La justicia ecuatoriana concedió el habeas corpus al ciudadano sueco después de ser detenido por presuntos ataques a sistemas informáticos de Ecuador.
El ciudadano sueco y desarrollador de software libre, Ola Bini, se encuentra en libertad tras 70 días de aprisionamiento injustificado. El gobierno ecuatoriano decidió detenerlo, un día después de retirar el asilo a Julián Assange, por presuntos ataques a sistemas informáticos nacionales. Su abogado Carlos Soria aseguró que esto nunca fue demostrado.
Bini estuvo detenido en una cárcel de Ecuador por cerca de 70 días mientras la Fiscalía buscaba elementos que puedan implicarlo en estos presuntos ataques, sin embargo, hasta el día de hoy no se han encontrado elementos de convicción concluyentes. Es por esto que la justicia decidió otorgarle el Habeas Corpus para que pueda salir en libertad.
Ahora el informático deberá presentarse periódicamente ante la Fiscalía de ese país para continuar con su caso. Ola Bini ha aclarado varias veces que trabaja en el desarrollo de software o programas para proteger la seguridad y la privacidad de las personas para luego entregarlos a la sociedad gratuitamente. «Yo lo he hecho como software libre esto quiere decir que todos pueden hacer uso de este material».
Sin embargo, Bini fue encarcelado por lo contrario. Autoridades ecuatorianas, incluyendo al presidente de la República, Lenín Moreno y la ministra del Interior, María Paula Romo, aseguraron que el ciudadano estaría inmerso en ataques contra el Estado. Su abogado aclaró que el gobierno ecuatoriano no ha presentado ni una sola prueba donde se demuestren estos alegatos.
Ola Bini en una carta explicó algunos detalles de lo que fue su experiencia en una cárcel ecuatoriana y de su detención el pasado 11 de abril del 2019. Comentó que nunca se lo interrogó y que solamente se le pidió entregar las contraseñas de sus equipos electrónicos, al momento que fue retenido en el aeropuerto de Quito antes de viajar a Japón.
«Desde que me detuvieron en el aeropuerto, nunca me han preguntado nada fuera de las contraseñas de mis dispositivos», recuerda Bini, a la vez que explica su falta de disposición para entregar las contraseñas pues ni siquiera se le informaba del delito que lo acusaban.
Bini asegura que es inocente y que no ha cometido ningún delito, incluso le solicita a la Fiscalía revelar las evidencias en su contra para probar que lo que dice es verdad.
«Fue una experiencia muy, muy difícil, tanto física como mentalmente. La peor parte fue no saber cuánto tiempo iba a estar ahí». Para Bini, el tiempo que permaneció privado de su libertad así como su detención fueron procedimientos arbitrarios, ilegales e ilegítimos.
Y es que la pruebas en su contra fueron los vínculos que Bini tenía con Julián Assange por ser su amigo y a quien había visitado 14 veces mientras permaneció asilado en la embajada de Ecuador en Londres. Al respecto, la ministra del Interior, María Paula Romo, afirmó que tras la salida de Assange de la embajada ecuatoriana se temía una serie de ataques informáticos, señalando a Ola Bini como posible responsable de dichos ataques.
Por ahora Bini está a la espera de lo que pueda pasar el 10 de julio que es la fecha en que termina la instrucción fiscal en la justicia ecuatoriana, si no se prueban los alegatos de la Fiscalía el ciudadano sueco quedará libre de investigación
Respecto a su relación con Assange, negó que haya sido parte de Wikileaks o que tuviera relación laboral con la empresa. «Pocos recuerdan que Assange, como yo, era programador. Yo no quiero que mi caso sea político», finalizó.
Fuente: http://www.alainet.org/es/articulo/200629