En este artículo el autor analiza el espectáculo golpista del ejército brasileño apoyada por el presidente Bolsonaro.Emir
Una escena patética: cuando en la tarde del pasado martes 10 de agosto el Congreso brasileño iba a derrotar la propuesta de Bolsonaro de cambiar la urna electrónica por el voto en papel, 150 vehículos militares, gran parte de ellos tanques, atravesaron la Explanada de los Ministerios, en Brasilia. De uno de ellos salio un militar, que subió la rampa de acceso al Palacio del Planalto y le entregó a Bolsonaro, flanqueado por sus ministros militares y algunos civiles, una invitación para que participase en un ejercicio militar de la Marina.
La pantomima fue el pretexto para que Bolsonaro hiciera presión sobre el Congreso, a sabiendas de que su propuesta sería derrotada por los parlamentarios. No obstante, el presidente de la Cámara de los Diputados, aliado de Bolsonaro, dijo que se trataba de una trágica coincidencia; algo semejante a lo que afirmaron fuentes de la Marina, que aseguraron que el despliegue militar no tenía ninguna relación con la decisión del Congreso.
Con esta exhibición, Bolsonaro demuestra tener fuerza militar, por lo que aunque militarmente se vuelve más fuerte, políticamente se debilita todavía más.
La imagen, que los medios de comunicación señalaron de forma generalizada que era patética, proyecta un imagen de república bananera. No hubo ninguna manifestación de apoyo a las tropas y a Bolsonaro. Los parlamentarios realizaron una asamblea frente al Parlamento en defensa de la institución.
El poder judicial ha pasado decididamente a una actitud menos amistosa con Bolsonaro, después que se hubiese referido públicamente al presidente del Supremo Tribunal Electoral, tildándolo de ‘hijo de puta’. Abriéndole un proceso criminal en relación con las fake news difundidas por Bolsonaro con respecto al sistema electoral brasileño.
Veremos cuáles serán las consecuencias de esta esa escena, típica de una película de Glauber Rocha, que acaba de vivir la capital de Brasil; quizás la escena mas ridícula de la historia del país.