El centro forense de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil fue declarado en emergencia ante el incremento de muertes violentas y fallas en equipos de refrigeración de cadáveres, informaron ayer medios locales de prensa.
La medida, decretada por el Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, estará vigente por 60 días con el objetivo de adquirir de manera urgente equipos para repotenciar las cámaras de refrigeración y poner en operación un cuarto frío, dijo Radio Pichincha.
En julio, 100 cadáveres en aparente estado de descomposición estuvieron en el estacionamiento del Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de esa urbe costera, en la provincia de Guayas.
A inicios de junio en esa morgue hubo una grave situación sanitaria luego de que se dañaron dos de los tres frigoríficos donde se encontraban decenas de restos humanos.
Algunos familiares de los fallecidos denunciaron que tuvieron que identificar a sus parientes con los cuerpos descompuestos.
En la ciudad costera de Guayaquil, en 2023 hubo 3 mil 762 muertes violentas, en medio de la crisis de seguridad existente en el país derivada de los enfrentamientos entre bandas vinculadas al narcotráfico, según datos oficiales. En ese contexto de alza de homicidios, muchos cuerpos quedan sin reclamar y falta espacio para mantenerlos.
Ecuador sufre una crisis de seguridad, principalmente en provincias de la costa, y aunque el gobierno del presidente, el conservador Daniel Noboa, asegura que el número de homicidios disminuyó, en la práctica persiste la violencia.
Expertos en seguridad alertan que la implementación de la militarización no servirá de mucho si no se adoptan medidas de corte social para disminuir la desigualdad.
En otro asunto, el gobierno de Noboa señaló que la solicitud de la vicepresidenta Verónica Abad para que el tribunal electoral destituya al mandatario es un intento de golpe de Estado.
Noboa y Abad mantienen una tensa relación desde el inicio del mandato del primero, en noviembre de 2023.
Abad radica desde el año pasado en Tel Aviv, adonde Noboa la envió para «apoyar los esfuerzos de paz entre Israel y Hamas».
La vicepresidenta demandó a Noboa por violencia política de género, y dijo que la ha marginado y perjudicado la representación equitativa de las mujeres en su gobierno.
En un comunicado, el gobierno calificó la querella de Abad como burdo intento de desestabilización y descaradamente configura un claro intento de golpe de Estado.