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El genocidio del ente colonial sionazi por medio de la sed

Fuentes: Rebelión

“Con los dientes. / Defenderé cada palmo de tierra de mi patria. / Con los dientes. / Y no aceptaré otro en su lugar. / Aunque me dejen / colgando de las venas de mis venas. / Aquí sigo. / Esclavo de mi afecto. A la cerca de mi casa. / Al rocío … Y a la frágil azucena. / Aquí sigo. / No podrán derribarme / todas mis cruces. / Aquí sigo. / Teniéndoos … Teniéndoos … Teniéndoos …/ Con los dientes. / Defenderé cada palmo de tierra de mi patria. / Con los dientes.”
Poema titulado “Con los dientes”. Es autor el poeta Palestino Tawfiq Zayyad.

Nail Giladi, judío iraquí, en 1950 pasó a formar parte del servicio secreto israelí, el Mossad, pero llegó un momento en que decidió abandonar semejante tarea y marcharse de “israel”, emigró a EE. UU.. Una vez allí escribió en El Enlace, vol. 31. Número 2, abril – mayo 1998: “Empecé a averiguar los métodos bárbaros que empleaba el Estado de “israel” para librarse del mayor número posible de Palestinos. … Fuerzas judías vaciaron aldeas árabes de su población, matando a los hombres jóvenes y amenazando al resto para que huyesen y no regresase. Los israelíes pusieron bacterias de tifus y disentería en los pozos de agua para evitar que los refugiados regresasen.” Ben Gurión también escribió sobre un ataque similar por envenenamiento del agua con malaria en Gaza, en su libro “Diario de guerra” en el apartado del 27 de mayo de 1948. Los israelíes han realizado ataques con armas químicas contra el pueblo palestino durante todos estos años y en todas las guerras, y han sido documentados y dados a conocer por diferentes laboratorios, por el Departamento de Estado de EE. UU., por la misma CIA y hasta la BBC con el documental “El arma secreta de Israel” en marzo de 2003.

Robando, los sionazis, son la primera potencia. Si robaron en 1948 más de la mitad del país, si robaron todos los bienes materiales, si han robado hasta los bienes culturales, … también ha sido uno de sus asuntos preferidos el robo del agua para matar de sed, hoy asesinan por medio de las armas, en mayor medida suministradas por EE. UU. y los gobiernos europeos, el imperio actual y los imperios coloniales a los que va a superar EEUU, cometen genocidio ante los ojos del mundo, seguros de su impunidad, despreciando los Acuerdos y Leyes Internacionales construidas. Si ese modelo de crimen lo han cometido desde el primer día de su establecimiento, hay momentos en los que el agua ha subido su nivel histórico. Ya el ente colonial “israel” hace su Ley del agua en 1959 y se atribuye el derecho al agua de todos los cursos fluviales, tanto en la superficie como los subterráneos aunque los Palestinos se encuentren en el territorio. Los mismos que acompañan en la destrucción de Palestina y el genocidio contra el Pueblo Palestino, siguen al grupo imperial que sigue las instrucciones del Mossad de atacar a la UNRWA, la Agencia de Ayuda a los Refugiados Palestinos, el objetivo de todos ellos protegiendo el proyecto colonial, es ese que los sionazis tienen en su programa y vienen desarrollando desde su creación como movimiento político ultraderechista, creado con la financiación de los Rothschild. Pero vayamos al caso del robo del agua al Pueblo Palestino, ahora que los colonialistas se esfuerzan para que la muerte llegue por sed, más que cruel, ¿verdad? Empecemos por el asunto que rompe con el pasado de unidad de lucha ante el invasor colonial, que va a usar la herramienta del agua para sus fines.

Téngase en cuenta que el agua, según la ONU y el Banco Mundial, es un factor geoestratégico de seguridad hemisférica ante posibles guerras durante el siglo XXI.

El fin de la estrategia del cuerpo colonial es hacer desaparecer a la población Palestina y con ella a Palestina como país. Con el Acuerdo de Oslo, se abría la política de “paz por territorios” en la entidad invasora se quedaba con los acuíferos mientras se daba paso al Estado de Palestina, pero la entidad colonial lo ha impedido, mientras que sí ha privatizado el agua con su empresa Mekorot.

No hace falta mucho para ver que sin agua no se sostiene la vida, sin agua el empobrecimiento es rápido y conduce a la muerte. El invasor, el colonizador de Palestina usurpa el río Jordán y los acuíferos subterráneos de Gaza y Cisjordania, y por eso con su control presiona y atenta contra la vida de los Palestinos, ¿hay una forma más criminal y contraria al Derecho Internacional Humanitario? El agua ha sido siempre para los sionazis un arma. Debido a que robaban el 80% del agua, acordado en Oslo II, 1985, la agricultura Palestina quedó empobrecida, entregaban el 20% al pueblo originario a la espera del acuerdo definitivo que debería crear el Estado Palestino y fijar las fronteras de “israel”.

