Las confesiones del escritor alemán, premio Nobel de Literatura, Gunter Grass, que a los 78 años admitió haber sido miembro de las Wafen SS, cuerpos militares de la elite que sirvieron al régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, lo han colocado en el centro de las críticas de intelectuales, aunque no todos osan juzgarlo.«Los […]
Las confesiones del escritor alemán, premio Nobel de Literatura, Gunter Grass, que a los 78 años admitió haber sido miembro de las Wafen SS, cuerpos militares de la elite que sirvieron al régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, lo han colocado en el centro de las críticas de intelectuales, aunque no todos osan juzgarlo.
«Los que le reprochan esto a Gunter Grass son los de la derecha y los críticos de origen judío que tienen razón en hacerlo, por lo que han sufrido. A ellos tampoco se les puede criticar nada» afirma Bayer.
En su autobiografía, Grass sacó a la luz un secreto que guardó por más de medio siglo. Para algunos, la postura crítica del escritor hacia el régimen nacional socialista -que se destacó en muchas de sus obras- se ha desvanecido por completo. Otros prefieren no ser críticos con quien, a los 17 años, fuera reclutado por el ejército de Hitler, pero que afirma no haber disparado un solo tiro.
«Para mí es un gran escritor, es un hombre que ha sabido describir al pueblo alemán en todos sus detalles, en todos sus momentos históricos», rescata el historiador, escritor y periodista argentino Osvaldo Bayer que, además de conocerlo personalmente, se define como «ávido lector de Gunter Grass». No lo juzga y argumenta que siendo solo un joven «le tocó ir a la guerra porque estaba allí», sin embargo se muestra sorprendido por la tardía confesión y asegura que él devolvería el Nobel.
«Es un hombre, además, que tiene para mí el concepto de intelectual que siempre he exigido para un intelectual. Es decir, además de escribir lo que se le da la gana, responde a la obligación como intelectual de salir a la calle cuando el pueblo sufre», destaca Bayer.
Rescata su compromiso…
Lo he visto intervenir en todos los problemas en forma valiente y eso que no es justamente de mi ideología. El es un social demócrata, mientras que yo soy un socialista libertario, y sin embargo me ha gustado siempre su posición, su forma de escribir, sus temas.
¿Qué es lo que mas lo conmovió de la literatura de Gunter Grass?
‘El tambor de hojalata’ que, sin lugar a duda, es su mejor obra. Siempre ha sido de gran interés, en literatura, fue el mejor escritor alemán de muchas épocas.
¿Por qué cree que tardó tantos años en reconocer su participación en las SS?
Porque se avergonzaría. Sabía que iba a ser muy mal interpretado. Ahora el Consejo Judío de Alemania lo ha criticado muy duramente y no tienen razón en ese sentido, porque él siempre ha sido muy profundo al medir el racismo de Hitler y sus secuaces, del régimen nazi, del comportamiento del pueblo alemán. Grass tenía exactamente la misma edad que el Papa, Joseph Ratzinger, que también fue soldado, pero no de la juventud hitleriana…
Pero usted ha criticado a Ratzinger…
Sí, sí… los tres somos del ´27. Yo tenía la misma edad que ellos, a quienes les tocó ir a la guerra porque estaban allí y fueron convocados. Gunter Grass vivía en una zona muy difícil, en territorios que hoy son polacos, allí había que ir a donde te mandaban. Esto sucedió en los últimos dos años de la guerra, que fueron un verdadero desastre para Alemania. Yo los viví acá, esto era un barrio de alemanes en la década del ´30. A una cuadra y media de mi casa estaba la juventud hitleriana, con un terreno donde se hacían maniobras y todos vestían el uniforme. Bueno, ¿Sabés lo que hay hoy ahí allí?: una sinagoga (en el barrio de Belgrano). Los miembros de la sinagoga no lo saben, a veces tengo ganas de ir a contarles lo que allí había.
Tuve la suerte de que mi padre era antinazi, pero todos los padres alemanes hacían lo que la embajada ordenaba.
A Ratzinger lo he criticado por su posición como obispo y como miembro de la parte teológica. Es un conservador ultraísta, aunque ahora está mostrando un poco más de condescendencia.
Además, él no fue de la juventud hitlerista, sino del ejercito alemán y todos los jóvenes en su juventud estuvieron en el ejercito…
Pero la juventud de las SS no es lo mismo…
Grass dijo que el padre le había dicho que tenia que ir a las SS. También afirmó que jamás disparó un solo tiro. Si se reconoció SS, no creo que vaya a mentir respecto a que estuvo de guardia en los campos de concentración o lo que fuera. Yo no lo juzgo, porque tendría que juzgar a todos los jóvenes que fueron influidos por la ideología de sus padres. De toda esa juventud que yo conocí, hoy ninguno es nazi.
¿No le parece que a Grass, como intelectual, se le debería exigir una responsabilidad mayor que la del común de la gente?
