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¿Es necesario el precio fijo de los libros? ¿Será ésta la cuestión?

¿Precio fijo en los libros?

Fuentes: Mundo Obrero

En nuestro país se publicaron el pasado año unos 80.000 libros y, esta cifra, ¿es directamente proporcional  al número de lectores? Parece ser que no. Según el informe de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) sobre los hábitos de lectura y compra de libros correspondiente al año 2003, (el informe del 2004 […]

En nuestro país se publicaron el pasado año unos 80.000 libros y, esta cifra, ¿es directamente proporcional  al número de lectores? Parece ser que no. Según el informe de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) sobre los hábitos de lectura y compra de libros correspondiente al año 2003, (el informe del 2004 todavía no se ha publicado), se mantienen en general, las principales tendencias de años anteriores: leen más mujeres que hombres y hay más lectores en las grandes ciudades y entre las población más joven y con estudios.
Durante el año 2003 el 52’8 % de la población española mayor de catorce años manifestó haber leído  libros en su tiempo libre, una cifra prácticamente idéntica a la del año anterior, por lo que los índices de lectura han permanecido estables.
Como decíamos, el perfil del lector medio sigue manteniendo las mismas características: leen más mujeres que hombres, aunque éstos dedican más tiempo a la lectura. Sólo a partir de los 65 años encontramos un porcentaje más elevado de lectores masculinos, mientras que entre los más jóvenes, el índice de lectura es mayor entre las mujeres (74%) que entre los hombres (65%). El nivel de estudios es determinante, pero a igualdad de estudios, siempre hay más mujeres que hombres.
Además, se encuentran varias relaciones directas entre los hábitos lectores y distintas variables socioeconómicas y culturales: cuanto mayor es el lugar de residencia, y cuanto más joven es la población, mayor es el índice de lectura. En lo que se refiere a la clase social, se percibe que la lectura es más frecuente entre  las clases medias y altas, que entre las clases bajas. Así, dos de cada tres personas de las clases sociales baja y media baja declaran no leer nunca o casi nunca.
Esto es, aquellos que leen «todos o casi todos los días» o «una o dos veces por semana» son el 36’9 % de la población mayor de catorce años. Los lectores «ocasionales», que leen «alguna vez al mes» o «al trimestre», constituyen el 15’8 %. El 47’3 % declara no leer libros nunca.

Superávit, pero ¡no se lee!

Por otro lado, las ventas de libros a través de los distintos canales de comercialización permite conocer la evolución en los hábitos de compra de los españoles: las librerías y cadenas de librerías tienen en este mismo año 2003, un 51’5 % de cuota de mercado, un punto más que el ejercicio anterior.
Así las cosas, los resultados generales para el año 2003, confirman al sector del libro como uno de los sectores económicos  que genera superávit en la balanza comercial española. Sin embargo, ¡no se lee!
En Francia, por poner un ejemplo, se publica anualmente bastante menos que en nuestro país, sin embargo, los índices de lectura son bastante más altos. De esta forma, no parece que tenga relación el número de publicaciones con el hábito de lectura. Sin embargo, el sector del libro (editores y libreros), siempre se ha erigido en defensor del posible lector, en promotor del hábito de lectura: «No hay cultura sin lectura y no hay lectura sin libros». Dicen, hay que facilitar la lectura, acercarla al ciudadano, y para ello es necesario una nueva Ley del Libro, una nueva normativa sobre la Propiedad Intelectual, pero sobre todo , mantener a toda costa la Ley del precio fijo de los libros.
Parece que es ésta la cuestión, el precio fijo de los libros. ¿Se hacen así más accesibles a todos los ciudadanos de los distintos estamentos sociales de los que se habla en este informe? ¿Se igualan los precios a la baja? ¿Es verdad que se defiende esta ley para fomentar la lectura, o simplemente, es un asunto económico? Y, si es así, ¿por qué se solapa bajo la máscara de fomentar la lectura?
Los libreros exigen este precio fijo con el legítimo propósito de salvaguardar sus negocios. Los lectores deberíamos exigir, ya que nadie lo hace, que éste fuera más bajo, por aquello de fomentar la lectura y la compra de libros.
 
Boc.1:
Los resultados generales para el año 2003, confirman al sector del libro como uno de los sectores económicos  que genera superávit en la balanza comercial española. Sin embargo, ¡no se lee!