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Entrevista a Ricardo Antunes, profesor de la Universidad de Campinas (SP), Brasil

«Por primera vez una amplia parte de la población percibe que tiene un gobierno patológico, desequilibrado, absolutamente incompetente y destructivo»

Fuentes: La Maza / Rebelión

Mario Hernandez.- ¿Cómo están ustedes?

Ricardo Antunes.- En una situación complicada, una crisis política profunda, una crisis económica global brutal y la tragedia del coronavirus, todo junto. O sea, la situación brasileña es el peor de los mundos hoy.

Mario Hernandez.- Parece que el coronavirus no le preocupa al presidente Jair Bolsonaro, a pesar de que 14 de sus acompañantes a los EE UU han sido afectados.

Ricardo Antunes.- La situación brasileña es políticamente hablando, muy complicada. Bolsonaro toma una clara y abierta posición en defensa de la movilización fascista y golpista, habla directamente con la población dando la mano, sacándose fotografías con la gente que sale a aplaudirlo y dice que el coronavirus es una histeria de la prensa, que es una cosa que no es tan complicada y critica al Supremo Tribunal Federal, al Parlamento y a los Gobernadores.

En segundo lugar, el coronavirus empezó un segundo ciclo de expansión comunitaria, o sea, no son más los que vienen de viaje de Italia, de Francia o de China, que transmiten sino que hay una transmisión comunitaria incontrolable.

En tercer lugar el problema es que la estructura privada hospitalaria, incluidos los hospitales de la alta burguesía, están en colapso. El hospital más importante de la alta burguesía que es el hospital Alberto Einstein canceló la realización de exámenes de comprobación de coronavirus porque son muchos y no tiene estructura para hacerlos.

Cuarto punto, en las periferias, en las áreas urbanas de la periferia o en el campo, la situación es el caos completo, porque imagínate que si un hospital de la alta burguesía no puede responder a hacer los exámenes necesarios, con lo caro que cuesta, imagínate en la periferia.

Quinto punto, en los próximos días y semanas habrá un crecimiento exponencial de aquellos que van a transmitir y aquellos que van a recibir el virus.

Último punto, en un cuadro como este, Bolsonaro incentivó la propagación del virus en la medida que se aproximó al público que estaba en la movilización a favor del gobierno fascista y transmitió la idea a una parte de la población que no hay problema con la gripe, que es una invención de la prensa. Un órgano de televisión del gobierno, ligado a una iglesia evangélica, que dice que el coronavirus es una creación de Satanás, que es una creación, que no es real. Esta es la tragedia.

En los próximos días y semanas tendremos un colapso completo porque una parte de la población no cree que haya un riesgo real. Estamos en la fase más profunda de aquello que yo llamo hace algunos años de la era del infierno. Pensando en términos bíblicos, cuando los pecadores no tienen acceso al reino de Dios, en la metáfora religiosa, lo que queda es el infierno.

Hay un punto más importante, por primera vez una amplia parte de la población, inclusive que votaron a Bolsonaro, percibe que tiene un gobierno patológico, desequilibrado, absolutamente incompetente y destructivo.

Comienza a haber una ruptura en sectores, no en el bolsonarismo fanático, porque esos son parte de la era del infierno, pero comienza a haber una escisión de sectores de la burguesía porque la situación económica que se puede proyectar para los próximos meses es el caos completo. Es el desequilibro absoluto de un Presidente que debería dar orientación y es responsable por la completa desorientación que puede agravar la situación del coronavirus en Brasil

Mario Hernandez.- ¿Cómo impacta la caída de la Bolsa de Sao Paulo?

Ricardo Antunes.- Profundamente, como en EE UU, con la diferencia de que Brasil es un país grande de la periferia, entonces impacta profundamente, la economía está paralizada y la Bolsa desvalorizó profundamente Petrobras y grandes empresas brasileñas. Es una especia de pánico en las clases burguesas porque no consiguen mirar una mejor condición, porque la incapacidad política del gobierno de Bolsonaro es cada vez más evidente para el conjunto de la población y también para parte de la burguesía.

Un punto más, el Congreso está dando respuestas muy tímidas, porque Bolsonaro está confrontando al Congreso y al Supremo Tribunal Federal y las respuestas de estos, son muy tímidas, deberían hacer una respuesta más dura en relación a Bolsonaro y hasta el momento ninguno ha tenido el coraje ni la fuerza política para confrontarlo abiertamente.

Mario Hernandez.- Bolsonaro y parte de su equipo de gobierno viajaron a EE UU, allí firmaron una serie de acuerdos con Donald Trump, entre ellos acuerdos sobre la industria militar y como consecuencia al regreso del viaje, la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela ¿cómo evalúas esa situación?

Ricardo Antunes.- Son básicamente los siguientes puntos: primero el gobierno de Bolsonaro es un gobierno absolutamente sometido a los EE UU.

Punto dos, una parte de la autonomía militar brasileña pasa a depender del control de los EE UU. O sea, una relación de dependencia militar brasileña.

Tres, la política de Trump es usar a Bolsonaro para llevar adelante una política agresiva contra Venezuela. La situación en este momento es más grave porque Bolsonaro y su “Ministerio de las cavernas”, como yo lo llamo, son muy agresivos y son impulsados por los EE UU. No sabemos muy bien todavía cuál es la posición institucional del Ejército, la Marina y de la Aeronáutica. Hay muchos militares que tutelan el gobierno de Bolsonaro pero no es la misma cosa, pienso que en las FF AA brasileñas hay una preocupación de no hacer una agresión dura hacia Venezuela que pudiera resultar en una guerra militar que sería catastrófica también para Brasil.

Mario Hernandez.- Se cumplieron dos años del asesinato de Marielle Franco ¿qué se sabe de ese hecho?

Ricardo Antunes.- Primero los dos que mataron están en proceso judicial que será popular y serán condenados. Pero no se sabe quién la mandó a matar y por qué. La principal hipótesis es que hay un grupo de los más fuertes milicianos en Brasil que están en Rio de Janeiro. El “militar” es el lado podrido de la Policía Militar que hace también actividades ilegales y clandestinas, económicas y políticas. Por ejemplo, controlan en una favela la distribución del gas, agua, internet, televisión por cable, es la contrapartida que la población tiene que atender a esas milicias y votar sus candidatos.

La hipótesis más plausible es que los milicianos de Rio, muchos de ellos con contactos muy fuertes con la familia Bolsonaro, participaron del asesinato de Marielle Franco. Por lo tanto, descubrir este caso es muy complejo, porque aproxima a los milicianos a las prácticas de la familia Bolsonaro. Y Bolsonaro es hoy el jefe del Estado y el jefe de la Policía Militar y también del Ejército.

Por lo tanto, no es nada fácil responder a la segunda pregunta. La primera pregunta tiene respuesta, ya sabemos quiénes la mataron, fueron dos. La segunda pregunta, por qué y quién la mandó a matar no será fácil de esclarecer.