A primeras horas de la mañana, aunque todavía no se ha confirmado el día, un hombre, visiblemente perturbado, fue sorprendido en el interior de un banco cuando intentaba perpetrar un crédito, sin que hasta el momento haya trascendido con qué intención. Lo que sí se puede confirmar es que el hombre estaba fuera de sí, […]
A primeras horas de la mañana, aunque todavía no se ha confirmado el día, un hombre, visiblemente perturbado, fue sorprendido en el interior de un banco cuando intentaba perpetrar un crédito, sin que hasta el momento haya trascendido con qué intención. Lo que sí se puede confirmar es que el hombre estaba fuera de sí, absolutamente enajenado.
Una brigada de Salud Mental de la Policía, que había sido alertada sobre las intenciones del individuo, consiguió reducirlo dentro de la entidad bancaria cuando ya el perturbado había logrado acceder al interior del despacho del gerente a quien amenazaba con presentar dos avales y firmar un pagaré.
Según ha trascendido, el sujeto lo había anunciado horas antes en Internet a través de una red social: «¡Estoy desesperado, ya no puedo más! ¡Quiero que me recapitalicen! ¿Por qué no me rescatan a mí? ¡Me basta con un rescate… y que se olvidan de mí!»
El portavoz de la Policía ha declarado que fue, precisamente, la colaboración ciudadana la que les ha permitido evitar el pretendido hipocacidio ya que otro usuario de la red, alarmado por los reiterados mensajes del individuo, todos en el mismo intimidatorio tono, les había llamado poniéndolos al corriente de sus febriles propósitos.
La ciudad, de la que no se ha facilitado la identidad por estar el caso bajo secreto de sumario, ha amanecido consternada por el trágico suceso. Algunos vecinos del desequilibrado sujeto se han manifestado sorprendidos por la noticia ya que nunca habían advertido en el mismo ninguna conducta extraña y, además, lo consideraban una persona normal, algo reservada en todo caso, pero en absoluto capaz de tanta perturbada violencia.
Un empleado del banco ha declarado que el individuo pretendía avalar el crédito con un salario que, presuntamente, había adquirido trabajando.
Es el primer caso en lo que va de año en el que una persona es detenida intentando gestionar un préstamo.
El detenido podría ser confinado hasta por veinte años en un centro de salud mental de valorar la justicia el caso como un atentado a la salud pública.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.