Detengámonos en dos declaraciones, una sobre el valor geoestratégico del agua, y, otra sobre el uso que hace el colonialista sionazi del agua en Gaza: la primera es de Ismael Serageldin cuando era vicepresidente del Banco Mundial para el desarrollo social y medioambiental: “Las guerras del siglo XXI serán por el agua. Quienes tengan ese recurso podrían ser blanco de saqueos forzados.” La segunda es de B´Teselem, ONG, emitida en 2016, y declaraba que más del 90% del agua de Gaza no era potable, no sirve para lavarse ni se puede emplear para cocinar. El abastecimiento en 2016 era mediante camiones cisterna, no había obra de abastecimiento en las viviendas y el alcantarillado era muy escaso.

Desde la Conferencia de Madrid en 1991, que se realizó el 30 de octubre y el 1 de noviembre, para impulsar un proceso de paz en Palestina, en la que participaban la URSS y EE. UU. y discutieron sobre desarme nuclear y armamento convencional, Conferencia en la que apoyan a Palestina y a “israel” respectivamente. Además, participan delegaciones de Líbano, Siria, Egipto y Jordania que da cabida a delegados no integrados en la OLP que no están integrados ella. No se acuerda la paz, pero se deja abierto el camino para lo que será el Acuerdo de Oslo. Ahora bien, el 25 de diciembre de ese mismo año cae la URSS bajo la presidencia de Gorvachov. Palestina se queda sin la URSS. El mundo unipolar se hace presente, los partidarios del imperialismo hablan del “fin de la Historia”. La OTAN en ese momento integra a 16 países, a eso se añade que se disuelve la alianza militar de los países en relación con la URSS. El compromiso de separación de las fuerzas de la OTAN de las fronteras de Rusia será incumplido y hoy la OTAN la forman 32 países, entre los que se encuentran los que hacen frontera con Rusia y con armamento nuclear, todo lo contrario a lo establecido, a lo que hay que añadir el golpe de Estado en Ucrania dirigido por EE. UU., recuérdese a Victoria Nuland, y provocar la guerra con Rusia. En pocas palabras, el mundo se abrió para el imperialismo. Los Acuerdos de Oslo se firman en 1993 entre Isaac Rabin y Arafat, y las consecuencias para el Pueblo Palestino van a resultar desastrosas. Oslo accedió a la creación de la Autoridad Nacional Palestina, que se haría cargo de algunas zonas, pero el control del agua y de la mayoría del territorio Palestino por el ente colonial impide su desarrollo. En Oslo, donde las potencias dejan al margen a la ONU y la base del Derecho, se entrega más territorio del de la partición de la ONU a la entidad usurpadora, el territorio que queda en manos de la Autoridad es balcanizado, dividido y los espacios Palestinos encerrados entre muros y check point. En esas condiciones el acceso al agua es aún más difícil, tanto la extracción como la distribución, a lo que se añade que el régimen sionazi tiene en su mano el acceso al acuífero y los Palestinos deben pedirle permiso, que, si se le concede lo normal es con una demore indefinida, lo que causa grandes daños.

Oslo divide Palestina en 3 zonas, A, B, y C, y la mayoría de los Palestinos se localizan en las zonas A y B, territorio de Palestina en que la Autoridad Nacional colabora con el ejército ocupante para mantener su seguridad, siendo la zona C la más rica en recursos hídricos, y controlada por la jurisdicción militar de los colonialistas, que, con los recursos en sus manos dejan al Pueblo Palestino sin medios de supervivencia para obligar a que se marche.

Sin ni siquiera respetar el acuerdo de partición del agua del Acuífero de la Montaña acordado en Oslo, pues solo da a los Palestinos el 17% del Acuífero de la Montaña, la entidad colonialista ladrona, además, vende el agua en el mundo mediante la empresa Mekorot, que creó en 1937 cuando aún estaban por conseguir la partición del país.

Con respecto a Gaza, el acuífero lo ha explotado el ente colonial hasta inutilizarlo, por lo que el agua potable del Pueblo de Gaza, ya antes del genocidio que hoy llevan a cabo, cubría tan solo el 5% de sus necesidades. La ONU declaró que para el 2020 el territorio sería inhabitable, ¿puede pensarse en qué condiciones se encuentra hoy la población, ¿vemos más claramente el objetivo de los sionazis y sus colaboradores y por qué y para qué? Matar al Pueblo Palestino de Gaza de sed, y de hambre, el bloqueo sionazi de todo lo que se refiere a la vida en Gaza, ¿no le parece que forma parte del proyecto de nueva colonización?

Las últimas noticias hablan de sacar a todo el Pueblo de Gaza y abandonarla en el desierto en Egipto, o, echarla a la isla de Chipre, encerrarla para que se acabe con el Derecho de los refugiados a volver a su país, a su tierra y a su casa. También se baraja el establecimiento de una base imperialista en Gaza y de un acuerdo con la Autoridad Palestina para que se haga cargo con un gobierno títere obediente del mando de EE. UU., ¿será un paso más en la desaparición del Pueblo Palestino haciéndolo pasar como “acuerdo de paz”?

Seguiremos las noticias. Aquí hemos visto algún aspecto del robo colonialista del agua para hacer imposible la vida del pueblo originario de Palestina.

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Internacionalista e integrante de la REDH y de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN.

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