El cumplió con su deber: en todos sus comunicados denunció al nazismo, siempre estuvo contra el racismo, siempre estuvo defendiendo a la social-democracia. Fue el mejor amigo del ex canciller alemán Billy Brandt.
A la social democracia alemana en ningún momento se la puede acusar de haber apoyado o ayudado a Hitler. Desde su primer libro, desde sus primeras intervenciones fue social demócrata. Gunter Grass jamás ocupó un cargo publico y siempre vivió de sus libros. No se lo puede acusar en ningún momento de haber simpatizado con los partidos o grupos neonazis. Es más, fue uno de los que mas combatió el neonazismo. Reprocharle, porque a los 17 años entró y participó de la guerra… Yo no sé lo que me hubiera ocurrido a mí estando en Alemania, teniendo 17 años y viviendo en la sociedad nazi donde todo era obligatorio.
Veamos… Alfredo Astiz y Jorge Rádice tenían la misma edad en la época en que actuaron en la ESMA…
Si, tiene razón. Cuando Astiz se infiltró entre las Madres de Plaza de Mayo tenía 22 años, pero Astiz fue el prototipo del alcahuete. El ya tenia un cargo en la represión, actuó en la represión. Lo de Astiz es incomparable con este caso. A Gunter Grass no se le puede probar de ninguna manera que mató a alguien.
El mismo dijo que jamás tiró un tiro.
En Argentina tampoco acusamos a la gente que se cayó la boca como los que vivían cerca de los campos de concentración y dijeron que nunca habían visto nada.
¿Podemos acusar a gente de cierta edad, de más de 25 años, de no haber participado de la protesta o de haber festejado el Mundial ´78, gritando los goles, aplaudiendo a Videla? Yo creo que hay que ser un poco más amplio en ese sentido.
Si después de la guerra, Gunter Grass hubiera tenido algún rasgo de pro nazismo o conservador, se le podría reprochar. Pero terminó la guerra y empezó a conocer la verdad. El único reproche que se le podría hacer, es no haberlo dicho antes.
¿Porque cree que lo revela ahora?
A mi me causó mucha sorpresa. El es un hombre muy honrado y muy franco durante toda su vida. Cuando tuvo que jugarse por una cosa se jugó. Creo que tuvo temor. Los principales críticos literarios de Alemania son de origen judío y ellos no perdonan. Lo han criticado abiertamente, esas cosas no las aceptan. El ha tenido miedo de que lo aislaran, que ninguna de las editoriales acepte sus textos o lo que fuera. Recuerdo haberlo oído decir que vistió el uniforme del ejercito alemán y que fue soldado. Lo que no había dicho era que integró la SS.
¿No cree que podría haberlo dicho cuando recibió el Premio Nobel?
Jamás pensó que iba a recibir el Nobel. Yo le reprocharía solamente el no haber dicho que perteneció a la SS.
¿Debería devolver el Nobel o hacer algún acto de contrición?
En su lugar, devolvería el Nobel. En realidad no lo devolvería sino que lo repartiría en los países del Tercer Mundo, en comedores infantiles o lo que fuera porque con la venta de sus libros puede vivir tranquilamente. Su silencio no fue por guita.
¿No hay cierta liviandad en la forma que explica su paso por las SS?
No, Grass lo dijo claramente cuando lo hubiera podido seguir callando. Ha tenido coraje civil, lo dijo tarde pero lo dijo.
Los que le reprochan esto a Gunter Grass son los de la derecha y los críticos de origen judío que tienen razón de hacerlo, por lo que han sufrido. A ellos tampoco se les puede reprochar nada.
Grass perdió muchos lectores, por ejemplo, cuando criticó abiertamente al nazismo o al neonazismo, él se metió en un partido político y apoyo a Billy Brandt. Se la jugó y no se quedó como otros intelectuales que hicieron saber que para ellos el nazismo no era tan malo, como el mismo Heidegger, a quien se sigue respetando como filosofo. O como su amante, Hanna Arendt. Ella era judía y cuando terminó la guerra decidió compartir su vida con Heidegger y nadie le dijo nada. Sobre eso no se habla.
Creo que hay un pecado liviano en Grass por no haberlo dicho antes, pero entonces habría que haber acusado a toda la juventud alemana cuando terminó la guerra.
Las leyes son muy estrictas en eso, todos los campos de concentración se han convertido en museos, todas las escuelas secundarias y las universidades tiene el deber de visitarlos una vez por año. El ejército alemán cambió el nombre y de héroes. Se hizo una autocrítica profunda.
¿Cree que la prensa va a ser muy cruel con Grass?
No, toda la izquierda, la socialdemocracia y los verdes lo apoyan. Los que lo critican son los críticos judíos, la dirigencia judía de Alemania, la derecha, la democracia cristiana y el partido liberal.
Es una cuestión de política interna alemana.
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