Desde hace varios años se desarrolla una lucha entre las empresas que producen software propietario y la comunidad que crea software libre, lo cierto es que aunque la cuota de mercado de este último esta aumentando, el uso de programas libres no crece tan rápido como hubiera podido pensarse a priori. La razón es sencilla, […]
Desde hace varios años se desarrolla una lucha entre las empresas que producen software propietario y la comunidad que crea software libre, lo cierto es que aunque la cuota de mercado de este último esta aumentando, el uso de programas libres no crece tan rápido como hubiera podido pensarse a priori.
La razón es sencilla, Microsoft, rey absoluto de los sistemas operativos privados nunca ha optado por imponer el pago de Windows y otros productos a los usuarios particulares, su modelo de negocio se podrá resumir con la frase: «piratearme que ya cobraré de las empresas y administraciones públicas». Los de Bill Gates conocen que la inmensa mayoría de usuarios domésticos abandonarían Windows por Linux si tuvieran que pagar la correspondiente licencia.
Del anterior ejemplo podrían haber aprendido los grandes grupos de comunicación españoles, los que han presionado al PSOE para eliminar el derecho «a la cita» que contenía el texto derogado de la Ley de Propiedad Intelectual y que la nueva ley no reconoce. Por ello, raudamente, las empresas propietarias de los diarios «El Mundo» y «El País» han adaptado su política de copyright a la nueva ley para prohibir el derecho a la cita de sus artículos y el «press clipping».
El artículo 32 de la anterior Ley de Propiedad Intelectual establecía que «es lícita la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas de naturaleza escrita (…/…), siempre que se trate de obras ya divulgadas y su inclusión se realice a título de cita o para su análisis, comentario o juicio crítico. Tal utilización sólo podrá realizarse con fines docentes o de investigación, en la medida justificada por el fin de esa incorporación e indicando la fuente y el nombre del autor de la obra utilizada«. Las llamadas «press clipping» también estaban amparadas por el mismo artículo al establecer «que las recopilaciones periódicas efectuadas en forma de reseñas o revistas de prensa tendrán la consideración de cita». incluso la SGAE afirmaba que este derecho estaba justificado «por una finalidad informativa y por el interés social de acceso a la cultura».
Estos derechos desparecen con la contrareforma de la Ley de Propiedad Intelectual impuesta al gobierno Zapatero y con las decisiones de las direcciones de estos medios de comunicación no puede reproducirse o citarse información publicada originalmente por estos dos medios.
Por las mismas razones por la que nos gusta que se copie Windows, esta decisión de los oligarcas de la comunicación favorece a los medios alternativos, que en la actualidad han tejido redes sociales que permiten informar diariamente a sus lectores sin necesidad de acudir a estas fuentes con la que no compartimos su visión de la actualidad.
El modelo de negocio y comunicación de diarios como «El País» o el «El Mundo» esta en franca decadencia, sus ventas han caído y la publicidad apuesta cada vez más por los diarios gratuitos con más lectores y por Internet. Tras esta decisión de impedir la reproducción de sus textos, es de esperar que estas coorporaciones sigan perdiendo lectores e influencia social.
Frente a este modelo caduco y neoliberal, son muchos los medios de comunicación en Internet que publican sus contenidos bajo licencias Creative Commons que permiten la libre circulación de sus textos y contenidos. El éxito de este modo de entender la información también ha aterrizado en medios escritos, ejemplos de ellos son el diario alternativo «Diagonal» o el diario gratuito «20 Minutos».
Tenemos las condiciones para que los medios alternativos de comunicación den un paso adelante y tengan mayor difusión social, para ello también sería necesario que representantes y portavoces de partidos políticos de izquierda (¿los hay?), sindicatos y todo tipo de movimientos sociales no se arrastrarán para conseguir su «minuto de gloria» en los medios de masas y utilizarán con mayor convicción la comunicación alternativa, la de quienes nos dejamos copiar.
Información relacionada:
«El País» y «El Mundo», de acuerdo en lo fundamental
http://www.kriptopolis.org/node/2643