Recomiendo:
0

¡¡¡No hay dolor!!!

Fuentes: Rebelión

Hize es un bboy que actualmente trabaja en la serie de televisi Muchos jóvenes de mi generación crecimos influenciados por un personaje de ficción que repetía eso de «no hay dolor», aunque dolor sí que había. Sólo era necesario verle la cara al protagonista al final de las películas para saber que el dolor no […]

Hize es un bboy que actualmente trabaja en la serie de televisi

Muchos jóvenes de mi generación crecimos influenciados por un personaje de ficción que repetía eso de «no hay dolor», aunque dolor sí que había. Sólo era necesario verle la cara al protagonista al final de las películas para saber que el dolor no era algo inexistente. Pues en la vida pasa, que el dolor existe, y que más tarde o más temprano nos tocará. Y cuando nos toque, o me toque, espero que no haya ningún prohibicionista del cannabis que se meta donde no le llaman, aunque en esas circunstancias lo que me digan me va a dar igual.

El pasado 11 de Octubre se celebró (manda cojones el juntar «dolor» y «celebrar» en la misma frase) el primer día mundial del dolor. Una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) y la Federación Europea de secciones locales de la IASP (EFIC), para concienciar a la Comunidad Internacional de la importancia y los daños que causa el dolor en la población.

Aunque pueda parecer tan estúpido como hacer un Congreso acerca de la necesidad de beber y comer para poder vivir, esta iniciativa era muy necesaria.

Según los organizadores una persona de cada cinco sufre dolores crónicos de moderados a fuertes y el dolor vuelve a un individuo de cada tres incapaz de desarrollar una vida independiente. Además, en una persona de cada cuatro el dolor perturba o destruye sus relaciones familiares.

Y se muestra más necesaria aún, cuando según el profesor Harald Breivik, presidente de la EFIC, «el dolor crónico es uno de los problemas más subestimados por los servicios de salud en el mundo actual cuando debería ser considerado una enfermedad en sí». Vamos, que el estar rabiando como un perro es algo que no tiene mucha importancia. Al fin y al cabo, ya nos decían nuestras abuelas que esta vida es un «valle de lágrimas».

Pues no. Esta vida puede ser una mierda y una putada, pero no tiene por qué ser un valle de lágrimas en el que sufrir y penar.

Aunque claro, después de ver lo que ha dicho la doctora Catherine Le Gales-Camus, encargada en la OMS del grupo de enfermedades no transmisibles y salud mental: «Es sobre todo en los países de ingresos bajos o medios, donde las enfermedades crónicas como el cáncer o el sida ganan terreno, que los enfermos están privados de los tratamientos contra el dolor, se entiende que no sea considerado «algo de primer orden».

Al fin y al cabo, si al mundo occidental le importa un carajo que se mueran de hambre millones de niños, si además les duele algo, que se jodan. ¿O acaso se creen que vamos a levantarnos del sillón y dejar de ver la tele por un puñado de negros harapientos? Es que los «progres» ya no saben qué pedir.

Aunque claro cuando uno escucha otra de las conclusiones es que tiene dificultad para no coger un avión, irse a Chiapas y poner al servicio del subcomandante Marcos los 12 meses que te robaron en la mierda de mili que hiciste.

Según los expertos, la MORFINA por vía oral se ha revelado como un eficaz remedio al dolor, pero como es tan cara dentro de un tratamiento, los países del tercer mundo y las clases más desfavorecidas no se la pueden permitir. Y estamos hablando de enfermos de Cáncer y SIDA.

Ante esto, sólo cabe pensar acerca de la maldad intrínseca de cierta gente. La Morfina, el Opio, etc… son drogas que si un gobierno o compañía quiere, no son caras. Lo más costoso sería proteger las plantaciones, pero también cuesta dinero los guardaespaldas del yerno, del primo del cuñado del Rey, y para eso sí hay dinero.

Pero si no se quiere, hay una alternativa fácil, rápida, eficaz y muy barata. No prohibir el autocultivo de cannabis, y que los enfermos puedan plantar la suficiente cantidad como para consumir la necesaria marihuana que necesite para combatir su DOLOR.

Con esta medida que propongo, no quiero entrar en si el cannabis es bueno, malo, regular, crea adicción o te hace ver enanitos verdes. Simplemente me limito a proponer una alternativa barata y accesible a la Morfina. Que por muy anti-cannabico que se sea, no se puede dudar que la Morfina es más dura que la marihuana. Porque seamos serios, el cannabis ayuda a paliar el dolor, y haría falta ser muy hijo de puta para decir que es más dañino que la Morfina.

El personaje de ficción al que me refería al principio era Rocky. El actor que lo encarnaba también se hizo famoso por otro personaje igual o más «duro». Se trataba de Rambo. Y me viene a la memoria porque ese marine era otro de los «no hay dolor». Siempre recordaré la escena en la que él mismo se cose con hilo una herida bastante respetable. Eso de «no hay dolor» está muy bien para las películas pero hay millones de personas a las que el dolor no deja vivir, y una simple decisión de sentido común aliviaría sus sufrimientos.