1. La teoría marxista en relación con otros campos teóricos ¿El marxismo puede incorporar contribuciones teóricas de pensadores que no se presentaron como marxistas? ¿Puede el campo teórico marxista beber de las fuentes de otros campos teóricos? El marxismo es su método y este nada más es que el método que inscribe el punto de […]
1. La teoría marxista en relación con otros campos teóricos
¿El marxismo puede incorporar contribuciones teóricas de pensadores que no se presentaron como marxistas? ¿Puede el campo teórico marxista beber de las fuentes de otros campos teóricos?
El marxismo es su método y este nada más es que el método que inscribe el punto de vista del trabajo, como su razón de ser, con el objetivo de actuar en la totalidad dinámica de la sociedad, teniendo en cuenta la lucha de clases del trabajo contra el capital.
El método marxista, a partir del punto de vista del trabajo, niega y afirma al mismo tiempo: niega al capital y se afirma a sí mismo, esto es, afirma la totalidad dinámica del trabajo a contramano de la totalidad dinámica del capital, considerando siempre contextos mundiales, porque el capitalismo es planetario.
En este sentido, todo lo que pueda contribuir al método marxista, en su relación «de paso» para comprender la totalidad dinámica de la sociedad burguesa contemporánea puede ser incorporado a la teoría marxista.
2. Filosofía, marxismo y psicoanálisis: eliminar el patriarcado.
Una de las grandes contribuciones de Gilles Deleuze y Félix Guattari al pensamiento contemporáneo está relacionada con la ampliación del complejo de Edipo.
Como se sabe, em la perspectiva freudiana el Complejo de Edipo tiene un escenario familiar específico: el padre, la madre y el hijo (la hija ya entra por la puerta de atrás).
En libros como El anti-Edipo (1972) y Kafka. Por una literatura menor (1975), Deleuze y Guattari desarrollaron el concepto de un complejo de Edipo que rebasa el contexto de la familia nuclear, pasando a hablar de la estructura de la civilización burguesa como un todo, además del hecho de haber diluido la importancia, en el psicoanálisis freudiano, de la sexualidad.
Si en el complejo de Edipo freudiano el padre se hace presente como una figura central, en el contexto de la totalidad dinámica de la civilización burguesa la pregunta que debe ser hecha siempre, como razón de método, es: ¿cuál es el padre que importa en una situación histórica u otra?
Hoy, por ejemplo: ¿cuál es el padre o cuáles son los padres que centralizan el complejo de Edipo de la civilización burguesa mundial?
El marxismo está, en ese sentido, retado a ser anti-patriarcal.
3. Marxismo matriarcal, familiarismo y patriarcalismo
Antes de intentar analizar la cuestión del padre a ser negado, es importante pensar el efecto de ella en la realidad de los pueblos, a saber: el familiarismo. La civilización burguesa, como complejo de Edipo, produce un sistema familiar mundial.
Este argumento presenta un problema fundamental para el método marxista. Este debe negar el complejo del Edipo de la civilización burguesa para construir una sociedad, en potencia, sin Edipo; por lo tanto, no familiarista, en el sentido edípico del término.
En términos estructurales, como la civilización burguesa se divide en capital y trabajo, el primero puede ser pensado como el padre y el segundo como el hijo. En este contexto, el método marxista debe negar ser el hijo del padre, así como el trabajo debe negar al capital.
Para el efecto, necesita identificar la figura o las fuerzas sociales que gobiernan las fuerzas productivas revolucionarias del capital. Eso es indispensable, como cuestión de método para el marxismo, porque el efecto del complejo de Edipo mundial, siendo el familiarismo, nos afecta a todos, marxistas y no marxistas.
La tendencia del familiarismo edípico es la de acomodarnos a él, en él, domesticándonos. En este sentido, para encontrar el padre a ser negado, con el objetivo de superar el complejo de Edipo de la civilización burguesa, es preciso eliminar el propio familiarismo, lo que no es nada fácil porque estamos en él, lo somos, familiarmente.
El marxismo es, pues, un método anti-patriarcal. Debe afirmar a la madre, fuera de la estructura edípica de la civilización burguesa. Para ello, no puede errar el blanco: es preciso negar al padre correcto.
4. Dos formas de familiarismo patriarcales de la civilización burguesa
El mayor problema de la actualidad, para las luchas de clase del trabajo contra el Edipo del capital y en el capital, tiene que ver con las siguientes dos fases de la civilización burguesa: el sistema colonial europeo y el sistema colonial estadounidense.
Estos dos sistemas produjeron dos modelos de complejo de Edipo: el Edipo del familiarismo de la civilización burguesa eurocéntrica y el Edipo del familiarismo del capital gringo.
Estos dos «Edipos» se implican con dos formas distintas de familiarismo: el europeo y el estadounidense.
El mayor problema para la lucha de clases mundiales, hoy, tiene que ver con la siguiente tendencia: negar el Edipo del sistema colonial europeo a partir del sistema familiar edípico del imperialismo yanqui.
Si es posible hablar de crisis en la Izquierda y, en este sentido, de crisis del marxismo esta está relacionada con la siguiente encrucijada histórica: superar el familiarismo del sistema colonial europeo y del gringo, al mismo tiempo. De lo contrario, el marxismo no estará a la altura de los desafíos edípicos del capitalismo, en la actualidad.
Trágicamente, los partidos marxistas de hoy o parten del sistema familiar europeo, para negarlo, sin considerar al familiarismo estadounidense; o parten del sistema familiar gringo para negar al familiarismo eurocéntrico. La primera versión engendra un marxismo anacrónico; la segunda es producto del Edipo del capitalismo estadounidense y, por lo tanto, se hace edípicamente como «izquierda edípica gringa».
Las nuevas izquierdas de la actualidad son, como tendencia, edípicamente gringas y concentran sus energías anti-edípicas contra el sistema colonial europeo. Esto significa que también son anacrónicas, por la sencilla razón de que el blanco de ellas es el pasado del sistema familiar del capitalismo.
El marxismo está retado a ser revolucionario, como lo es Edipo. Para ello, no puede ser um marxismo edípico: ni europeo, ni gringo. La mejor forma de eliminar al sistema familiar europeo y sus edípiles eurocéntricos, es: negar el sistema familiar del imperialismo estadounidense.
El método de la lucha de clases anti-edípica del capitalismo contemporáneo es, pues: desfamiliarizarse del sistema colonial gringo.
5. Marxismo matriarcal
Al hacer esto, a partir de la totalidad dinámica del trabajo, en el campo de la lucha de clases, se produce una civilización matriarcal.
El marxismo, o es matriarcal o se convierte en un edipianismo histérico del capital.
Traducción del portugués: Luis Carlos Muñoz Sarmiento
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.