El Yasuní ITT es una iniciativa ecuatoriana presentada el año 2007, ante la Asamblea de la Naciones Unidas para no explotar las reservas de petróleo ubicadas en el parque nacional del mismo nombre, uno de los lugares más biodiversos de la Amazonía. A cambio el gobierno ecuatoriano ha solicitado una contribución a la comunidad internacional […]
El Yasuní ITT es una iniciativa ecuatoriana presentada el año 2007, ante la Asamblea de la Naciones Unidas para no explotar las reservas de petróleo ubicadas en el parque nacional del mismo nombre, uno de los lugares más biodiversos de la Amazonía. A cambio el gobierno ecuatoriano ha solicitado una contribución a la comunidad internacional equivalente a la mitad de las utilidades que recibiría el Estado en caso de explotar el petróleo en ese sector.
Sin embargo, esta iniciativa que permitiría evitar la emisión de 407 millones de toneladas de CO2, el principal gas que provoca el cambio climático, presenta algunos retrasos en los procedimientos para su consolidación, tanto desde el gobierno ecuatoriano como también de la comunidad internacional.
Por ejemplo, a pesar que el parlamento de Alemania aprobó el 2008 un aporte de 50 de millones de euros anuales durante 13 años para Fondo Fiduciario Yasuní ITT, el gobierno liberal-conservador que asumió el poder a fines del 2009 se ha negado a implementar el acuerdo, según denuncia la Fundación Rosa Luxemburgo.
La directora para la región andina de la Fundación Rosa Luxemburgo, Miriam Lang, indica que el gobierno alemán «no tiene intenciones de dar ningún aporte» y que sólo contribuirá a través de la cooperación al desarrollo convencional.
Lang explica que la iniciativa Yasuní ITT es un paso clave hacia un nuevo paradigma que va más allá del Protocolo de Kioto, «ya que no plantea la absorción de emisiones, sino evitarlas directamente». Es más, considera que «los mercados de carbono son una falsa respuesta a la crisis ambiental, climática y de recursos que atraviesa el mundo actualmente».
El argumento del gobierno alemán para frenar su contribución es que varios países puedan seguir el ejemplo de Ecuador y que estas iniciativas no serían financiables por los países industrializados. Sin embargo, para la Fundación Rosa Luxemburgo esa visión subestima la crisis ambiental e incluso la continuidad de la vida; además, contrasta con las grandes sumas invertidas en el salvataje de la banca privada y en el gasto militar.
De otro lado, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Humberto Cholango, considera poco serias las expresiones del presidente de la República y del ministro de recursos no renovables Wilson Pastor, quienes insinúan que de no conseguir los fondos necesarios tendrán que explotar la zona del Yasuní ITT.
Ante esa posibilidad, el dirigente indígena remarcó que la CONAIE luchará para que no se explote el petróleo del Parque Nacional Yasuní ITT, incluso si no se llega a obtener la compensación económica que ha solicitado el gobierno, porque desde hace varios años se han planteado una lucha frontal contra la economía extractivista.
Asimismo, Cholango denunció que recientemente se ha convocado a una licitación para la explotación petrolera del campo El Armadillo, lugar donde encuentran pueblos amazónicos en aislamiento voluntario o no contactados, de forma similar que en el caso del Parque Yasuní ITT. Ante esta situación han solicitado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos medidas cautelares de protección para los pueblos indígenas.
Finalmente, Ivonne Yánez de la organización Acción Ecológica, miembro de la Red Internacional OilWatch, manifestó su preocupación ante el próximo vencimiento, en diciembre de este año, del plazo del gobierno ecuatoriano para recaudar 100 millones de dólares para la primera etapa del proyecto. Ante esta situación considera como una prioridad que los movimientos sociales, las asociaciones de cooperantes y organizaciones internacionales se manifiesten públicamente a favor del proyecto con el objetivo de lograr la meta.
Estas declaraciones fueron dadas a la prensa tras la realización del Encuentro Internacional «Nuevas Hegemonías Globales, ¿Viejos Problemas?», en el que participaron activistas e intelectuales de 20 países. Varios de ellos anunciaron que impulsarán una serie de propuestas en sus países de origen para dejar el crudo en subsuelo.
Además, una delegación llegó a realizar una visitar de estudio al Parque Nacional del Yasuní ITT, entre ellos estaba el presidente de la organización Amigos de la Tierra Internacional y ganador del premio Livehood 2010, NnimmoBassey de Nigeria; el ex asambleísta de Bolivia Raúl Prada; y el sociólogo venezolano Edgardo Lander.
Fuente: http://alainet.org/active/48367