Estamos viviendo un momento decisivo en la historia del país. Brasil se aproxima a la terrible marca de 500.000 vidas perdidas por el covid-19.
El gobierno de Bolsonaro, por las acciones y omisiones ya comprobadas por la Corte Penal Internacional ante la covid-19, como el criminal retraso en la compra de vacunas, es directamente responsable de esta catástrofe de proporciones bíblicas. Pero, para el genocida no es bastante. Continúa con su macabro pacto con la muerte, atacando el uso de mascarillas y recetando cloroquina. Al mismo tiempo, cada vez que puede, enardece su base neofascista con amenazas de golpe de Estado.
Y no se queda ahí. Bolsonaro patrocina la destrucción del medio ambiente al servicio del agronegocio, la minería ilegal y los madereros contrabandistas. Promueve una reforma administrativa que ataca a los empleados públicos y destruye el servicio público. Además, busca avanzar en la privatización de lo que queda del patrimonio público, como Eletrobrás. El gobierno también fomenta las ejecuciones policiales de personas negras y pobres en las periferias y favelas del país, como ocurrió en Jacarezinho (Río de Janeiro).
No podemos tolerar que esta situación perista. Es necesario sacar a Bolsonaro del poder cuanto antes. Pero eso sólo será posible con la fuerza de las calles, con la movilización popular. Esperar a las elecciones de octubre de 2022 es demasiado arriesgado, ya que Bolsonaro intentará recuperar la popularidad para entonces. Además, el país no está viviendo un periodo de «normalidad democrática». Bolsonaro amenaza con no aceptar las reglas del juego democrático, ni antes ni después de las elecciones. El miliciano ya afirma que las elecciones de 2022 estarán amañadas si no se adopta el voto por papeleta. Con ello, pretende deslegitimar las elecciones alimentando su estrategia golpista.
Por todo ello, para salvar vidas y derechos sociales y democráticos, es necesario derrocar a este gobierno. En este sentido, es necesario continuar con las protestas bajo la consigna Fuera Bolsonaro, para que este sábado 19 de junio haya una manifestación aún mayor que la realizada el 29 de mayo.
El papel decisivo de Lula
Sería de enorme importancia que Lula, el mayor liderazgo popular de la izquierda, saliera a convocar las protestas. El ex presidente tiene una gran influencia entre los trabajadores, especialmente entre las capas más pobres y oprimidas de la población. Si Lula utiliza su capacidad de diálogo con el pueblo para explicar la importancia de la lucha por Fuera Bolsonaro, la importancia de sacar al genocida del poder ahora, seguramente fortalecerá las manifestaciones populares.
La dirección del PT emitió una declaración oficial en apoyo de la protesta el 19 de junio. Pero hasta ahora Lula no se ha pronunciado sobre la manifestación. En el acto del 29 de mayo, no fue y tampoco convocó la protesta, aunque varios sectores del PT construyeron la movilización. ¿Por qué el ex presidente duda en llamar a la lucha por la destitución de Bolsonaro en las calles, aún con todas las amenazas autoritarias? Sabemos que ha estado trabajando para formar alianzas más amplias para 2022, que trata de atraer a sectores de la burguesía. Así, si se vincula directamente a la lucha popular por el derrocamiento del gobierno, probablemente entraría en conflicto con esos sectores. Creemos que esa alianza es un error. Sería insistir en el error que llevó al golpe contra Dilma. La unidad que propugnamos para derrotar a Bolsonaro, en las calles y en las elecciones, pasa por la construcción de un Frente conformado por partidos de izquierda y movimientos sociales. Pero incluso si consideramos la estrategia electoral de Lula, mantenerse alejado de las manifestaciones callejeras es un grave error por su parte.
Bolsonaro dará la lucha en las calles y en las encuestas. Seguirá radicalizándose, poniendo a prueba los límites. Si la izquierda renuncia a la batalla por las calles, abrirá el camino al avance de la extrema derecha neofascista. Por eso es importante que Lula se comprometa activamente a convocar manifestaciones. En la fuerza de las calles, construida por el Frente Único de la izquierda y los movimientos sociales, está la clave para derrotar a Bolsonaro.
El momento es ahora: Lula debe convocar el 19 de junio
Tenemos una oportunidad en esta coyuntura que no podemos desaprovechar. Debido a la trágica experiencia vivida por la población en la pandemia, se ha formado en el país una mayoría social contra Bolsonaro, como muestran todas las encuestas. Esta mayoría popular es aún mayor en los grandes centros urbanos y entre los jóvenes. Al expresar el sentimiento mayoritario del pueblo en las calles, como se hizo el 29 de mayo, avanzamos, en la izquierda, en la consolidación y expansión del desgaste de Bolsonaro en la sociedad, en particular, en la clase trabajadora, apuntando a su derrocamiento. Este es el método más eficiente para derrotar políticamente a Bolsonaro y desactivar cualquier riesgo de golpe.
El 19 de junio, el próximo sábado, podemos realizar la mayor manifestación callejera desde la elección de Bolsonaro, demostrando que este gobierno genocida está debilitado, contando sólo con el apoyo de una minoría cada vez más aislada. Si Lula entra de lleno en esta lucha, para achar aBolsonaro, como lo hace Guilherme Boulos del PSOL, la victoria contra el fascismo estará más cerca. Esa es la responsabilidad histórica que le corresponde.
Traducción: Correspondencia de Prensa.
Fuente (de la traducción): https://correspondenciadeprensa.com/?p=19023
Fuente (del original): https://esquerdaonline.com.br/2021/06/14/por-que-lula-deve-convocar-a-manifestacao-de-19-de-junho/