Pascual Serrano [PS], uno de nuestros periodistas más imprescindibles, ha escrito en muy pocas semanas, no de forma descuidada, un libro de intervención donde muestra, una vez más, su informado punto de vista crítico y su perspectiva sistémica (y dialéctica) para desarrollar sus temas de investigación. En este caso, la guerra en Ucrania y, como diría Víctor Sánchez de Zavala, sus alrededores, que no son pocos ni insignificantes. Una de las aristas se recoge en el título: prohibido dudar, salvo sanción y descalificación, de la versión otánico-oficial.
Una muestra de ese punto de vista dialéctico (en el buen sentido del concepto, que lo tiene) lo encontramos en las primeras líneas de la Introducción: “Con la intervención de Rusia en Ucrania asistimos por primera vez a un escenario en el que una potencia nuclear planta cara a EEUU y la OTAN”. Para PS son evidentes dos cosas. La primera: “que Rusia ha vulnerado la legislación internacional y la Carta Fundacional de las Naciones Unidas atacando militarmente dentro de las fronteras de otro país”. La segunda: “que había explicaciones [recordemos: explicar no es justificar] para que lo hiciera -el avance de la OTAN hacia sus fronteras, el golpe de Estado que derrocó en 2014 al Gobierno que había en Ucrania, las intenciones de Ucrania de incorporarse a la Alianza Atlántica, el trato que estaban sufriendo las regiones del este más próximas culturalmente a Rusia, en guerra de baja intensidad contra el Gobierno de Kiev desde 2014.”
Una de las tesis centrales defendidas: estamos viviendo un fin del mundo tal como lo hemos conocido hasta ahora. “Lo que es evidente, y volvemos al planteamiento original de este libro, es que, en apenas dos meses, en diez semanas, el mundo es totalmente diferente. No solo por la tragedia y la muerte que asolan a Ucrania, sino por esas garantías, derechos y libertades que creíamos seguros y se han volatilizado en un breve lapso de tiempo sin mediación de ningún parlamento, ningún juez, ningún cambio de legislación, ni ninguna consulta ciudadana”.
PS fundamenta su hipótesis, no distanciada de la que defienden otras voces críticas, a lo largo de la Introducción, los 24 capítulos y la conclusión, las partes en las que estructura Prohibido dudar (el subtítulo es un nuevo homenaje del autor a uno de sus referentes: John Reed). Los títulos de algunos apartados: “Las mentiras de las guerras anteriores”, “Guerra en el Este y Repúblicas separatistas”, “Origen de Zelenski”, “Sanciones contra nosotros”, “¿Quién esta ganando con esto?”, “El nuevo vocabulario”, “Esquizofrenia [¡deberíamos evitar el término!] en la izquierda española”, “Rusofobia”, “Algunos periodistas incómodos”. Incluye PS reconocimientos como el siguiente: “Quizá una de las mejores reacciones ante tanto aplauso la diera el periodista Javier Aroca en la Cadena Ser: “De todos los que aplaudían fervientemente a Zelenski en la Cámara de Representantes de EEUU, 35 de esos miembros tienen acciones en industrias militares”); no abandona un excelente sentido del humor: “¿La UE se hizo de izquierdas?”; incluyendo comentarios brillantes como el siguiente: “Un buen resumen del capitalismo de crisis es que una pandemia mundial de dos años no fue suficiente para aumentar el gasto en sanidad pública, mientras que dos semanas de guerra en Europa Oriental bastaron para aumentar el presupuesto y el gasto militar de todo el mundo.” y quejas justificadas: “La indiferencia de la sociedad española, e incluso del gremio periodístico, fue espectacular. La delegación entera de Sputnik en España, formada en su integridad por periodistas españoles [él era uno de ellos], se quedaba sin trabajo y se despedía de sus lectores ante la total pasividad de asociaciones de periodistas, sindicatos y ciudadanía”.
Una segunda consideración central: “En el conflicto de Ucrania, hay un elemento por el que todos pasan de puntillas, tanto los medios como los analistas y los dirigentes políticos: las propuestas de paz de las diferentes partes. Tengo la sensación de que hay un gran vacío en cuanto a este asunto, a pesar de que es fundamental”. Con independencia de lo que cada cual considere lícito o no, adecuado o no, justo o no, añade, “conocer las condiciones necesarias para que cada actor considere el fin de la guerra, en mi opinión, es una información crucial, en torno a la cual debería girar gran parte de nuestros análisis.”
En síntesis: una aproximación a un asunto central de nuestra hora, de interés para cualquier lector/a, independientemente de su proximidad o distancia con las posiciones políticas defendidas por Pascual Serrano, un periodista-intelectual fuertemente comprometido que nunca habla por hablar. Con estas palabras cierra el libro: “Quizá ahora podremos entender cómo en muchos momentos de la historia de la humanidad se pudo pasar del paraíso al infierno en muy poco tiempo”. Prohibido dudar ayuda a entenderlo.
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