Las elecciones del nuevo Concejo de Gobierno y dirección de la CONAIE, como las elecciones de cualquier organización, siempre constituyen en si mismas una nueva oportunidad. Sus miembros tienen el desafío de levantar el proceso de organización y de avanzar en el posicionamiento de sus demandas. Sin embargo, el trabajo organizativo y político, es siempre […]
Las elecciones del nuevo Concejo de Gobierno y dirección de la CONAIE, como las elecciones de cualquier organización, siempre constituyen en si mismas una nueva oportunidad. Sus miembros tienen el desafío de levantar el proceso de organización y de avanzar en el posicionamiento de sus demandas. Sin embargo, el trabajo organizativo y político, es siempre complejo y depende de: 1) la correlación de fuerzas y del contexto en el que se encuentra, 2) las acciones hacia fuera que establecen el marco de alianzas posibles en la disputa del sentido político en la sociedad concreta y 3) las acciones que buscan la unidad y el acuerdo interno.
La CONAIE no es una organización cualquiera, constituye el pilar más importante de Movimiento Indígena Ecuatoriano (MIE), y por extensión, del movimiento indígena campesino y de los movimientos sociales de izquierda -no olvidemos que fue la cabeza organizativa y hegemónica de una alianza de organizaciones y movimientos sociales que sostuvieron la resistencia frente al neoliberalismo en los 90 (mujeres, cristianos de base, sindicatos, jóvenes, colectivos, etc.)-. Además, la fuerza movilizadora y las acciones de protesta del MIE, no sólo, permitieron la contención de la agenda neoliberal, sino que constituyeron un espacio para la rearticulación del campo popular y de izquierda (Ramírez, 2009), y el posicionamiento de un conjunto de propuestas que hoy, conflictiva y ambiguamente, son parte del debate nacional y mundial: el Buen Vivir, los Derechos de la Naturaleza, la Soberanía Alimentaria, el reconocimiento de nuevos derechos, el Estado Plurinacional, y con ellos, la búsqueda de un nuevo modelo de acumulación, Estado y sociedad .
Con esto, queremos advertir que la reflexión de las elecciones sobre la CONAIE, aunque resulte un esfuerzo inicial y quizás muy amplio, exige mirar a la organización, más allá de si misma, sin caer en la lectura plana de sus particularismos identitarios o sectoriales. Exige mirar el conjunto del campo popular y mirar la CONAIE en esa diversidad de organizaciones, y en la posibilidad de construir un proceso de transformación.
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