De padre alcohólico y maltratador, Zacarías Moussaoui nació en mayo de 1968 en Donibane Lohizune, por azares de la vida. Hijo de madre trabajadora y luchadora, Zacarías Moussaoui morirá muy probablemente en alguna prisión de los Estados Unidos. Que lo haga en pocos años o cuando le alcance la vejez dependerá del veredicto del juicio […]
De padre alcohólico y maltratador, Zacarías Moussaoui nació en mayo de 1968 en Donibane Lohizune, por azares de la vida. Hijo de madre trabajadora y luchadora, Zacarías Moussaoui morirá muy probablemente en alguna prisión de los Estados Unidos. Que lo haga en pocos años o cuando le alcance la vejez dependerá del veredicto del juicio que ayer se retomó en el tribunal federal de Alexandría, cerca de Washington. Los doce miembros del jurado deberán decidir si Zacarías Moussaoui será condenado a muerte o a cadena perpetua por su supuesto papel en la masacre del 11-S, aquella que la prensa internacional viene llamando desde entonces «los atentados terroristas más mortíferos de la historia». A Zacarías Moussaoui, arrestado en Minnesota tres semanas antes del ataque a las torres gemelas y supuestamente al corriente de la operación reivindicada por Al Qaeda, la Justicia le acusa de no haber puesto a las autoridades estadounidenses al corriente del plan. «Si hubiera hablado, los atentados del 11-S se hubieran abortado», le reprochan. Y sí, en efecto, suponiendo que Zacarías Moussaoui estuviera al corriente del plan y suponiendo también que hubiera largado hasta el número de pelos de la barba deOsama Bin Laden, quizá los aviones no se hubieran estrellado contra las torres. Pero resulta que no, que por A o por B, no habló. Y resulta también que, y esto es bien conocido hoy día, en agosto del 2001, o sea poquito antes del 11-S, George Walker Bush tiró a la basura un documento de la CIA en el que se le advertía sobre las intenciones de Bin Laden. Como, al parecer, Zacarías Moussaoui sabía lo del 11-S y no lo dijo, está a punto de que le frían en la silla eléctrica o le partan el cuello o le metan veneno por la vena, que no sé qué estilo de pena capital está de moda hoy en en el Estado de Virginia. Y aunque George W. Bush tampoco dijo lo que sabía, ahí anda el tipo, invadiendo países a los que despojar de recursos, masacrando poblaciones muchísimo más habitadas que las torres gemelas, y regando con napalm, fósforo o uranio empobrecido derechos fundamentales. Zacarías Moussaoui nació en un año y en un mes en el que París ardió por ganar libertades. Casi 38 años después, el fuego devastador de los USA ha calcinado muchas a lo largo y ancho de todo el planeta. Y Bush seguirá impune porque no habrá tribunal que lo juzgue. –