La defunción financiera de EU requiere los funerales litúrgicos oficiados por una superpotencia nuclear del tamaño de Rusia. Los triunfadores de la Segunda Guerra Mundial auspiciaron la exitosa reunión de Bretton Woods, que funcionó notablemente hasta que el presidente de EU Richard Nixon desacopló unilateralmente al dólar del patrón-oro, lo que dio comienzo a la […]
La defunción financiera de EU requiere los funerales litúrgicos oficiados por una superpotencia nuclear del tamaño de Rusia. Los triunfadores de la Segunda Guerra Mundial auspiciaron la exitosa reunión de Bretton Woods, que funcionó notablemente hasta que el presidente de EU Richard Nixon desacopló unilateralmente al dólar del patrón-oro, lo que dio comienzo a la flotación de las divisas que posteriormente desembocó en el artificial diluvio crediticio de la aciaga etapa greenspaniana, la matriz operativa del tsunami financiero global en curso.
El grave problema radica en la ausencia de un sucedáneo sistema financiero alterno, lo cual ha sido obscenamente explotado por EU, quien practica así el «síndrome Sansón» al pretender arrastrar en su desgracia al resto del planeta (ver Bajo la Lupa 01/10/08).
Las oraciones fúnebres del sistema financiero anglosajón han sido oficiadas destacadamente por Francia, Alemania, Rusia y Brasil.
Durante el 8° Foro Anual de Desarrollo ruso-alemán en San Petersburgo, el presidente Dimitri Medvedev(DM), ante la presencia de la canciller Angela Merkel (AM), sentenció que el «dominio económico de EU había terminado» (The Australian; 02/10/08). DM reclamó la «construcción de un nuevo y más justo sistema financiero-económico, basado en la multipolaridad, la supremacía de la ley y el respeto a los intereses mutuos». Propuso que el nuevo sistema debe basarse en una «gestión colectiva» que comporte «nuevos mecanismos de toma de decisiones y responsabilidad colectiva».
En ningún momento DM citó al Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial o a la Organización Mundial de Comercio (donde Rusia ha sido vetada por Georgia a instigación de EU), totalmente ausentes durante el tsunami financiero global. Llamó poderosamente la atención la presencia de la canciller alemana AM durante la oración fúnebre del presidente DM en San Petersburgo, la ciudad más «occidental» rusa.
Por su parte, la canciller AM se pronunció sucintamente por la «regulación del mercado con abordaje multilateral»(NYT; 03/10/08).
Un día antes, el poderoso primer ministro Vlady Putin había fustigado la «irresponsabilidad económica de EU» y su culpabilidad en haber creado la crisis financiera global.
De Defensa (29/09/08), centro de pensamiento militar europeo, vaticina en forma audaz la inexorabilidad de un eje ruso-franco-alemán como consecuencia del tsunami financiero. La crítica a EU por su conducta desregulada de parte de Francia y Alemania ha sido muy severa y tiende a «forzar el destino» que coloca en entredicho el «fundamento de la alianza trasatlántica». Pone en relieve la triste constatación del viejo atlantista, hoy de 80 años de edad, Herbert Kremp (HK), veterano de la guerra fría, cuyos agudos comentarios definen el zeitgeist (el «espíritu de los tiempos») que ronda en Alemania, según reporta el rotativo Die Welt sobre las consecuencias de la crisis: «Europa abandona su viejo modelo, a EU», como tendencia inevitable, mientras la «tentación será mayor para seguir en su lugar a los flujos del gas y del petróleo (¡súper sic!), en lugar de proseguir una estrategia geopolítica de largo plazo que une la libertad y la prosperidad». Por «libertad y prosperidad», HK se refiere a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Cabe destacar que los «flujos del gas y el petróleo» constituyen la «vía rusa».
Mata de risa el uso laxamente indiscriminado por el régimen torturador bushiano y su fauna neoliberal de términos como «libertad», «seguridad», y «prosperidad», que deben ser leídos al revés, como es el caso nefario del ASPAN tripartita: Alianza para la «Seguridad» (sic) y «Prosperidad» (sic) de América del Norte, que desembocó en la mayor inseguridad y en el abatimiento de la prosperidad en México.
Stratfor, (03.10.08), centro de pensamiento texano-israelí vinculado al Pentágono, da por hecho la «nueva alianza» entre Rusia y Alemania, como consecuencia de la decadencia anglosajona.
Stratfor afirma que entre los tópicos abordados por DM y AM «se encuentra la posibilidad de un nuevo acuerdo colectivo de seguridad entre Europa (sic) y Rusia, apodado «Helsinki 2», con el fin de «socavar la alianza de la OTAN», cuya «efectividad ha sido puesta en entredicho por una constelación (sic) de países», cuando se encuentra también en tela de juicio la «efectividad de la ONU», vilipendiada por el panameño John MacCain, super-bélico candidato presidencial del Partido Republicano.
Quizá Stratfor se adelanta a la política del próximo presidente de EU, que tenderá a un mayor aislacionismo en los asuntos mundiales, por lo que pone en relieve la existencia de «varios sectores en el seno de EU que sopesan la valía de sus alianzas».
Según Stratfor, DM y AM discutieron una «multitud (sic) de temas, desde las reverberaciones de la guerra de Rusia y Georgia hasta el abastecimiento energético y la situación financiera global».
Stratfor asevera que la iniciativa del presidente Medvedev sobre un «Helsinki 2» había sido esbozada el pasado junio en Berlín, cuando indicó su deseo de «equilibrar sus preocupaciones de seguridad en Europa con las de EU» (el despliegue balístico misilístico bushiano) y que pareció haber caído en oídos sordos hasta que llegó la sacudida de la respuesta militar exitosa cuan expedita de Rusia en Georgia.
El centro de pensamiento texano-israelí recuerda los fracasos previos de Rusia para integrar organizaciones basadas en «sistemas de armas o comunicaciones», aunque se ha integrado a otros agrupamientos (v. gr. el Grupo de Shangai), «estas no rivalizan con la OTAN». A su juicio, un «nuevo pacto Helsinki 2» desembocaría en «relaciones más estrechas entre Europa y Rusia», como sucedió en 1975 con «Helsinki 1» (en ese entonces con la URSS).
«Helsinki 1» reflejó la debilidad de EU cuando se encontraba empantanada en Vietnam, mientras «Helsinki 2» representaría su imagen en espejo, cuando EU padece severas crisis multidimensionales. Cabe señalar que «Helsinki 1» constituyó una iniciativa alemana en la década de los 70, mientras que «Helsinki 2» nace de la ventana de oportunidad abierta y donde se nota mayormente el vigoroso impulso ruso.
Stratfor parece conceder que a la OTAN le ganó el tiempo para realizar las reformas susceptibles con el fin de detener el resurgimiento irresistible de Rusia.
La probable alianza entre Rusia y Alemania, a la que nada remotamente se pudiera adherir Francia, es el resultado tanto del nuevo exquisito posicionamiento ruso en el Cáucaso (ver «El mundo cambió en el Cáucaso»; Bajo la Lupa 20/08/08) como del despliegue de la triple crisis multidimensional (financiera, energética y alimenticia) en medio del cambio climático y la pulverización del sistema financiera anglosajón. ¿Como jugará China?