En este artículo Juraima Almeida analiza las elecciones municipales del pasado domingo (15), destacando que son un termómetro para valorar el próximo escenario electoral brasileño.
Los resultados electorales de las principales ciudades brasileñas muestran la derrota de candidatos apoyados por el presidente Jair Bolsonaro, favoreciendo a los aspirantes del centro y la derecha moderada, y relegando, en general, a puestos subsidiarios a los aspirantes de los grupos progresistas.
La derrota de Bolsonaro no fue absoluta. En Río de Janeiro, la segunda capital brasileña, su apadrinado, el alcalde, pastor y cantante gospel, Marcelo Crivella, pasó a segunda vuelta. Río es el territorio político del mandatario, que fue 28 años diputado por ese distrito, donde además tiene como aliados a las “milicias” parapoliciales.
La caída del evangélico Celso Russomanno, que contó con el apoyo mediático y financiero de la Iglesia Universal del Reino de Dios, en Sao Paulo -con sus 12 millones de habitantes, la dinamo política y económica nacional- y la caída de Donald Trump anunciada el 7 de noviembre, dejaron alicaído a Bolsonaro.
En las elecciones de este domingo casi 148 millones de brasileños votaron para elegir a sus alcaldes y concejales por un periodo de cuatro años. A pesar del carácter local, estos comicios municipales pueden interpretarse también como un termómetro de lo que serán las elecciones presidenciales de 2022.
Sólo siete de las 25 capitales brasileñas definieron en primer turno sus candidatos municipales y 18 deberán ir a segunda vuelta el domingo 29: Aracaju (SE), Belém (PA), Boa Vista (RR), Cuiabá (MT), Fortaleza (CE), Goiânia (GO), João Pessoa (PB), Maceio (AL), Manaus (AM), Porto Alegre (RS), Porto Velho (RO), Recife (PE), Rio Branco (AC), Rio de Janeiro (RJ), São Luís (MA), São Paulo (SP), Teresina (PI) e Vitória (ES).
Los municipios que finalizaron su pleito en la primera ronda son Belo Horizonte (MG), donde el alcalde Alexandre Kalil (PSD) fue reelecto; Campo Grande (MS), con la reelección de Marquinhos Trad (PSD); y, Curitiba (PR), donde Rafael Greca (DEM) asumirá su segundo mandato.
Asimismo, ya definieron el resultado Palmas (TO), que reeligió a la alcadesa Cinthia Ribeiro (PSDB), que no tendrá segunda vuelta por ser una ciudad con menos de 200 mil habitantes; Natal (RN), que reeligió a Álvaro Dias (PSDB); Florianópolis (SC), con Gean Loureiro (DEM); y, Salvador (BA), que eligió a Bruno Reis (DEM).
En Sao Paulo, la urbe con más electores del país (casi 9 millones) tomó ventaja el actual alcalde, Bruno Covas, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), con cerca 32,8% de los votos, pero tendrá que medirse en segunda vuelta con el izquierdista y ex candidato presidencial Guilherme Boulos, segundo con el 20,2%.
El PT, que gobernó al ciudad en diversos mandatos, no consiguió que su candidato fuera votado por las fuerzas de izquierda: Jilmar Tatto obtuvo el 8,65% de los sufragios, y los votos tradicionales del PT migraron hacia Boulos.
En Río de Janeiro, la segunda urbe de Brasil, el centroderechista Eduardo Paes fue primero con casi un 40%, y se medirá en segunda vuelta con el actual alcalde, el ultraconservador y líder evangélico Marcelo Crivella, respaldado por Bolsonaro, quien sumó 21,9% de los sufragios.
En Río, Monica Benício, viuda de la asesinada concejala del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y defensora de los derechos humanos Marielle Franco, salió elegida concejal en las elecciones municipales.
En Porto Alegre (RS), Manuela d’ Ávila (PCdoB) competirá en la segunda vuelta, en la que se enfrentará a Sebastião Melo (MDB), resultado que expresa el cansancio de los gaúchos con el bolsonarismo y la derecha liberal.
En Belo Horizonte, la tercera ciudad con más votantes, el actual edil Alexandre Kalil obtuvo más del 50% de los votos, dejando fuera de la carrera al aspirante «bolsonarista” Bruno Engler, que se quedó en torno al 10%.
En Recife, una de las capitales del Nordeste de Brasil, la alcaldía se dirimirá entre Joao Campos, del Partido Socialista Brasileño (PSB), y su prima Marilia Arraes, representante del Partido de los Trabajadores (PT). La jefa policial Patricia Domingos, apoyada por Bolsonaro, terminó en cuarto lugar con menos de un 15% de las papeletas.
En Belém (capital de Pará), considerada la ciudad más grande del norte del país, el candidato por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Edmilson Rodrigues, obtuvo el 34,24% de los sufragios, superando al candidato de Patria, Delegado Eguchi (23,06%)
En Manaos, la capital del estado de Amazonas, los ex gobernadores Amazonino Mendes y David Almeida se medirán en la segunda vuelta electoral. El coronel Menezes, respaldado por Bolsonaro, obtuvo poco más del 10% quedando fuera de la carrera por la alcaldía.
