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España

No les votes

Fuentes: Jaque Perpetuo

Cuando un joven lector aborda la lectura de 1984 por primera vez, la fecha le evoca un año del siglo pasado. Pero para aquellos que lo vivimos en directo, 1984 fue durante mucho tiempo una fecha del futuro, el nombre de una célebre revista de cómic de ciencia-ficción. 1984 marcaba también la realidad cotidiana de […]

Cuando un joven lector aborda la lectura de 1984 por primera vez, la fecha le evoca un año del siglo pasado. Pero para aquellos que lo vivimos en directo, 1984 fue durante mucho tiempo una fecha del futuro, el nombre de una célebre revista de cómic de ciencia-ficción. 1984 marcaba también la realidad cotidiana de los países de Europa privados de libertad, al otro lado del telón de acero. Lo que más recuerdo de aquel año fue una interminable partida de ajedrez.

En el imponente escenario de la Sala de Columnas de los sindicatos soviéticos, el aspirante Gary Kaspárov se enfrentaba al campeón del mundo, Anatoli Kárpov. Su rivalidad iba más allá de lo estrictamente deportivo: en una Unión Soviética esclerotizada, anterior a la Perestroika, Kaspárov representaba la apertura, mientras Kárpov encarnaba al sistema.

Fue un jaque perpetuo interminable: 40 partidas acabaron en tablas. Y cuando la resistencia psicológica del campeón comenzó a decaer, cuando el aspirante acariciaba una victoria que podía tener un fuerte simbolismo político, los jerarcas del sistema presionaron para suspender el desafío. Cambiaron las reglas.

Desde 2003, año en que la primera página de enlaces fue denunciada ante los tribunales, la Red española ha vivido un enfrentamiento permanente entre los mercaderes de propiedad intelectual y los ciudadanos. Al caso Donkeymania seguirían muchas operaciones policiales publicitadas a bombo y platillo, que invariablemente acabaron en nada. Sharemula, Cvdcdgo, Emule24horas, Cinegratis, Rojadirecta…Caso a caso, el sistema iba perdiendo la partida.

Y entonces llegó Obama. Para demostrar que, en lo que se refiere a su subordinación al imperio americano, el estatus de nuestro país no ha cambiado en absoluto desde los tiempos de la guerra fría. Si Washington da una orden a su provincia, la provincia obedece. Si las reglas del juego no se adaptan a las necesidades de la metrópoli, se cambian las reglas.

Seguimos viviendo en 1984. Rubalcaba, ministro del Amor; Chacón, ministra de la Paz; Salgado, ministra de la Abundancia; Sinde, ministra de la Verdad. Y así seguirá siendo durante mucho tiempo, mientras toleremos que el sistema cambie las normas en función de sus necesidades: en eso consiste el Estado de Derecho.

¿Cambiará este país alguna vez? No lo sé. Me gustaría dejar una puerta abierta a la esperanza, pero la realidad es tozuda: mientras la sociedad civil no salga de su letargo, seguirán gobernando los mismos. PP, PSOE, CiU: las tres formaciones políticas que acumulan más cargos públicos acusados de corrupción, son las que han vendido una vez más la independencia de la Red española. Y todo seguirá igual mientras se sigan turnando en el poder, en este trágico remedo de la Restauración decimonónica que nos ha tocado vivir. Todo seguirá igual, mientras no asumamos que la culpa es nuestra.

¿Nuestra? Sí: nuestra, querido lector. Tuya y mía, nuestra. En lo que a mí se refiere, por pensar que la realidad se puede cambiar mediante simples palabras, en una columna o en un escrito judicial. Y tuya, por votarles. Así que ya lo sabes: si estás harto de aceptar tablas una y otra vez, si quieres salir de un jaque perpetuo interminable, si quieres de verdad cambiar las cosas, sólo hay un camino. No les votes.

http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/jaqueperpertuo/2011/02/09/no-les-votes.html