, o como hizo Bush hijo quien se comprometió en establecer un estado palestino independiente para el año 2005, para emprender la segunda guerra contra Iraq. En la primera ocasión, hace 15 años, se celebró una conferencia internacional que derivó en una frustración, y en la segunda del año 2005, sigue la promesa de un estado palestino independiente, ubicada dentro de la matriz de lo oculto. Y después de la victoria de Bush en Iraq, los palestinos fueron agraciados con el embargo, la hambruna y las masacres de Beit Hanun, Playa de Gaza, Rafah y Jenin. Lo mismo ocurrirá con la iniciativa actual de Olmert y con su ilimitada generosidad durante su discurso de ayer.
Los árabes se enfrentan a un nuevo engaño, tal vez sea aun más peligroso que cuando emprendieron su revolución en contra del imperio otomano y su colaboración con los ingleses, cuando fueron premiados con la pérdida de Palestina y la división sus tierras entre los colonialismos británico y francés. Los jugadores, casi, son los mismos, y las fuerzas occidentales que se aprovechan de su estupidez, también.
Entendemos que los árabes, claro que estamos hablando de los gobiernos, fueron estúpidos hace un siglo. No podían comprender lo que se tejía con conspiraciones en los cuartos oscuros ya que el analfabetismo dominaba entre la gente y entre los gobernantes por igual, pero lo que no entendemos, es que dicha estupidez continúe y aun en mayor grado en el siglo XXI cuando vivimos en la era de la revolución en la comunicación, los satélites, las universidades e internet.
Los árabes han derribado al régimen iraquí por orden de los estadounidenses, entonces, cosecharon la guerra civil, entregaron el país a las rencorosas milicias confesionales que borraron la identidad árabe y cortaron sus extremidades. Ahora, se preparan para una guerra contra Irán bajo la banderola de un presidente americano que guarda rencor hacia los árabes y los musulmanes, no distingue entre sunníes y chiíes en su odio, entonces, ¿Cuáles serán los resultados sino una venganza iraní que destruirá sus ciudades, matará a cientos de miles de sus hijos y quemará sus pozos petrolíferos?
Irán que posee un gran arsenal de misiles y armas modernas no podrá vengarse de EEUU por que está lejos, sin embargo, y sin duda, se vengará de sus aliados árabes y del estado hebreo, acaso, ¿es un orgullo para los árabes destruir un estado islámico colocándose en la misma balanza de Israel como posible objetivo de la venganza iraní, sin cobrar nada a cambio que valga la pena toda ésta destrucción de EEUU, tal como les fue en todas sus guerras anteriores?
Traducción del árabe de Jamal Halawa.
http://www.nodo50.org/csca/agenda06/palestina/al-quds_1-12-06.html.