La ciudad de Fortaleza dio una pequeña satisfacción a Bolsonaro, pues el candidato al que respaldó, Wagner Sousa Gomes, conocido como “el capitán Wagner”, disputará la segunda vuelta con un aspirante de centroizquierda.
No olvidar a Bolsonaro
Tras los primeros resultados electorales que marcaron la derrota de sus candidatos, Bolsonaro eliminó de sus redes sociales un post de días anteriores en el que pedía a sus simpatizantes que votaran a diversos candidatos en las ciudades del país, entre ellos Crivella y Russomanno.
“La izquierda sufrió un histórica derrota en estas elecciones, en una clara señal de que la ola conservadora llegó en 2018 para quedarse. La certeza para 2022 es que en las urnas consolidaremos nuestra democracia con un sistema electoral perfeccionado. Dios, Patria y Familia”, escribió en twitter.
En otros de sus comentarios se refirió al gobernador de Sao Paulo, João Doria, a quien ve como potencial rival en las presidenciales del 2022. El candidato apoyado por Doria, Bruno Covas (PSDB), debrá disputar la la segunda vuelta con el progresista Guilherme Boulos (PSOL).
En los próximos quince días Boulos no tendrá que soportar los golpes bajos del bolsonarista Russomanno, pero debe enfrentar la también millonaria maquinaria de la alcaldía y la gobernación de Sao Paulo, dominadas por el PSDB. El gobernador Doria, declaró que están dadas las condiciones para formar un “Frente Amplio” contra el bolsonarismo…, pero solo con el centro y la derecha neoliberales, para que sea financiada por las corporaciones financieras y mediáticas.
El cuadro político cambió. Y cambiará en las próximas dos semanas. En 2018 Bolsonaro llegó a la presidencia con una combinación de fake news, un electorado hipnotizado por el discurso antipetista y antipolítico, y fundamentalmente, la proscripción de Lula.
Hoy, Bolsonaro quedó, formalmente, fuera de la pelea por Sao Paulo en la que seguramente participará el ex prresidente Luiz Inácio Lula da Silva, un valioso aporte a la candidatura de izquierda.
A él le quedan varios instrumentos de poder (incluso las Fuerzas Armadas), y no se sabe si la oposición, ya sea la democrático popular o la neoliberal, serán capaces de convertir las victorias de este domingo en un activo político concreto. No se debe olvidar que Bolsonaro sabe mejor que nadie cómo crear inestabilidad para favorecerse y hacer que el caos neutralice la política y degrade la democracia.
Breve análisis
De las 317 candidaturas de las capitales brasileñas, apenas 59 (23%) presentaban mujeres. De los 44 candidatos que disputarán el segundo turno en las capitales, 15 son afrodescendientes y apenas cinco (11%) son mujeres, aunque representan el 52,5% del padrón electoral.
Ellas son Cinthia Ribeiro (PSDB), en Palmas (TO); Manuela d’ Ávila (PCdoB), en Porto Alegre (RS); Socorro Neri (PSB), en Rio Branco (AC); Marília Arraes (PSB), en Recife (PE); y, Delegada Danielle (Cidadania), en Aracaju (SE). Además, solamente una es negra: Cinthia Ribeiro, quien consiguió su elección en primera vuelta.
Los dos indígenas que se postularon para alcaldías de las capitales, Minoru Kinpara (PSDB), en Rio Branco (AC), y Vinícius Miguel (Cidadania), en Porto Velho (RO), fueron derrotados en primera vuelta.
Las elecciones municipales marcaron el relativo fortalecimiento de los partidos de izquierda entre las 100 mayores ciudades del país y por el fracaso de muchos de los candidatos identificados con la ultraderecha y/o apoyados por el presidente Jair Bolsonaro.
La derecha tradicional ganó terreno y mantiene su hegemonía electoral en varias capitales, como Belo Horizonte, Curitiba, Natal, Palmas, Florianópolis, Salvador y Campo Grande. Las únicas capitales donde los bolonaristas accedieron a la segunda vuelta fueron Fortaleza (con el capitán Wagner) y Río, con Marcelo Crivella.
En el campo progresista, la sopresa del pultimo mes de campaña, fue la consolidación en Sao Paulo de Guilherme Boulos, el líder del Movimento dos Trabalhadores Sem Teto (MTST). Para lagunos analistas, Sao Paulo demostró que la izquierda está viva y pasa por un período de reposicionamiento, en el que el PT deja de estar necesariamente en el centro, aunque mantenga su protagonismo, por toda su historia.
Sumados el Partido dos Trabalhadores (PT) y el Partido Socialismo e Liberdade (PSOL), que hoy no tienen un solo alcalde en las principales 100 ciudades del país, pueden alcanzar a 15 representantes a partir del año próximo: 13 del PT y dos de PSOL.
Este reposicionamiento progresista presupone una comprensión más amplia del papel desempeñado por los demás sectores, pensar cómo la izquierda puede hacer frente a la centroderecha que va sustituyendo al bolsonarismo en el escenario electoral y tiene, además, el poder económico.
Juraima Almeida es investigadora brasileña y analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).