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Memoria de la cuarentena. Creación y gran encierro

Fuentes: Rebelión

Creación

«Todas las desgracias del hombre se derivan del hecho de no ser capaz de estar tranquilamente sentado y solo en una habitación». Blaise Pascal

Tomo prestada la frase de un bellísimo artículo de mi amigo David Fernández, del que destaco la siguiente idea para lo que quiere ser esta pequeña memoria del encierro:

“El viejo dilema de Pascal –si somos capaces de permanecer un rato largo en la habitación, pensando y repensándonos, aguantando y aguantándonos– ya es, actualmente, global: una habitación distinta donde la distancia, paradójicamente, se ha hecho cuerpo –el cuerpo de los demás y la razón de la alteridad; donde nos encerramos para abrirnos; donde para acercarnos, nos alejamos; donde para querernos, debemos aislarnos; donde para hacer, hay que parar” [i].

Esa habitación propia nos habla de la creación como instrumento de liberación.

Muchas personas a lo largo de la historia hemos encontrado en el arte la manera de reconocernos, de expresar nuestros miedos, dolores, impotencia.También la forma más salvaje de disidencia.”.Un buen ejemplo de ello sería la obra surgida en la dictadura franquista de tantos artistas condenados al “exilio interior”.

Para muchas mujeres, la literatura (u otras formas de expresión culturales) fuela única forma de supervivencia. Desde Teresa de Ávila, hasta Virginia Woolf, encontramos un poderoso hilo que une vivencias de seres libres que no se domeñaron ante las amenazas. Su desafío nos mueve, y nos conmueve.

Como mínima muestra, el hermoso poema “Desde la ventana”, de Carmen Martín Gaite.

«Nadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos. En todos los claustros, cocinas, estrados y gabinetes de la literatura universal donde viven mujeres existe una ventana fundamental para la narración (…) Basta con eso para que se produzca a veces el prodigio: la mujer que leía una carta o que estaba guisando o hablando con una amiga, mira de soslayo hacia los cristales, levanta una persiana o un visillo, y de sus ojos entumecidos empiezan a salir enloquecidos, rumbo al horizonte, pájaros en bandada que ningún ornitólogo podrá clasificar, cazar ningún arquero ni acariciar ningún enamorado y que levantan vuelo hacia el reino inconcreto del que sólo se sabe que está lejos, que no lo ha visto nadie y que acoge a todos los pájaros ateridos y audaces, brindándoles terreno para que hagan su nido en él unos instantes.»

En la película “Las horas” (adaptación del famoso libro de Michael Cunningham)[ii] hay una escena reveladora al respecto: Julianne Moore es Laura Brown y se encarna en un grito. La violencia de su incapacidad para hacer un pastel nos interpela. No tiene un marido maltratador, ni trabaja a destajo. Pero es incapaz de acomodarse a una vida no querida. Sus propios deseos de ser la mueven tanto que está a punto de planear su propia muerte, porque la vida no elegida la supera.

Nos decía Anáis Nin: “Cuando quedas atrapada en la destrucción, debes abrir la puerta a la creación. Solo me importa mi propio juicio. Soy lo que soy”.

Este asomo a la escritura como forma de supervivencia requiere de una complejidad y rigor que no cabe en esta pequeña memoria. Pero la alteridad- como forma de estar en el mundo- sí nos obliga a recordar el vínculo con aquellas personas que viven confinadas.

El gran encierro

Recordemos que el concepto de “Gran encierro” fue ideado por el sociólogo Erving Goffman para designar un “lugar de residencia o trabajo, donde un gran número de individuos en igual situación, aislados de la sociedad por un periodo apreciable de tiempo, comparten en su encierro una rutina diaria, administrada formalmente”.

Ejemplos típicos de instituciones totales son las cárceles o los hospitales psiquiátricos.

Tras su propia experiencia –camuflado- como ayudante del director de gimnasia,  Gofmman llegó a la conclusión de que cualquier grupo estable desarrolla una conducta que, cuando se examina adecuadamente, resulta significativa y razonable. Creía que la mejor manera de analizar las pautas que seguían estos grupos era someterse personalmente a la rutina diaria a la que están sujetos los miembros de estos grupos.

El concepto de “institución total” tuvo una enorme influencia en las reformas institucionales de los años setenta que afectaron a cárceles, orfanatos, hospitales o manicomios y, en particular, en el surgimiento de la antipsiquiatría. Fue introducido en Italia por Franco Bassaglia y por Robert Castel en Francia.

. https://lagranilusion.cinesrenoir.com/y-todo-el-pasado-puede-remediarse/la-mejor-juventud/

Por otro lado, el tratamiento de Goffman de las instituciones totales tiene importantes antecedentes y conexiones en las investigaciones de Wilhelm ReichMax Horkheimer o Theodor Adorno, sobre la personalidad autoritaria. Con posterioridad el concepto de institución total se ha utilizado para analizar un abanico más amplio de organizaciones sociales, desde parques temáticos, resorts turísticos, barcos mercantes a monasterios, regimientos[iii].

Dentro de las instituciones totales, nuestra forma de estar en el mundo adquiere contornos distintos. Pasamos de vivir, a existir.  Nuestro divino ego se desintegra. Ahora somos biología: dura y pura forma de sobrevivir. Nuestros cuerpos se rigen por los horarios marcados, por la alimentación gestionada resultado de eficientes fórmulas coste beneficio.[iv]

Somos muchas personas  las que tenemos el lujo de leer, y de escribir. Espero que seamos conscientes de lo que ahora conlleva una vida encauzada. Desde este lugar, no olvidemos. Muchas personas conviven a la fuerza desde el encierro. Ellas somos nosotras.

Un ratito para pensar al respecto.

Amaya Olivas es magistrada del orden social en Madrid.

Notas:

[i] (https://www.ara.cat/es/opinion/dilema-global-Pascal-David-Fernandez_0_2420758072.html).

[ii]http://filmfilicos.com/las-horas

[iii] (https://es.wikipedia.org/wiki/Instituci%C3%B3n_total)

[iv] ( https://www.netflix.com/es/title/70242311 Sumamente recomendable al respecto del último extremo, la serie Orange isthe new black)