Las minas son en este momento el mayor peligro para los pueblos indígenas de América Latina. Hay muchas amenazas a los territorios, es cierto, pero las minas recorren en este momento el continente sembrando muerte y destrucción. Llegan, destruyen y se van a otros lugares a seguir devastando el agua, el aire y la tierra. […]
Las minas son en este momento el mayor peligro para los pueblos indígenas de América Latina. Hay muchas amenazas a los territorios, es cierto, pero las minas recorren en este momento el continente sembrando muerte y destrucción. Llegan, destruyen y se van a otros lugares a seguir devastando el agua, el aire y la tierra. Y para los que se oponen, la respuesta es la represión y en no pocos casos la muerte. Así de simple.
Se podrían desglosar quizá cientos de casos. El más actual es el de Ayotitlán, Jalisco, donde la comunidad nahua se opone a la explotación que lleva a cabo la empresa Peña Colorada, motivo por el que se está encarcelando a los indígenas activistas que luchan contra la contaminación y la pérdida de los manantiales de la zona. Aquí el dúo gobierno-mineras funciona a la perfección.
Esta semana tres ejidatarios de Ayotitlán, municipio de Cuautitlán, fueron detenidos arbitrariamente y con lujo de violencia en su domicilio, por un grupo armado enviado por la Fiscalía General del Estado. Uno de ellos, Gaudencio Mancilla Roblada, es representante del Consejo de Mayores Nahuas, y justo regresaba de San Cristóbal de las Casas, donde participó en la Cátedra Juan Chávez Alonso, convocada por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y los zapatistas.
Ahora llega un pulguero de mineros, que ahora sí están a la brava, con pistola en mano, quieren y están robando el material rocoso de las minas. ¿Qué están haciendo estas gentes? Están acabando con el agua, con los recursos naturales y con todo, y a la fuerza. Ahorita la comunidad indígena de Ayotitlán está sufriendo mucho por esto, porque ahora si ya no podemos interponer amparos, ya no podemos parar las mineras, gritó, contundente, Gaudencio en su participación en el CNI, dos días antes de ser detenido.
No hay duda, refiere César Díaz, de la Unidad de Apoyo a Comunidades Indígenas de la Universidad de Guadalajara, que la detención obedece a su liderazgo y oposición al desarrollo de proyectos mineros ilegales.
Díaz confirma además que existen grupos armados de las empresas mineras: Se trasladan de manera impune por el municipio y hacen hostigamiento directo a las familias de los líderes opositores.
Las comunidades afectadas por el Consorcio Minero Peña Colorada son El Mameyito, San Antonio, Changavilán, Las Maderas, Rancho Quemado, Los Potros, Puertecito de las Parotas y La Piedra. Los tres detenidos fueron liberados, pero, como dijo Gaudencio, esto va a seguir.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2013/08/24/opinion/012o1pol