Estos días tenemos un buen ejemplo del funcionamiento antidemocrático de la Unión Europea en el modo en que se esta reformando la prohibición de patentabilidad de los programas de ordenador. Uno de los convenios internacionales que tienen que firmar cualquier estado que vaya a formar parte de la Unión Europea, es el » Convenio sobre […]
Estos días tenemos un buen ejemplo del funcionamiento antidemocrático de la Unión Europea en el modo en que se esta reformando la prohibición de patentabilidad de los programas de ordenador.
Uno de los convenios internacionales que tienen que firmar cualquier estado que vaya a formar parte de la Unión Europea, es el » Convenio sobre concesión de Patentes Europeas, firmado en Munich el 5 de octubre de 1973″, en su artículo 52 prohíbe expresamente patentar los programas de ordenadores. Según el criterio mantenido en este convenio y el resto de legislación, los países que conforman la Unión Europea distinguen entre derechos de propiedad intelectual y propiedad industrial, esta última es registrable en la oficina de patentes y es objeto de una mayor protección legal.
Todos conocemos la creciente importancia de la tecnología en la informática, las mayores fortunas se han acumulado, no con la venta de hardware (microprocesadores, discos duros…. ), sino con la venta de software (sistemas operativos y todo tipo de programas). Según la revista «Forbes» hasta hace bien poco el hombre más rico del mundo era Bill Gates, propietario de Microsoft. Esta empresa como el resto de empresas del sector están radicadas en EEUU (Autodesk, Sun, IBM, Novell, HP).
La legislación estadounidense en esta materia de propiedad inmaterial ha sido importada, o más bien impuesta, a todo el mundo mediante la Organización Mundial del Comercio y el acuerdo ADPIC (Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual en relación con el Comercio). Este tratado abarca, además de los tradicionales derechos de autor, las producciones de discos, emisiones de radio y televisión, las patentes, marcas y distinciones geográficas, los diseños industriales, los circuitos integrados, los medicamentos y también los programas de ordenador. Estados Unidos ha sido pionera en admitir patentes sobre plantas, animales, el genoma humano, y como no, sobre programas de ordenador.
Lo paradójico es que las propias entidades que promueven la patentabilidad del software tiene problemas legales con otras compañías mas pequeñas que les dan de su propia medicina, así Microsoft ha tenido que enfrentarse a una demanda por parte de «Eolas Technologies» para prohibir la distribución del navegador Internet Explorer. El argumento principal es que Explorer utiliza sin licencia algunos controles ActiveX, que es la tecnología que permite ejecutar algunos ‘plug-ins’ en los navegadores, la cual está patentada por la Universidad de California y Eolas es la única autorizada para conceder licencias de la misma.
Esta presión de las grandes corporaciones ha hecho, que aún con la legislación vigente en contra, la Oficina Europea de Patentes haya concedido más de 30.000 patentes de programa de ordenador. Si bien están protegidas legalmente tanto la propiedad intelectual como la industrial, esta última al ser salvaguardadas mediante el sistema de patentes puede bloquear y paralizar creaciones independientes, haciendo inútiles los derechos de autor del programador. Un trabajo protegido con derecho de autor se puede anular con un centenar de patentes de las que el autor no tiene conocimiento pero, al igual que las leyes, su ignorancia no elude su cumplimiento. La situación actual hace que cualquier programador no pueda esquivar las patentes, bien por que son amplias, bien porque forman parte de estándares de la comunicación. Un ejemplo de lo absurdo y abusivo de las patentes es que si Haydn hubiera patentado «la sinfonía al estar caracterizada por la forma que se produce el sonido», Mozart habría tenido problemas legales 1.
En esta tesitura el pasado día 24 de septiembre de 2003 el Parlamento Europeo aprobaba una posición para la posterior a la adopción de la Directiva sobre la patentabilidad de las invenciones implementadas en ordenador. En esta, aún admitiendo la posibilidad de admitir el registro de estas invenciones en sus articulado establecía rígidas reglas para admitirla. En su Artículo 4 establece las «Condiciones de patentabilidad», requiriéndose la invención «ser susceptible de aplicación industrial, nueva y suponer una actividad inventiva. Para entrañar una actividad inventiva, la invención implementada en ordenador deberá aportar una contribución técnica…». Y en los artículos 5 y 6 se establecen que no serán patentables las invenciones «porque implique el uso de un ordenador, red u otro aparato programable…» o porque «mejoran la eficiencia en la utilización de los recursos dentro del sistema de tratamiento de datos«.
A pesar que no existe órgano más democrático en la Unión Europea que el Parlamento, el Presidente Irlandés de la Union Europea ha hecho que la propuesta de la UE sobre patentes de software vuelva al nivel «político». El Irlandés quiere que los miembros del Consejo de Ministros de los estados miembros acuerden cancelar todas las objeciones anteriores. También, la Presidencia propuso borradores rechazando todas las enmiendas clarificadoras hechas por el Parlamento Europeo en Septiembre del 2003 y en lugar de ello apuesta por la directa patentabilidad de los programas de ordenador, estructuras de datos y descripciones de procesos.
La ultima tentativa hecha por la delegación de Luxemburgo para asegurar la interoperabilidad con estándares patentados fue rechazada. El Departamento de Patentes de la multinacional finlandesa Nokia está recogiendo firmas de los ejecutivos superiores de su compañía para una «llamada a la acción» para defender el texto de la Presidencia. Por otra parte, los partidarios de la posición del Parlamento Europeo han organizado conferencias para explicar los peligros de las patentes de software, y se están movilizando para una «huelga en la web» y una manifestación en Bruselas el 14 de Abril bajo el lema «No a las Patentes de Software — Poder para el Parlamento». Estos organizadores están esperando una repetición del impacto de acciones similares en septiembre del 2003, las cuales ayudaron a convencer al Parlamento Europeo a votar claramente contra las patentes de software2.
La postura de la Presidencia y de algunas corporaciones europeas como Nokia, no pueden sino calificarse como miope, dada la situación actual de monopolio tecnológico de Microsoft, la cual puede impedir por una parte, el desarrollo tecnológico propio y, por otra, quedar Europa obligada por siempre al pago de diezmos a las multinacionales tecnológicas norteamericanas.
También, lo que esta ocurriendo, nos debe hacer reflexionar sobre la Europa que queremos, máxime cuando esta en proyecto una Constitución Europea. Esta puede servir bien para profundizar en la democracia y en los derechos sociales, o bien, como adelanta el proyecto de constitución, en un recorte de derechos democráticos y sociales.
1http://swpat.ffii.org/
2http://swpat.ffii.org/news/04/cons0408/index.es.html#meps